Turismo, megapotencial sin ser explotado

Es el segundo generador de divisas. Pero, podría ser más beneficioso si se logra una política pública que permita su desarrollo

Maru Acevedo, subdirectora del Inguat

En 2015, Guatemala recibió 1,603 millones de dólares por la actividad turística. En la fotografía el Arco de Santa Catalina, en la Antigua Guatemala

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si de potencial se trata, el sector turístico del país no tiene de que quejarse. Guatemala cuenta con una amplia gama de plazas y en múltiples variedades. Por algo el turismo es la segunda actividad económica en términos de generación de divisas para el país.

Los datos oficiales del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) dan cuenta de un ingreso de 1,603 millones de dólares durante el año recién finalizado. La cifra es inferior, en unos 3,500 millones de dólares, a la que se genera por concepto de remesas familiares, pero aún así ocupa el segundo lugar en el ranking nacional.

Para mejorar los números, las autoridades del Inguat en conjunto con la Cámara de Turismo de Guatemala (Camtur) se han dado a la tarea de poner en marcha lo que han denominado Plan Maestro de Turismo Sostenible de Guatemala. Se trata, tal como lo describen en el folleto que lo contiene, de un compromiso de nación para el desarrollo competitivo de la década 2015-2025.

Tanto a nivel público como en el sector privado, se tiene la conciencia de la potencialidad que el turismo posee para el país. Pero también se lamenta que, como casi todo en esta nación, se carezca de una política pública formulada que dé sostenibilidad a las acciones que permitan un desarrollo ordenado de la actividad, con metas y acciones bien definidas para no dar lugar a perderse en la ruta.

Lo que tenemos

Maru Acevedo, subdirectora del Inguat hasta el cierre de esta edición, no duda de las potencialidades del país en materia turística. “Tenemos un patrimonio natural y cultural invaluable”, explica. Es más, dice que Guatemala cuenta con un puesto entre los 19 países megadiversos del mundo.

De acuerdo con la funcionaria, nuestra mayor riqueza es ancestral. Es esa parte de la civilización Maya, milenaria, que data de más de 2 mil años. Pero hay más que eso, pues hablamos de sitios arqueológicos imponentes como los de Petén, pero también de otras expresiones culturales históricas como las manifestaciones culturales de la colonia que, aunque las hay en todo el país, se exaltan de una manera más viva y clara en la Antigua Guatemala.

Acevedo afirma que el país posee siete regiones turísticas bien identificadas, cada una con características únicas por lo que su atractivo llama a visitarlas todas. La primera y más próxima es la reconocida como Guatemala Moderna y Colonial, que incluye básicamente a la ciudad capital con una mezcla de estilos neoclásico y moderno. Es el punto de entrada y cuenta con todos los servicios necesarios para atender a los visitantes. Pero también está la Antigua Guatemala, a solo una hora de distancia, cuya estructura colonial contrasta con lo moderno de la ciudad. La Antigua es un museo vivo, con un entorno natural imponente.

Otra región es la conocida como Altiplano Cultura Viva. Se trata quizás de la región más grande por la innumerable cantidad de ciudades con que cuenta, cuyas expresiones arqueológicas y culturales se pueden vivir de manera directa. Se habla de sitios como Atitlán, Chichicastenango y Quetzaltenango, pero también de Zaculeu o los volcanes más altos del país.

La región del Caribe es tan diversa frente al resto del Caribe Latinoamericano. Allí se encuentran desde sitios arqueológicos como Quiriguá hasta, pasando por Río Dulce, el Castillo de San Felipe y el Lago de Izabal.

No puede faltar la región conocida como Aventura en el Mundo Maya. Básicamente instalada en Petén, nos muestra un conjunto de yacimientos arqueológicos y la biosfera maya, considerada el segundo pulmón natural en Latinoamérica, solo superada por el Amazonas.

De allí se cuenta con el Paraíso Natural de las verapaces, una región con todo lo que un país quisiera tener para ofrecer ecoturismo. Fincas de café y cardamomo, bosques nubosos, orquídeas de innumerables especies y sitios como Semuc Champey o las grutas de Candelaria, entre otros tantos, que pueden explotarse junto a su deliciosa gastronomía.
La Costa del Pacífico tampoco puede dejar de mencionarse como lo Exótico y Diverso del país. Playas de arena volcánica, actividades como la liberación de pez vela, la pesca deportiva, la tortuga marina y los manglares, o sitios como el Baúl y Takalik Abaj convierten a esta región en una de verdadero ensueño. En ella se suma la parte de Guatemágica, con los parques temáticos del Irtra.

Por último está la región de lo Místico y Natural, plantada en el oriente del territorio nacional. Allí se explota fundamentalmente el agroturismo y la fe, con la Basílica de Esquipulas, en donde se visita al Cristo Negro.

