En pos de la recuperación, medidas para paliar la crisis
La pandemia del coronavirus tiene a la economía nacional de rodillas. Pero el gobierno asegura que, con la implementación de sus medidas que incluyen una inversión pública de Q18 mil millones en dos fases (Q7 mil millones primero y Q11 mil millones después), Guatemala saldrá adelante
La pandemia del coronavirus no solo está afectando la salud mundial sino también la salud financiera de los países. La recesión será una secuela obligada tras esta situación que afecta a miles de habitantes del mundo y ha provocado la muerte de otros tantos miles.
Guatemala no puede ser la excepción. Aunque la pandemia tardó en llegar al territorio chapín, sus efectos ya se notan. Algunos han cerrado temporalmente sus instalaciones. Cadenas de restaurantes como Pollo Campero o McDonald’s cerraron sus instalaciones casi el mismo día en que se supo de la muerte del primer caso de contagio. Claro que, casi todos los que pueden y tienen, se han quedado, en el caso de las ventas de comida rápida, con el servicio de reparto a domicilio. Las farmacias también lo mantienen. Las disposiciones legales, además, les dan ese beneficio, pues al resto de actividades se les ha ordenado el cierre de operaciones, por el bien de sus empleados.
También los distribuidores de artículos de consumo básico y de higiene están autorizados para funcionar, así como mercados y supermercados, pero solo hasta las 12 horas de cada día. A partir de las 16 horas y hasta las 4 de la mañana de cada jornada diaria, las calles deben quedar vacías cumpliendo con el toque de queda que impuso el presidente Alejandro Giammattei y su consejo de ministros. Por supuesto que la medida no es para nada dictatorial desde la visión política ni económica. Solo pretende garantizar el resguardo de los pobladores para evitar aglomeraciones y reducir las posibilidades del contagio de esta pandemia conocida como Covid-19, una cepa nueva de coronavirus que carece aún de un tratamiento directo para su eliminación.
El principal problema del Covid-19 es su rápida capacidad de contagio, por ello el mandatario y su gabinete, desde los primeros días, ordenaron la suspensión de actividades masivas como conciertos, encuentros deportivos y las tradicionales procesiones de la cuaresma y la Semana Santa.
Pero todo esto ha sido en bien de la población. El problema es que, lo que favorece a la salud de las personas, en esta oportunidad afecta a la salud financiera de los negocios. No importa su tamaño, todos están siendo afectados. Y ahora, dos semanas después de que se han impuesto las medidas, no solo los negocios en su actividad formal. La falta de ingresos por el paro obligado está dando lugar a despidos, reducciones de salarios y hasta cierres de empresas. Algunas lo anuncian de manera temporal, pero otras de manera definitiva porque no logran contener los efectos de sus pérdidas.
¿Cómo pagar salarios o abastecer inventarios cuando no hay ingresos? Esa es una pregunta clave, pero también el origen de la respuesta al problema. Por eso el gobierno ha comenzado a implementar algunas acciones que, aunque tímidas para muchos, de algo podrán servir para paliar la crisis económica que genera la expansión de la pandemia en el territorio guatemalteco.
En esta oportunidad,
lo que favorece a la salud
de las personas afecta a la salud
financiera de los negocios
Las medidas
El lunes 23 de marzo, el presidente Giammattei se presentó en Cadena Nacional, acompañado de su Ministro de Finanzas Públicas, Álvaro González Ricci; el presidente del Banco de Guatemala (Banguat), Sergio Recinos; el Superintendente de Administración Tributaria (SAT), Werner Ovalle; el Superintendente de Bancos, Érick Armando Vargas, y Gustavo Mancour, el presidente del banco del estado, Crédito Hipotecario Nacional (CHN), para anunciar una serie de disposiciones económico-financieras que tienen como objetivo iniciar la contención de los efectos dañinos de la pandemia en la economía nacional.
Para iniciar, el jefe de la cartera de la Hacienda Pública anunció que pediría al Congreso se le autorizaran Q7 mil millones para responder al Estado de Calamidad decretado tras conocerse el avance de la pandemia. Buena parte de ese dinero, según el ministro, estaría garantizado por fuentes de financiamiento crediticias como el Banco Mundial (BM), el BID y el BCIE. De hecho, mencionó un préstamo por US$200 millones que daría el BM. Pero también habló de un préstamo para apoyo presupuestario por US$250 millones, además del uso del Fondo Emergente por Q230 millones y el de saldos sin ejecutar que alcanzan los Q522 millones.
Claro que eso no fue todo. La intervención de González Ricci fue solo la antesala para que el resto de los funcionarios dieran a conocer detalles sobre su área de influencia. Recinos, por ejemplo, habló de haber autorizado, a través de la Junta Monetaria (JM), una reducción de 50 puntos básicos en la tasa de interés líder, cuyo efecto esperado sería el abaratamiento de los créditos para la producción y el consumo. En esa misma línea, a solicitud de la Superintendencia de Bancos, la JM también revisó el reglamento de créditos para flexibilizarlo y facilitar la renegociación de préstamos empresariales e individuales. Y, por si fuera poco, Recinos destacó también la intervención del Banguat en el mercado cambiario, a efecto de reducir los efectos en el alza del precio del dólar, que en estos días ha rebasado los 8 quetzales por cada dólar.
El superintendente de bancos, Érick Vargas, no hizo sino confirmar lo expresado por Recinos. Habló de la solicitud de revisión del reglamento de créditos, pero hizo hincapié, según él, en la buena recepción del sistema bancario para con las medidas que, dijo, ya se están poniendo en marcha. Mencionó como un agregado que, debido a la emergencia, el sector asegurador del país comenzó a aceptar los problemas derivados de la pandemia como parte de los gastos médicos que antes no eran incluidos en las pólizas, pero que ahora lo hacían como muestra de buena voluntad.
