Desarrollo de ciudades inteligentes en Latinoamérica

La infraestructura es uno de los factores principales para alcanzarlo

El término ciudades inteligentes hace referencia a las plataformas que se requieren hoy en día para soportar los grandes volúmenes de datos que se manejan en Internet. De acuerdo con Forbes, el mundo produce más de 2.5 trillones de bytes de datos al día. De allí que, la infraestructura refiere a las acciones y los dispositivos interactivos que existen, así como a la interoperabilidad necesaria, una conectividad y una potencia resilientes y la experiencia perfecta para el cliente en un entorno seguro, así lo afirma los Arquitectos de la Continuidad, de la compañía Vertiv, con sede en Columbus, Ohio, Estados Unidos.

Los expertos aseguran que, “en las ciudades inteligente las plataformas ayudarán a gestionar la recolección y el procesamiento de datos provenientes de múltiples fuentes para ofrecer información sobre temas de interés como las condiciones meteorológicas, los eventos, el estacionamiento y el transporte, tanto para los análisis como para la toma de decisiones”.

Es allí en donde cobran importancia los desafíos de implementación de estas plataformas en Latinoamérica, considerada la segunda región más urbanizada del planeta. Los pronósticos de esta compañía estadounidense apuntan a que, en 2050 se alcanzará una urbanización de hasta el 90%.

Instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (IDB), consideran que sí ha existido un proceso de urbanización en Latinoamérica, pero que esta se ha dado de manera desordenada, y que esto complica la movilidad, planificación urbana y servicios públicos. Pese a ello, se ven avances hacia estas iniciativas enfocadas en el transporte público, los edificios inteligentes, las redes de comunicación, el WiFi y la movilidad. Algunos ejemplos se localizan en ciudades como Santiago, México, Bogotá, Buenos Aires, Curitiba, Medellín y Montevideo.

Gustavo Pérez, director de Ventas para Cuentas Nombradas en Vertiv América Latina, expresa que, para que estas iniciativas sean exitosas, tanto los ciudadanos como los gobiernos, necesitan confiar en la infraestructura detrás de estas.

“Existen dos factores clave para fomentar esta confianza: la confiabilidad y la latencia. La red 5G y la computación en el borde serán contribuyentes importantes para alcanzar la baja latencia necesaria para conectar varias redes exclusivas de dispositivos móviles, sensores, automóviles, electrodomésticos y centros de datos. Una mezcla de instalaciones físicas y la nube creará el ecosistema adecuado para una infraestructura inteligente”, analiza.

Pérez indica que, “la infraestructura de borde adecuada es uno de los primeros pasos para alcanzar el nivel de capacidad informática y baja latencia que las ciudades inteligentes exigen”.

Para que las decisiones sean más apropiadas en términos de infraestructura, Vertiv presenta un marco con modelos de infraestructura de borde específicos:

  • Borde del dispositivo: la computación se encuentra en el dispositivo final. Se encuentra integrada en el dispositivo, por ejemplo, una cámara de video inteligente con capacidades de inteligencia artificial, o es un “borde complementario”, es decir, una computadora conectada a un vehículo guiado de forma automatizada.
  • Microborde: una solución pequeña e independiente que varía en tamaño (de uno o dos servidores hasta cuatro racks). Por lo general, se instala en el propio sitio de una compañía.
  • Centros de datos en el borde distribuido: un centro de datos pequeño de menos de 20 racks que se ubica en sitios empresariales, instalaciones de telecomunicaciones o sitios regionales.
  • Centro de datos en el borde regional: una instalación de centro de datos ubicada fuera de los concentradores de red de los centros de datos Core. Comparte muchas de las características de los centros de datos de hiperescala.

Los expertos de Vertiv concluyen en que, las ciudades inteligentes poseen el potencial de aprovechar la tecnología para beneficiar la manera en que trabajamos, viajamos, nos conectamos y hacemos negocios. Sin embargo, señalan que, necesitamos elegir la infraestructura de borde adecuada y tomar decisiones importantes sobre la mejor manera de usar nuestra infraestructura inteligente y dónde invertir.

Para Pérez, “las partes interesadas que trabajan en la creación de un entorno de ciudades inteligentes en Latinoamérica, como los gobiernos, las telecomunicaciones y las empresas, hacen bien en preguntarse: ¿cuál es el modelo de infraestructura de borde adecuado para mis necesidades y cómo puedo crear una infraestructura que soporte la latencia y confiabilidad requeridas?”. El ejecutivo indica que, la respuesta a esta pregunta marcará el camino hacia el futuro.

Redacción
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