Facilitación del comercio y la competitividad
Por medio de la actividad aduanera
Como muchos de los retos que enfrenta Guatemala, en el tema del comercio exterior cuenta con varias aristas que deben encaminarse de manera integral para lograr un mayor desarrollo.
La facilitación del comercio es un vocablo que se acuñó desde hace 14 años, y que ahora resulta familiar, sobre todo desde que la Organización Mundial de Comercio (OMC) generó el Acuerdo sobre Facilitación de Comercio (AFC), vigente desde el 22 de febrero del presente año, y el primer acuerdo multilateral concluido 21 años después de que existiera la OMC.
La dinámica logró que la región generara una “Estrategia Centroamericana de Facilitación de Comercio y Competitividad”, que fuera aprobada por los seis países del istmo -en octubre de 2015-y la que, además de promover regionalmente “cinco medidas prioritarias de facilitación del comercio (declaraciones anticipadas, agilización migratoria, certificados electrónicos, control por radio frecuencia y videocámaras fronterizas), generó tres ejes transversales que se ha constituido en el pivote del esfuerzo en conjunto.
Analistas guatemaltecos comentan que en el ambiente aduanero Guatemala ha visto una gran luz al final del túnel.
Ese esfuerzo incluye la plataforma digital del comercio, pares de países / pares de fronteras y el fortalecimiento de los comités nacionales de facilitación del comercio. Esta dinámica es el hilo conductor que impulsó los esfuerzos binacionales de Guatemala con los vecinos centroamericanos, en donde destaca la Unión Aduanera, que es el proceso de integración profunda hacia el libre tránsito de personas y mercancías entre las repúblicas de Guatemala (GT) y Honduras (HN). El proceso comenzó el 13 de mayo del año anterior, cuando entró en vigencia el protocolo habilitante de manera plena, un mecanismo que formaliza jurídicamente la voluntad política y el trabajo técnico para lograr en este territorio aduanero común, mecanismos de mayor eficiencia en el intercambio de mercancías, con lo que busca estimular el comercio binacional principalmente de las Mipymes, que son las que más se benefician. Ya que, la gran empresa generalmente ya está regionalizada y aprovecha sus economías de escala y solvencia financiera para soportar el calvario que, lastimosamente, significa aventurarse en la actividad exportadora.
Por ello, es importante reflexionar en cómo el esfuerzo nacional de Facilitación del Comercio ha necesitado de condiciones forzosas para que los avances y resultados se puedan materializar. Y esto va desde la voluntad política al más alto nivel, que implica impulsar y acompañar de manera técnica los esfuerzos que deben hacerse para generar más empleo a través del círculo virtuoso de incrementar el comercio y propiciar la inversión de la mano del foro multilateral (OMC), del foro regional (Centroamérica), del foro binacional (UA GT-HN y FC GT-SV) y del foro nacional (actores públicos y privados involucrados en el comercio, hasta el fomento de foros y esquemas de diálogo público-privado, que generen convergencia entre los intereses de todos los actores.
Sin embargo, el esfuerzo que requiere Guatemala debe encaminarse a la creación de más y mejores oportunidades de empleo, desde una óptica social, para propiciar mayor competitividad y eficiencia en los procesos.
Por otro lado, se debe reconocer que en el ambiente aduanero se ha visto una gran luz al final del túnel, desde el año 2015, con los avances en tres aspectos. El primero es que ha existido mayor utilización y aprovechamiento tecnológico en los procesos aduaneros, permisos no arancelarios y controles, y esto brinda mayor trazabilidad y transparencia, además de limitar la discrecionalidad, lo que hace más difícil incurrir en actos de corrupción. En segundo lugar, ha habido mayor apertura al diálogo público-privado que despierta las alarmas de vigilancia, lo que da lugar a una auditoría social de parte de los actores públicos y privados interesados en eficientar los procesos de comercio y en que se contraten personas honradas que actúen de buena fe. Finalmente, es latente el reconocimiento de actos negativos, reñidos con la ley (delitos y fallas que ameritan persecuciones judiciales), y otros positivos que estimulan a los funcionarios probos y honorables que realizan sus funciones con honradez y sacrificios.