Vargas agradeció el apoyo de los líderes del sector bancario y financiero e hizo un llamado a la tranquilidad, pues aseguró que el sistema financiero en su conjunto se encuentra líquido, solvente y sólido para enfrentar cualquier crisis.
Una medida bien recibida por el sector económico fue la de haber autorizado un diferimiento en los pagos para todo aquel deudor clasificado en la categoría A, al 29 de febrero. Quienes cumplieran con ese requisito podrían apelar ante las instituciones de crédito para que sus pagos de marzo, abril y mayo se pudieran correr sin que ello afecte su récord crediticio. Y si de apoyar al empresario se trata, advirtió que trabajan en las formas de respaldo a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes).
Aplazan pago de impuestos
La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) no podía dejar de pronunciarse ante la situación y, a través de Werner Ovalle, el superintendente interino, anuncio el aplazamiento de pago de impuestos autorizado a través de la resolución SAT-DSI.280-2020, a través de la que se declaran inhábiles los días del 14 de marzo al 14 de abril, inclusive. En el fondo, el anuncio de Ovalle fue que los vencimientos de pago de impuestos previstos para la segunda quincena de marzo, se corrían, en su mayoría, para el 15 de abril, el resto para los días subsiguientes.
El toque final lo dio Gustavo Mancour, presidente del CHN, quien anunció una serie de líneas de financiamiento que la entidad ha puesto a disposición del sector productivo, así como de aquellos que pretenden ingresar en el club del emprendedurismo.
Para sus tarjetahabientes directos, el CHN anunció un recorte del 50 por ciento en sus tasas de interés para las tarjetas de crédito, además de la autorización de un extrafinanciamiento para todos sus clientes, de tal forma que puedan suplir sus necesidades de gastos para estos días de crisis. Incluso habilitó una línea de telemedicina, sin costo alguno, donde sus clientes pueden llamar para hacer sus consultas médicas.
En términos de créditos para la actividad productiva, Mancour habló de una línea de Q400 millones para pequeños y medianos empresarios que necesitan cubrir el pago de planillas o capital de trabajo. Dijo que se autorizarían préstamos hasta por Q1 millón por entidad con tasas variables de 8.5 por ciento anual sobre saldos y hasta 36 meses para pagar.
A lo anterior agregó otra línea inicial de Q100 millones para fomento del emprendimiento. Esta estaría ligada principalmente a graduandos de los programas del Intecap, interesados en abrir sus propios negocios y poner en marcha real sus conocimientos aprendidos en esa institución.
Estos créditos, según aseguró el presidente Giammattei, se ofrecen con hasta 6 meses de gracia y hasta 36 meses para pagarlos.
La segunda fase
Si Q7 mil millones, que luego fueron aprobados por el pleno del Congreso para atenuar la crisis, fueron la fase inicial, el mandatario afirmó el domingo 29 de marzo que presentaría ante el Legislativo una nueva iniciativa para la segunda fase de la recuperación económica.
Giammattei aseguró que se trata de la solicitud de autorización de Q11 mil millones más que serían distribuidos en varias líneas de apoyo, no solo empresarial sino también familiar. Por ejemplo, en este último caso, habló del apoyo financiero a unas 200 mil familias de las más vulnerables del país, a las que se les otorgaría un estipendio de Q1,000 como apoyo para su subsistencia. Estos recursos saldrán del uso de Q200 millones que están en el Fondo de Emergencia, mientras que el Congreso aprueba lo que se está solicitando para ampliar la ayuda.
De acuerdo con el mandatario, con este dinero las familias podrán “arrancar abril y satisfacer sus necesidades mínimas y básicas como ir al mercado y aprovisionarse de alimentos, pagar la luz y pagar el agua”. Se tomarán otros Q72 millones del Ministerio de Desarrollo Social, que es lo que se tiene en disponibilidad, para poder juntar Q272 millones y así poder llegar con el apoyo financiero a 272 mil familias necesitadas en las áreas más vulnerables del territorio nacional.
Facilitando recursos a la población para cubrir sus necesidades, también se apoya el sector productivo, pues las familias podrán consumir productos y usar servicios que deben pagar. Pero también habló de otros apoyos destinados al sector empresarial, de tal manera que puedan levantarse de este golpe tan fuerte, para el que nadie estaba preparado.
La iniciativa fue presentada el lunes 30 de marzo ante el Congreso de la República, de manos del propio Ministro de Finanzas y, como algo extraño pero beneficioso para la recuperación económica, fue bien recibido por la totalidad de bancadas representadas en el pleno del Legislativo.
Carlos Barreda, jefe de bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), por ejemplo, dijo que por primera vez veían una iniciativa bien estructurada, bien planteada, con fuentes de financiamiento bien definidas y, sobre todo, con líneas claras de hacia donde se dirigirían los fondos, por lo que no dudaban en apoyarla para garantizar la recuperación económica del país tras la crisis de la pandemia del Coronavirus.
Guatemala vive un mal momento, como lo vive el mundo. Pero se espera que con estas y otras medidas, así como con el empuje y la voluntad de todos los guatemaltecos, juntos se salga de la crisis y nos encaminemos a una fase de recuperación pronta, agresiva y exitosa.
Carlos Morales Monzón
Periodista y Profesor Universitario
Revista GERENCIA
cmoralesmonzon@yahoo.com