Nadie duda de los logros obtenidos por la humanidad en el campo de la informática. El artículo publicado por GERENCIA en 1985 obviamente no fue escrito en una computadora portátil y ni siquiera fue enviado por correo electrónico, pero sí mostraba un dispositivo que muchos recordarán: el diskette .
GERENCIA presentaba en su edición de 1985 datos que hoy provocarían más de alguna sonrisa: “Más de tres mil sistemas y equipos de computación han sido instalados a la fecha en el país, así como alrededor de seis mil personas trabajando en computación e informática –la mayoría en el sector privado-”. De forma inmediata se pregunta el lector: ¿Qué empresa en Guatemala no cuenta con una computadora? O ¿Qué ejecutivo o técnico no utiliza una computadora o dispositivo similar?
Un foro con el mismo título del artículo hizo que GERENCIA, junto a la Asociación de Informática (ADIG), que en la actualidad cuenta con 42 miembros activos- presentara los beneficios de la interrelación entre la computación y los mandos gerenciales, oportunidad que se traducía en una mejor toma de decisiones, creatividad en los procesos y rapidez en sus mecanismos contables.
En esta década la mayor parte de profesionales que se dedicaban a la computación en nuestro país provenían de otras disciplinas, habiendo aprendido la computación generalmente en cursos de proveedores, en seminarios cortos o programas de adiestramientos interno de las empresas.
Es importante tener en cuenta que los programas universitarios en ciencias de la computación se iniciaron en Guatemala en 1977, casi al mismo tiempo en la Universidad del Valle y la Universidad Francisco Marroquín.
“Se calcula que gracias a la reducción drástica del costo de los equipos, la tecnología de la computación será tan familiar para los hogares como el teléfono. Se prevé que, en los países desarrollados, habrá dentro de 15 años una computadora en cada hogar, lo que transformará no sólo la educación, el tiempo libre, la relaciones sociales y la administración de los negocios, sino que la entera vida del hombre”, se indicaba en el artículo.
Y es que un “minicomputador” de 10 megabytes de memoria real, con unidades de velocidad no mayor de 2 MIPS llegaba a costar de 50 mil dólares a 500 mil dólares, equipo que solo lo manejaba cerca de 180 empresas del sector privado.
Hoy los números ya no son estáticos sino más dinámicos. Podríamos decir que, existen más de dos mil millones de computadoras en el mundo, pero el día de mañana otra persona comprará una “laptop” nueva porque la última se quedó corta en su velocidad y memoria… Y seguramente a esta persona no le costará medio millón de dólares.