Los nuevos impuestos de circulación vehicular
El tema fiscal de vehículos ha causado una notable irritación y molestia en la población nacional
Carlos Humberto Echeverría Guzmán,
profesional en Derecho.
Los expertos analizan que los nuevos impuestos significan un incremento
a la circulación de todo tipo de vehículos y al valor de los importados.
Durante 2013 el parque vehícular de Guatemala ha sido objeto de una variación sensible en la tasa imponible del impuesto de circulación, el cual planteó el Estado como una estrategia de captación alternativa. Muchos especialistas consideran que una medida fiscal coherente consiste en aumentar la base tributaria para obtener una proporcional captación de impuestos. Sin embargo, el nuevo gravamen sostiene su argumento en gravar más a quienes ya están tributando y, por lo tanto, deviene en una solución insatisfactoria para los contribuyentes.
Los nuevos impuestos afectan a los vehículos comunes, motocicletas, tractores, aviones, etc.; y, por supuesto, a todos los contribuyentes, independientemente de su estrato social. La modifi cación del régimen consiste en un aumento meramente cuantitativo y, después de analizar la “Tabla de valores imponibles del impuesto de circulación de vehículos de 2013”, que la SAT despliega en su portal (accesible al público), no se distingue ningún patrón o razón fundamentada a través de la cual se justifi que el nuevo crecimiento porcentual del gravamen.
El nuevo gravamen
a la circulación vehícular
afecta más a quienes
ya están tributando.
Opinión profesional
Carlos Humberto Echeverría Guzmán es una de las personas más cualifi cadas en el medio para tratar el análisis del tema, y colaboró con Revista GERENCIA para ofrecer su perspectiva como profesional y ciudadano. Es doctor en Derecho Tributario y Derecho Mercantil en la Universidad de Valencia. Cuenta con maestrías en Derecho de la Empresa por la Pontifi cia Universidad Católica de Chile y Derecho Tributario por la Universidad Rafael Landívar de Guatemala. Es Abogado y Notario por la Universidad Rural de Guatemala y decano de Ciencias Económicas en la misma casa de estudios.
Echeverría considera que, a grandes rasgos, los nuevos impuestos pueden entenderse como un incremento en los valores a la importación y circulación de vehículos automotores, aéreos y de todo tipo. Paralelamente, explica que el cambio es esencialmente tarifario y carente de un estudio a priori de la capacidad de pago de los contribuyentes. El profesional asegura que, las medidas tributarias planteadas por el Estado castigan las herramientas de trabajo de la población común y dañan el capital de numerosas empresas.
En Guatemala, para abril de 2013 el parque vehicular
ascendía a 2 millones 442 mil 340 automotores.
Asimismo, estima que el nuevo impuesto de circulación y de la primera matrícula afectan la contabilidad de costos cuando se compra un vehículo. Es decir, el crecimiento que se genera en los precios de los vehículos, trae consigo una disminución en la adquisición de los mismos, ya sean usados o nuevos. Por lo tanto, la renuencia de la población en la compra de vehículos que se hecho evidente durante el primer semestre de 2013, representa una incongruencia, porque el Estado debería motivar la inversión en el capital vehicular; de allí que los nuevos gravámenes están alterando la salud económica del país.
Descontento ante la medida
Tradicionalmente, los nuevos impuestos son aceptados por los usuarios con el transcurrir del tiempo; sin embargo, Echeverría percibe un comportamiento de expectativa de la población propietaria de uno o más vehículos. Simultáneamente, cree que la Corte de Constitucionalidad está adoptando una posición salomónica de espera a que el sector privado y el público logren un consenso y nazca una iniciativa de ley que permita erradicar la inconstitucionalidad del gravamen. Por su amplia experiencia, el experto prevé imposible una reforma consensuada y manifiesta su descontento por el desinterés del Estado en velar por la ciudadanía.
Finalmente, el especialista define al impuesto como una contribución al empobrecimiento de la clase media trabajadora. El ritmo del ciudadano común no ha crecido al ritmo de los impuestos vehiculares, y sumado a la novedad del 100% de multa (pues antes existía interés moratorio), el Estado genera paulatinamente una estrangulación de la economía nacional, afirmó.
La Reforma Fiscal,
aprobada por el Congreso
de la República en 2012,
aumentó al doble
el Impuesto Sobre
la Circulación de Vehículos
Luego de revisar los comentarios de Carlos Echeverría y analizar los inentendibles aumentos a los impuestos vehiculares se puede concluir en que, esta acción tributaria no está correlacionada con las variables pertinentes de la economía y afecta, negativamente, a la población contribuyente.
Joshua Emmanuel Morales
Periodista especializado
en el mundo motor
editorialgerencia@agg.org.gt