Las ventas de paca siguen de moda en Guatemala. Pero no son nuevas. Fácil llevan unos 22 años de existir. A mediados de la década de los 90, se convirtieron no solo en un negocio redondo para muchos que no tenían recursos para invertir ni en una pequeña empresa, sino también en la facilitación de vestimenta para aquellos cuyos recursos no les alcanzaban ni para ropa nueva de baja calidad.
En realidad se convirtieron en una parte importante de la economía guatemalteca, aunque rechazada por aquellos empresarios que en la formalidad se dedicaban a la fabricación de ropa.
Ese papel ambivalente que jugó la ropa usada hizo que la Revista GERENCIA decidiera dedicarle un tema de portada. Corría el año 1995 y, según cuenta Luis Ixbalanqué de León, las pacas se encontraban por todos lados, principalmente en los mercados cantonales. Pero comenzaban también a aparecer en los barrios marginales y en los pueblos del interior del país.
La Gremial de Textil y la Gremial de Tejidos de Punto de la Cámara de Industria, acusaban a ese sector informal de evadir al fisco, solo en 1994, Q145 millones. También de ser el responsable de provocar el cierre de 54 empresas, con efectos negativos para más de 55 mil personas que dependían de esa industria, directa e indirectamente.
Muchos hoy no lo creerían, pero entonces Manuel Ayau (+) se convirtió en un defensor teórico de las ventas de paca. Entrevistado por Revista GERENCIA , Ayau dijo que, “las pacas son una bendición para la gente”. El personaje era el Rector Emeritus de la Universidad Francisco Marroquín y sostenía tal teoría bajo la premisa de que respondían a las necesidades de las personas y solucionaban uno de sus problemas. Según su criterio, las pacas aumentan los ingresos reales de los guatemaltecos, quienes gastan menos adquiriendo ropa usada, que nueva.
En el fondo lo que dejaba claro Ayau es que, si se quería que las personas consumieran ropa nueva, debía trabajarse en mejorar sus ingresos, lo que era en principio un buen comienzo para buscar la forma de erradicar la pobreza.
No todo en la vida económica resulta lógico para el común de los mortales. Pero los entendidos hablan y GERENCIA se ha dado a la tarea de trasladar sus opiniones. La idea es que sus lectores conozcan las diferentes visiones existentes sobre los distintos temas de la vida nacional, que puedan afectar la toma de sus decisiones empresariales.