Eso es Guatemala, dice Maru Acevedo, convencida de que este país lo tiene todo y solo es que nos dispongamos a invertir para mejorar lo que el turismo ya nos da. Todo lo anterior sin contar con la envidiable posición geográfica y estratégica que poseemos, al estar en el centro de américa, siendo vecinos del mercado más grande del continente y teniendo un clima primaveral que pocos pueden ofrecer.

Para conocer la opinión de los visitantes y contar con elementos para la búsqueda de mejores formas de atender a los visitantes, el Inguat efectúa muchas mediciones y encuestas con las que se puede conocer el nivel de satisfacción del turista. Se intenta conocer qué es lo que a las personas más les gusta, cuáles fueron las motivaciones del viaje y cuáles son sus experiencias. Algo curioso, dice Acevedo, es que todos resaltan que el guatemalteco es muy hospitalario, una cualidad bastante difícil de encontrar en el resto del mundo.

Turismo cultural

Aun con todo lo que Guatemala ofrece, entre quienes se manejan en el mundo del turismo no queda la menor duda de que el país es un sitio ideal para el turismo cultural. “Si queremos competir con el mundo, el Mundo Maya debería ser la oferta guatemalteca por excelencia”, dice Diego Díaz, presidente de la Camtur.

El empresario no tiene tapujos para afirmar que, sin denigrar a nadie, resbaladeros y grandes hoteles los puede hacer cualquiera con inversión, pero mostrar la historia a través de sitios naturales que dan cuenta de una de las grandes culturas ancestrales del mundo, eso no se puede construir, asegura.

Claro que lo de los hoteles para hospedar a los visitantes es necesario y algo que debe hacerse de manera paralela a la promoción de nuestros sitios arqueológicos, sostiene el presidente de la Camtur, quien está claro en que el turista que viene a Guatemala es uno que se caracteriza por tener un elevado nivel cultural y de allí que le guste conocer sitios que le darán algo más que diversión.

Díaz no duda que la apuesta de Guatemala para el largo plazo debiera estar centrada en construir complejos turísticos con servicios de primer orden alrededor de los sitios arqueológicos. No encima de las ruinas por supuesto, pero si muy cerca como para facilitar el acceso del turismo a los lugares. Además, dice, el turismo de negocios hoy día está centrado en torno a grandes convenciones de negocios que le dan un plus a sus integrantes en términos de turismo.

Y es que el turismo que viene a Guatemala lo hace con fines culturales. No somos un destino de playa ni de aventura. Somos un destino de riqueza cultural, competimos con México y Perú. Si sabemos explotar este potencial, según Díaz, podríamos mejorar con creces a estos países.

El turismo sostenible

Ana Echeverría, de la comisión de turismo sostenible de la Asociación de Exportadores de Guatemala (Agexport), cuenta que hablar de turismo sostenible es hablar de empresas conscientes que manejan parámetros o criterios en el eje ambiental, sociocultural y económico, para que los sitios que ofrecen como destinos para el turista se mantengan y están especializados en actividades relacionadas con la cultura o la naturaleza.

Echeverría también está consciente de que Guatemala es receptora de un turismo cultural, por eso es que, dice, dentro de las empresas que están agremiadas a Agexport se promociona al país como el Corazón del Mundo Maya. Quienes hacen este tipo de turismo, asegura Echeverría, son personas con un alto nivel educativo, buscan servicios certificados y calidad. Este tipo de turista, por supuesto, paga más que otros, por eso hay que mantenerlo.

Según la ejecutiva, en la comisión a la que pertenece se ha tratado de involucrar a las comunidades para hacerlas partícipes, no sólo de su propio desarrollo, sino del conjunto de oferta que un turista debe tener.

El turista que viene a Guatemala busca arqueología, historia, costumbres, tradiciones, por eso es que en la oferta se va desde sitios hasta costumbres como la tradicional semana santa en Antigua Guatemala.

Lo cultural lo tienen claro los entrevistados, pero también saben que hay muchas áreas que pueden explotarse y que Guatemala las posee. Lo que todos, sin excepción, dicen, es que falta generar acciones conjuntas entre gobierno e iniciativa privada, tendiente a clarificar los propósitos del sector turístico a través de una política pública, pues falta mucho por hacer en términos de infraestructura, por ejemplo, para explotar el turismo natural y de aventura, para el cual Guatemala cuenta con innumerables parajes, pero que están lejos de la posibilidad del turista porque son de difícil acceso.

Guatemala tiene un gran futuro en materia turística. Lo que falta es que gobernantes y empresarios se sienten a dialogar y encontrar la forma en que ambos inviertan en hacer que el turismo crezca y siga generando divisas, trabajo y oportunidades para todos.

Carlos Morales Monzón
Periodista y profesor universitario
cmoralesmonzon@yahoo.com

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