Entidades financieras compiten por captar más remesas

Bancos y empresas mantienen una fuerte y dinámica competencia por las divisas y aprovechan la tecnología para atraer más clientes

El flujo de remesas que llega al país será constante en los próximos dos años, el rubro se ha convertido en la segunda fuente más importante de ingresos, por consiguiente, las entidades financieras libran una sana batalla por captar esos recursos, que muestran un crecimiento constante desde 2010.

Según el Banco Mundial, los bancos son los conductos más costosos para el envío de remesas, seguido por las oficinas de correos. Aunque la tecnología permite distintas formas de envío, los costos son altos. En el tercer trimestre de este año, el costo por el envío de US$200, de Estados Unidos a Guatemala, va desde US$5.06 hasta los US$10.88, dependiendo de la firma con quien se haga la transacción. El costo promedio es de US$7.99, según el sitio remittanceprices.worldbank.org.

La página muestra que son 18 las firmas u operadores que prestan el servicio para el envío de remesas, el pago puede hacerse en una hora o hasta en seis días, con depósitos a cuentas bancarias, tarjetas y en efectivo.

Fuerte competencia
Las remesas representan alrededor del 12% del Producto Interno Bruto (PIB), según Édgar Guzmán, gerente general del grupo financiero Banrural, por lo que el banco lanzó la aplicación Amigo Paisano desde 2018. Con ello, los envíos desde Estados Unidos se pueden hacer desde cualquier dispositivo móvil, de manera rápida y segura. “La plataforma opera las 24 horas, en 49 Estados y cuenta con 1.5 millones de clientes. Por más de 15 años, Banrural ha gestionado más del 50% de remesas que ingresan a Guatemala. En 2018 percibieron unos US$4 mil 500 millones del total de las remesas que llegaron al país, puesto que cuentan con 3 mil 500 puntos de servicio”, afirma el gerente.

El Banco de los Trabajadores (Bantrab) lanzó el programa “Estés donde estés”, con el objetivo de apoyar a los guatemaltecos que emigraron a Estados Unidos, a sus familiares y a los retornados. El envío de remesas es sin ningún costo durante el primer año, a través de la aplicación Remesas BT, en alianza con Uniteller. La aplicación solo puede descargarse en suelo estadounidense, según Herbert Hernández, director de la División Comercial, quien destaca que “el proyecto es integral con un enfoque social”.

Cifras atractivas
Francisco Beltranena, analista geopolítico, considera que cada vez hay mejores opciones para el envío de remesas y que es parte del mercado querer captar la mayor cantidad de divisas posibles, y que, con ese fin, algunos bancos hacen un fuerte trabajo de hormiga. “Es difícil que el monto de las remesas disminuya, debido a que los guatemaltecos en Estados Unidos cada vez son más productivos”.  El 97% de las transferencias provienen de Estados Unidos, y para que las remesas mermen, tendrían que ocurrir deportaciones significativas que permitirían un conflicto de orden humanitario, indica Beltranena.

Los bancos compiten por captar los recursos y esto es normal, ya que tiene que ver con la red de servicios que ofrecen, asegura el economista y exministro de Economía, Érick Coyoy. El buen desempeño de la economía estadounidense es una buena señal para la fuerza laboral guatemalteca. “Mientras la estructura productiva no logre atraer nuevas inversiones y desarrollar nuevas actividades económicas, la población no va a tener una fuente de ingresos acá dentro del país y la migración seguirá siendo una opción para miles de personas, por lo que las remesas no disminuirán”. 

El trabajo de los migrantes se refleja en las remesas, que en 2018 crecieron 13.37%, la cifra alcanzó los US$9 mil 287.7 millones. El principal destino es el consumo en los hogares. La proyección del Banco de Guatemala (Banguat) es cerrar con US$10 mil 300 millones para este año. El año pasado Guatemala ocupó la segunda casilla en cuanto a la recepción de remesas, Colombia ocupó la primera casilla.   

Se estima que hay dos millones de guatemaltecos que viven en el extranjero, sin embargo, el 97.1% de las remesas familiares que llegan al país vienen de Estados Unidos, el resto proviene de Canadá, Noruega, España y México, según el informe “Migración y Remesas” de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes). Los receptores de remesas en el país utilizan los recursos para el mantenimiento de sus hogares, aunque un alto porcentaje sí ahorra o invierte en salud y educación, según el informe de Asíes. 

Un alto porcentaje
de las remesas que
ingresan al país
se destina al consumo

Hablar de US$10 mil millones anuales en remesas no es una cifra despreciable para nadie, el punto es que un alto porcentaje es que se va en consumo, por lo que hay que apostarle a la educación financiera para que las personas puedan invertir su dinero, expresa Jahir Dabroy, investigador de Asíes. “Las remesas también se invierten en construcción que se convierte en un símbolo de estatus en la comunidad, pero no hay demanda para ese tipo de inversiones. La educación financiera permitirá incentivar el ahorro y proyectos de emprendimiento”.

Guido Rodas, analista económico, expresa que, debido a las nuevas políticas migratorias implementadas por la nueva administración estadounidense, se prevé un crecimiento sostenido en el envío de remesas para los próximos dos años, ya que, ante la incertidumbre, los connacionales tratan de enviar todos los ahorros posibles. 

Que los bancos estén tratando de captar los fondos provenientes de las remesas es sano, porque genera competencia y los operadores ofrecen mejores opciones, por lo que “el sector financiero debe orientar e incentivar que las personas utilicen las remesas para invertir en capitales productivos y no solo en el consumo”, enfatiza Rodas.

Según Dabroy, el Banguat proyecta que en los siguientes años las remesas tendrán un crecimiento sostenido, por lo que hay que aprovechar esos recursos que llegan al país. En dos años la cifra de remesas alcanzará los US$11 mil millones y eso es bueno para el país, concluye Beltranena. 

 

Guillermo Ramírez
Periodista
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.com.gt

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