Cuatro razones para mejorar la seguridad laboral
La salud y seguridad del trabajador se convierten en productividad
El 23 de julio de 2014 se aprobó el nuevo Reglamento de Salud y Seguridad Ocupacional (SSO) que especifica los procesos a seguir en las empresas para protección de los trabajadores.
Tres obreros mueren y 12 resultan heridos durante la instalación del sistema de ventilación en la construcción de una mega iglesia en la carretera a El Salvador. Dos muertos y 54 heridos fue el saldo del accidente ocurrido cuando un camión transportaba a 105 jornaleros en Flores, Petén. Accidentes de este tipo se producen constantemente en Guatemala.
Contratadores y trabajadores incumplen los requisitos básicos de salud y seguridad ocupacional, con resultados que se cuentan en vidas y falta de competitividad. En ese sentido, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social se propuso reformar la reglamentación.
El nuevo Reglamento de Salud y Seguridad Ocupacional (SSO), aprobado el 23 de julio de 2014, remplaza un texto que llevaba vigente desde 1957. Este reglamento especifica de forma más “puntual cada uno de los procesos de seguridad ocupacional que dejaba de forma vaga” el anterior documento, explica el doctor Julio Chícara, experto en la materia que contribuyó en la elaboración del mismo.
Ante una realidad difícilmente cuantificable de la débil situación del mercado laboral guatemalteco en materia de protección de sus trabajadores, con datos que apuntan al medio centenar de muertes y centenares de heridos reportados anualmente, pero que se multiplicarían dado el alto índice de informalidad que supera el 50 por ciento del empleo existente; aplicar normas de SSO beneficiaría en cuatro áreas.
Reglamento consensuado En un panorama ideal, el reglamento habría sido elaborado por los empresarios, los trabajadores y el Estado. Dada la realidad guatemalteca, contar con una representación sindical es poco plausible. El país se ha caracterizado por diezmar a los grupos de trabajadores organizados, tal y como demuestran informes como el presentado por el Movimiento Sindical, Indígena y Campesino Guatemalteco (MSICG): Guatemala. El costo de la libertad sindical.
No obstante, el trabajo realizado ha intentado consensuar los diferentes componentes del mundo laboral. Se obtienen un texto donde “se mencionan muy puntuales las acciones y equipos que se tienen que tomar y el proceso en el aprendizaje por parte de las empresas”, apunta el doctor Chícara. El nivel de detalle y la participación de los diferentes sectores garantizan el cumplimiento del documento.
Actualización de circunstancias
Este detalle vela por la salud de los trabajadores, mejora el ambiente interno y externo de las empresas, además del lógico aumento de la eficacia en la productividad. Se define la obligatoriedad que tiene el patrón de suministrar el equipo adecuado para la gestión del trabajo. Las normas siguen los estándares internacionales de ANSI (Instituto Nacional Americano de Estándares), NIOSH (Instituto Nacional para la Seguridad y Salud) u OSHA (Administración para la Seguridad y Salud Ocupacional), todos ellos por sus siglas en inglés.
El código de trabajo estipula las sanciones de la falta de cumplimiento del nuevo reglamento en doce salarios mínimos, además del juicio en base al informe de los investigadores ministeriales. El reglamento prohíbe explícitamente cuestiones como tener el requisito de la prueba de VIH/SIDA para obtener un puesto o considerar dicha infección como casual para la terminación de la relación laboral.
Sistematización y ampliación a todos los sectores productivos
Para el Ministro de Trabajo y Previsión Social, Carlos Contreras Solórzano, el reglamento incluye “elementos específicos como, por ejemplo, lo que se considera relativo a locales donde se deben desarrollar las labores, las cargas mínimas y toda la relación con el almacenamiento de materiales”. Además, se especifican las reglas de señalización, las condiciones higiénicas y el manejo de sustancias peligrosas o contaminantes, “al punto de los temas cancerígenos y otras enfermedades”, apunta el ministro.
Finalmente, está el tema de protección personal, que es uno de los ámbitos que mayor visibilidad y controversia generan. Los costos adicionales dificultan la implementación de la SSO por parte de algunos empresarios. En este sentido, hay escenarios especialmente sensibles como el uso de material eléctrico o la construcción. El trabajador, por su parte, si no le fue entregado el equipo y le capacitaron puede demandar a la empresa.
Mayor competitividad del sector productivo nacional
Doctor Julio Chícara, experto en seguridad.
Carlos Contreras Solórzano, Ministro de Trabajo y Previsión Social.
A mayor cumplimiento, mejor efectividad y calidad de trabajo, es el objetivo de este reglamento que pretende poner a las empresas guatemaltecas al nivel del mercado internacional. Los Tratados de Libre Comercio que nos vinculan con países estipulan estos requerimientos de SSO para poder negociar. La promoción de este marco legal laboral es una estrategia del fortalecimiento institucional de este gobierno. En este sentido, se persigue que todas las relaciones laborales estén dentro de estos pisos mínimos de seguridad social.
“Hay necesidad de generar un equipo que tengan las capacidades técnicas de supervisión”, reconoce Carlos Contreras Solórzano, Ministro de Trabajo, “no resignarnos a que las cosas sigan igual, tienen que transformarse”. Hay un Departamento de Fomento de la Legalidad que informa y asesora a los sectores económicos del país. “Al final de todo el debate, lo que se encuentra es productividad y economía. Si los trabajadores se mantienen sin afectaciones a su salud pueden ser más estables en el desempeño de sus labores, hay menos rotación, menos costos y mayores niveles de productividad”, concluye el ministro.
Ignacio Laclériga
Gecca, Gestión de la
Comunicación y el Cambio
ignacio.lacleriga@gecca.com.gt