Por su parte, la tecnología permite transparentar la actividad aduanera, porque mediante mecanismos informáticos pueden denunciarse actos de corrupción de manera anónima; es decir, sin comprometer la seguridad personal y laboral de los informantes.
En tal sentido, se puede decir que la Facilitación de Comercio está avanzando en cada una de las modalidades.
Tránsito terrestre
Se está impulsando de manera ilustrativa en la frontera de Pedro de Alvarado, que se instale tecnología RFID para mejorar los procedimientos fronterizos. De manera paralela, se impulsa un sistema de ordenamiento vial para el descongestionamiento del paso fronterizo, que consiste en anticipar electrónicamente los procesos de comercio, prepagados anticipados del Formulario Aduanero Único Centroamericano (FAUCA).
Así también, comenzar operaciones de tránsito internacional en el territorio guatemalteco. Acción que ofrece disminuir el tiempo de atención en estas operaciones, que en la aduana Pedro de Alvarado / La Hachadura son del 38% del total de operaciones que se presentan. Se estima que se reduzca a 12 minutos el control del paso, versus 2 horas y media que toma actualmente el proceso desde la gestión del tránsito internacional hasta la colocación del precinto (marchamo).
Tránsito aéreo
Continúa el ordenamiento del Aeropuerto La Aurora. Se han identificado sus necesidades y ahora se encuentra en la fase de implementación. También se ha fortalecido mediante una mesa técnica de control y seguridad de pasajeros, con el apoyo de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), la Dirección General de Migración (DGM), La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), el Programa Nacional de Competitividad (Pronacom), el Instituto Guatemaltecos de Turismo (Inguat) y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala (Minex).
Para mayo está planificada la segunda ampliación de Combex-Im.
En 2016, se dio una primera ampliación de Combex-Im, y en mayo está planificada la segunda ampliación, lo que permitirá aumentar la capacidad en el manejo de mercancías tanto en importaciones como en exportaciones.
Tránsito marítimo
Dentro del Plan Nacional de Logística se evidencian problemas de congestión en los accesos viales de Puerto Quetzal; sin embargo, se ha previsto instalar una garita de control de flujo de entrada y salida. Por otro lado, el Puerto Quetzal ha implementado un patio de recepción y despacho para optimizar el movimiento de carga en el puerto, antepuerto o prepuerto, lo que permite recibir a los camiones de contenedores antes del ingreso al área de muelles, con lo que el movimiento interno queda asegurado por vehículos del puerto. A futuro, esta operación facilitaría un sistema de cita de camiones.
Así también, en el campo portuario se contempla el mecanismo de Transporte Marítimo de Corta Distancia (TMCD), en donde existen diferentes propuestas a implementar, las que se han coordinado a través de la Comisión Centroamericana de Transporte Marítimo (Cocatram) a nivel de los países de la región de Centroamérica.
Transporte ferroviario
Se busca desarrollar en el corto-mediano plazo un sistema multimodal que aproveche el ferrocarril. Para ello, se deben remozar las instalaciones y reactivar las operaciones ferroviarias, así como la modernización tecnológica para agilizar el tránsito de mercancías y eficientar los trámites fronterizos, según el Plan Nacional de Logística, Guatemala 2015-2025, coordinado por el Pronacom.
En resumen, la Facilitación de Comercio parece haber tomado un rumbo esperanzador, ya que su horizonte es ser un medio para trasladar mejores condiciones para que la economía tome una dinámica interesante a través del camino del comercio exterior, beneficios que se trasladan a la población –principalmente a través de la generación de empleos formales- y que redundan en desarrollo para el país.
Finalmente, el proceso de Unión Aduanera Guatemala-Honduras ha estimado un crecimiento adicional de aproximadamente el 1% del PIB, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), como resultado de este proceso de “Facilitación de Comercio” a su máxima expresión. Lo importante es que, pocas acciones a nivel nacional pueden impactar tan positivamente en la economía de nuestro país.
Boris Cabrera Morales
Asesor/Consultor
en Facilitación de Comercio
Coordinador de Facilitación
de Comercio en Guatemala
del Proyecto PFPM II USAID,
Central America Regional
Trade Facilitation Expansion
Activity (RTFE)