Pasos a seguir en la paulatina vuelta a la normalidad

Las medidas de protección para evitar el contagio deben continuar. Pero, la producción, la economía y la vida diaria también necesitan reanudarse

Estudiosos del tema ven un buen manejo de la pandemia en Guatemala. David Casasola, analista del CIEN, comenta que la primera reacción del gobierno, en cuanto a las medidas de confinamiento, fueron adecuadas y necesarias mientras el país lograba cierta infraestructura hospitalaria que le permitiera atender exclusivamente los casos de Covid-19. Y es que, debemos recordar que antes de la pandemia, el país ya contaba con un sistema de salud colapsado.

Según el experto, en este momento los problemas son más de apoyo económico. Pues, si un 70% del país vive en informalidad, es lógico que la mayoría necesite salir a la calle para obtener los ingresos del día, pero la cuarentena continúa. Es allí en donde Casasola identifica un desfase entre la unidad de confinamiento, que comenzó bien con un comité epidemiológicos, la restricción en fronteras y otras medidas que se endurecieron en marzo, pero que contrasta con el impacto económico que se está haciendo cada vez más evidente en mayo.

Ante esta reflexión, los analistas indican que levantar las restricciones es un paso necesario que hay que dar, aunque gradualmente. “Países como Guatemala no tienen la capacidad fiscal para mantener cerrada la economía. Tampoco cuentan con mecanismos para hacer llegar la ayuda a quien más lo necesita. Por ello, no es sostenible que la economía esté paralizada hasta que se tenga la vacuna o hasta que se alcance una tasa de cero contagios”, indica Casasola.

Por ello, va a ser necesario comenzar por implementar aperturas ordenadas y de forma cautelosa. Un proceso en el que la población deberá colaborar. Lo bueno es que la crisis nos ha dado el tiempo de reflexión suficiente para estar conscientes de la seriedad del problema. El investigador analiza que, el simple hecho de salir con mascarillas a la calle nos recuerda que estamos en un nuevo normal y que todos debemos acatar las medidas de protección para seguir operando.

Asimismo, advierte sobre la necesidad de contar con manuales de operación y adaptarlos a la economía informal, que representa un 70% de los negocios. Sin embargo, hay que recordar que este es un desafío, porque estos protocolos son inexistentes, ya que Guatemala nunca había enfrentado una crisis de este tipo.

China, por ejemplo, vivió los efectos del SARS en 2005, y ese aprendizaje les dio ciertas ventajas. Ya sabían de protocolos de sanitización y la gente mostraba más colaboración para dar información sobre focos de contagio. De alguna forma, contaban con una curva de aprendizaje parecida, y esto les permitió no parar por completo la economía. Por esta misma razón, indica el experto, países como Corea del Sur o Taiwán han podido luchar contra el virus y en paralelo mantener cierta actividad económica.

Con la experiencia de otros países y la propia que ahora se tiene sobre la pandemia, se debe trabajar sobre los protocolos indispensables para la reapertura. Sin embargo, el economista llama la atención sobre los desafíos con que Guatemala contaba antes de esta crisis. Por ejemplo, en el transporte público, se carecía de un orden, una organización de paradas o una administración de subsidios. A esto hay que sumarle los esfuerzos que se van a necesitar para organizar las rutas y administrar el número de pasajeros razonables para evitar contagios.

En cuanto a la educación, Casasola considera que será de los últimos temas que se van a resolver, porque ser más delicado y sensible. Se trata de niños, quienes no dimensionan los problemas. Por otro lado, habrá que evaluar la infraestructura de las aulas y estudiar posibilidades como turnos para impartir clases. Porque hay una gran cantidad de escuelas que no cuentan una infraestructura que soporte el distanciamiento y que contribuya al resguardo de la salud, lo lamentable es que tampoco poseen infraestructura para impartir clases en línea.

Por ello, habrá que reorganizar los pénsum para proteger la calidad académica. Una solución que ve el economista, es que “las vacaciones sean más cortas, pues habrá que evaluar los días efectivos de clase una vez se normalicen las actividades”.

Lo importante es no perder de vista que los desafíos son en parte por la nueva realidad, pero también por las materias pendientes que tenía Guatemala antes de esta crisis.

La pandemia
vino a evidenciar
muchas falencias
que ya tenía Guatemala

“La reapertura económica de ninguna manera va a resolver el empleo informal que ya se tenía y los programas de ayuda no van a solventar los desafíos de gestión que ya existían. Ni siquiera hemos sido capaces de armar un padrón único de beneficiarios que garantice que no se duplique la ayuda o se deje fuera a los grupos más vulnerables”, explica Casasola.

Agrega que, Guatemala en los últimos 19 años ha gastado casi el 46% de sus ingresos en gastos social, es uno de los países con mayor grado de desnutrición crónica en el mundo y cuenta con un 59% de pobreza.

Dada las condiciones críticas a nivel socioeconómico, el analista pone una importante conclusión sobre la mesa: “esta pandemia solo vino a evidenciar muchas falencias que ya se tenían. La situación es solo un reflejo de la incapacidad previa, y si no se toman las medidas pertinentes, el país podría quedar mucho peor de lo que estaba”.

Ileana López
Directora
Revista GERENCIA
gileana@agg.com.gt

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