Tecnología para la confección
El mundo de la moda es cambiante y rápido, por ello quien quiera entrar en él debe estar dispuesto a ofrecer calidad, pero con rapidez en la entrega. Para ello, la tecnología puede ser su mejor aliada.
Dicen los que saben, conocen y han vivido la experiencia que, en la industria del vestuario, normalmente, todo empieza con alguien que sabe del corte y de la confección, y que tiene una máquina de coser tradicional. Lo demás es aprendizaje, dedicación, contactos y crecimiento.
En el mundo hay diversidad de empresas que se dedican a esta industria. Y las hay de todos los tamaños, desde micros hasta grandes industrias que se dedican a la confección en serie, principalmente para la exportación de sus prendas.
En Guatemala, a estas industrias se les conoce como maquilas y se dedican a proveer de pedidos a marcas mundiales como Tommy Hillfiger, Polo Ralph Lauren, Guess, Nike y Adidas, entre otras.
Para ello, se instalan en el país con equipos tecnológicos que cada vez son más avanzados y facilitan el corte y la confección de las prendas, a tal punto de que muchas ya son automatizadas y van requiriendo menos personas para su operación.
Voz de experto
En Guatemala, los confeccionistas se aglutinan, en su mayoría, en la Asociación de la Industria de Vestuario y Textiles (VesTex), organización agremiada a su vez a la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport). Luis Óscar Estrada es su gerente y posee una amplia experiencia en el ramo, misma que le ha valido para ocupar cargos importantes de representación del gremio, incluido un nombramiento como ministro de Economía.
De acuerdo con Estrada, el subsector de vestuarios y textiles es en el país uno de los más dinámicos y de mayor crecimiento sostenido. Y las cifras lo respaldan pues, según el Banco de Guatemala (Banguat), entre enero y junio de este año ha exportado US$812 millones, equivalentes al 14.58% del total de las exportaciones del país. Pero eso no es todo, ya que es importante resaltar que esa cifra le ha representado un crecimiento del 4.9% por ciento respecto al mismo período del año anterior.
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Hoy en día y desde hace ya bastantes años, según Estrada, Guatemala ya no es visto como un país de mano de obra barata en el mundo de la confección. Hemos cambiado para ser un país visto por la calidad y por poseer una cadena completa en la producción de las prendas, dice el gerente de VesTex, quien remarca que nos ven como productores de “paquete completo”.
Las empresas guatemaltecas ofrecen ahora, no solo mano de obra para la costura sino también otros servicios e insumos complementarios que le dan valor agregado a la prenda de vestir que se está exportando.
Guatemala es un país visto por la calidad
y por poseer una cadena completa en la producción de prendas
El mundo de la moda es un mundo cambiante y dinámico. Quien no se adapte a la velocidad de sus cambios está, sin duda alguna, fuera del mercado. Y Guatemala ha sabido adaptarse maravillosamente, al mantener velocidad en la fabricación, pero sin perder la calidad de las prendas.
Tecnología para la moda
En la actualidad, por ejemplo, hay mucha nueva tecnología que se ha incorporado al sector. No hacerlo significaría perder rapidez y retrasarse en las entregas. Por tanto, eso conllevaría perder espacios en ese mundo cambiante de la moda. Las empresas ofrecen operaciones como la sublimación, que no es otra cosa más que la impresión digital directa en la tela.
Eso significa que los diseños ya no necesariamente deben tejerse, sino que, valiéndose de los avances tecnológicos, ahora se diseñan en computadora y luego se imprimen sobre la tela para darle el toque requerido.
En la industria de uso local esa parte de la sublimación es muy usual para la confección de telas con destino deportivo. Los equipos de fútbol, por ejemplo, gustan hacer sus uniformes emulando a los famosos del mundo como el Barcelona, el Real Madrid, el Bayern de Múnich, la Juventus o el París San Germain, solo por mencionar algunos. Entonces ya no es necesario que para las combinaciones de colores se utilicen diversos tipos de tela y luego se tengan que unir en el proceso de la fabricación. Basta con que se soliciten las piezas con tal o cual diseño para que, a través del proceso de la sublimación, el proveedor proceda a la impresión y así se hagan las costuras mínimas necesarias para que el cliente pueda vestir como lo desea.
El mundo de la tecnología provee también de maquinaria para el corte o cosido para los detalles de la tela según los patrones indicados. Las tradicionales máquinas de coser a base de pedaleo, por ejemplo, aunque aun existen en talleres pequeños, están pasando a la historia y dejando su lugar a otras máquinas planas de mayor capacidad industrial, que funcionan a base de motores eléctricos.
Solo para el tipo de costuras de unión hay sobre hiladoras, como las fileteadoras o las recubridoras, que se encargan de cerrar costuras o elaborar doblados. Los ojales, esas aberturas entre las que se meten los botones, ahora ya no se hacen a mano como solía hacerse antes, ya existe una máquina ojaladora. O bien una máquina para pegar los botones que antes debían coserse a mano.
Incluso el corte ha evolucionado. Las cortadoras de tela industrial, que reemplazaron el trabajo manual de las personas dedicadas a estos cortes, ahora se sustituyen por cortadoras digitales que se encargan de sacarle el mayor provecho posible a la tela, para generar el menor desperdicio posible.
Y Guatemala se mantiene a la altura de los avances. Por ello, es por lo que sigue siendo un país atractivo para las empresas que demandan grandes cantidades de prendas para colocar en sus almacenes alrededor del mundo.
Carlos Morales Monzón
Periodista y Profesor
Universitario
cmoralesmonzon@yahoo.com