La tecnología agiliza la contratación de transporte privado
Desde el celular puedes solicitar taxi o vehículo particular
Contratar el servicio de taxi o transporte privado en la ciudad de Guatemala es cada vez más fácil. Para los apasionados por la tecnología, basta con bajar al teléfono celular una de las dos aplicaciones disponibles: la nacional VIT o la internacional Uber. También se puede solicitar vía telefónica o haciendo la tradicional parada en las calles de la metrópoli.
El intenso tráfico, las deficiencias del transporte público y la necesidad de movilizarse rápidamente han hecho que más guatemaltecos se movilicen en estos vehículos. Ante esa demanda, micro, medianos y grandes empresarios ponen a circular diariamente entre 8 mil y 10 mil carros.
Ricardo Rodriguez, director de Ciklo.
La competencia es fuerte. Por ello, los oferentes buscan brindar un servicio rápido, seguro, a buen precio y de fácil acceso. Las alianzas parecen ser el camino, aunque aún queda por resolver, qué hacer para trabajar en igualdad de condiciones.
Del app, a la puerta de la casa
En la actualidad, los millennials y los adultos que ha migrado al mundo digital basan la vida en el celular. Requieren de un “app” para satisfacer sus demandas. Si de transporte se trata, las opciones en el país son VIT y Uber. Ambas se descargan fácilmente, desde PlayStore para Android y desde AIOP para Iphone.
Conocida anteriormente como Ciklo, VIT es una plataforma desarrollada en Guatemala que aglutina a los taxis blancos, amarillos y verdes, así como a diversos oferentes de transporte privado. “Dentro de la aplicación, el cliente solicita taxi o vehículo privado”, indica Ricardo Rodríguez, director de Ciklo, quien también explica que la búsque
da puede categorizarse entre “todos los taxis disponibles” o exclusivamente “taxis amarillos”, o entre “carro particular” o vehículo “Premium”. El precio dependerá del servicio seleccionado.
Ricardo Álvarez, encargado de mercadeo de Ciklo.
“Lo que pretendemos con VIT es ser la plataforma con el mayor número de conductores registrados”, dice Rodríguez. Y con ello, brindar un servicio rápido. “Que en tres minutos, el taxi esté en el lugar solicitado”, indica. La empresa también ofrece el servicio de call center, a través del número 2375 1600, para atender a quienes no poseen o no se acostumbran a realizar las solicitudes desde el móvil. “El 40 por ciento utiliza el call center; el 60 por ciento restante usa la aplicación”, comenta Ricardo Álvarez, encargado de mercadeo de Ciklo.
Los taxis amarillos continúan brindando el servicio desde el call center 1766; pero, ahora también lo hacen desde la plataforma VIT. “Nos llenó de orgullo encontrar que en el país la empresa Ciklo S.A. ofrece tecnología moderna y eficiente, por eso hicimos una alianza con ellos”, comenta Rodolfo Neutze, fundador y director de Taxis Amarillos. “Ahora pueden pedir nuestro servicio desde esa aplicación, con la misma confianza de siempre”, añade.
Por su parte, la internacional Uber entró al mercado nacional en diciembre del año pasado, constituyéndose como una alternativa de transporte no rotulado. A ella se afilian pilotos particulares con vehículos de modelos recientes. Las solicitudes se realizan exclusivamente por medio de la aplicación, a través de teléfono celular.
“Como mi carro se descompuso, bajé la aplicación de Uber y solicité el servicio”, comenta Aída Nájera, jefa de Recursos Humanos de una empresa privada. Y aunque reconoce que el servicio tardó bastante en llegar y que no es posible solicitarlo con un día de anticipación, lo recomienda debido a que los pilotos suelen ser más atentos que los taxistas y, principalmente, porque el precio es más bajo. En esto último coincide Jorge Ordóñez, biólogo y usuario de Uber, quien además indica: “puedo pagar con tarjeta de crédito, los carros son bonitos y están limpios”.
Precio, seguridad e igualdad de condiciones
Si bien, el precio es una ventaja de Uber, los empresarios guatemaltecos consideran que esto será momentáneo, mientras se dan a conocer en el mercado nacional. También indican que los conductores que se suman lo hacen ante la oportunidad de obtener nuevos ingresos, pero que como la comisión que pagan es alta, del 25 por ciento, y a eso suma la inversión en el vehículo y el mantenimiento, es probable que al encontrar otra forma de ganarse la vida se retiren.
Rodolfo Neutze, fundador y director de Taxis Amarillos.
Al respecto, Neutze y Rodríguez coinciden en que eso no sucede con los taxistas, pues llevan más de una década en el negocio. Lo que sí señalan, es la desigualdad de condiciones en las que operan. “Nosotros tributamos. Se pagan placas especiales para vehículos de alquiler, se adquieren permisos municipales y se invierte en pintura y rótulos”, explica Neutze.
Rodríguez, por su parte, añade que también proporcionan factura. Al respecto, Nájera y Ordoñez relatan que al finalizar el viaje en Uber obtienen un recibo, no así, factura. Marco Vinicio Martínez, otro empresario del transporte, añade que los taxistas deben asistir a las capacitaciones que organiza la municipalidad y cumplir las normativas específicas, aspectos que no rigen para los vehículos privados.
“No nos oponemos a la competencia, lo que es necesario es que la Municipalidad regule la actividad y garantice la igualdad de condiciones”, enfatiza, argumento que es compartido por Neutze y Rodríguez.
La internacional Uber entró al mercado nacional en diciembre del año pasado, y se constituyó en una alternativa de transporte no rotulado.
No obstante, la tecnología aplicada al servicio de transporte contribuye positivamente a la seguridad de los usuarios, dado que las plataformas, tanto Uber como VIT, registran los datos y ubicación del usuario y del piloto. Y, en el caso de éstos últimos, ambas entidades se han dado a la tarea de investigarlos previamente y procurar estándares adecuados para la prestación del servicio.
Nancy Avendaño M.
Periodista y profesora universitaria
nancyave@yahoo.com