Un líder crea y guía a sus equipos al éxito

Un buen gerente debe arrancar el año planteando su ruta claramente, construyendo equipos y generando culturas laborales

Planificar, evaluarse, repensarse e innovar son, entre otras cosas, actividades que un gerente debiera realizar cada principio de año para garantizar el éxito de su labor al frente de una empresa. Las mejores compañías son aquellas que tienen gerentes que prevén, se organizan, ejecutan y controlan cada paso de su institución para llevarla a la cima.

No hay consultor que no hable de estos puntos como primordiales para la actividad de un gerente. Y este año requiere aún más de todas estas acciones, pues se avizora complicado. El ambiente político está intensamente turbio en un año que podría decirse que será electoral atípico. Las economías se ralentizan normalmente en años electorales, en cualquier parte del mundo. Pero en Guatemala deben agregarse ingredientes como los conflictos políticos, que han generado enfrentamientos ideológicos internos y amenazan con la posibilidad de generar algún tipo de conflicto externo por las diferencias que existen entre el gobierno y las Naciones Unidas, por el tema de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Los inversionistas suelen mostrarse cautos durante períodos electorales, así que esta realidad más la ya relatada, hacen prever un período difícil para la economía y todo gerente debe estar preparado para enfrentar momentos como este.

Fórmulas para resolver situaciones no existen, pues cada momento es diferente y tienen entornos diferentes. Pero si puede hablarse de recomendaciones para la previsión y el mejor desempeño empresarial en momentos de crisis.

Momentos de reflexión

Martijn van Meurs, Managing Partner de London Consulting Group, una entidad dedicada a ofrecer apoyos empresariales no duda en decir que es el momento oportuno para meditar, analizar y sacar conclusiones. “Recomiendo alejar la silla de la mesa y tomarse un tiempo para reflexionar dónde se encuentra la organización y cómo agrega valor su gestión”, apunta van Meurs como la parte introductoria de sus recomendaciones.

Dos puntos son los importantes para la reflexión, asegura van Meurs, preguntarse que se está haciendo bien para continuar haciéndolo y qué requiere cambios para lograr un mejor resultado.

Importante, dice, es reunirse con su grupo de trabajo para que juntos puedan realizar esta reflexión y así definir planes concretos y accionables en el corto plazo para lograr los cambios. Los frutos que de allí se generen, argumenta, darán energía al proceso de mejora continua y satisfacción del trabajo en equipo.

Sin duda alguna, el consultor reconoce la importancia de la información para la toma de mejores decisiones. Y dice que, en su experiencia, las empresas cuentan cada día con una mayor cantidad de datos. No obstante, también advierte que generar con esos datos información verídica y de valor sigue siendo un verdadero reto en muchas organizaciones.

Agrega entonces que, el verdadero reto final es darle un verdadero valor a esa información obtenida, el que se logra realizando análisis a profundidad para determinar que acciones preventivas y correctivas se deben tomar. El punto seguido será tomar y dar el seguimiento a su ejecución e impacto. “La clave está en la administración oportuna y efectiva”, recalca.

Consultado sobre cuál es el tipo de información ideal para un gerente, el experto nos responde que siempre será mejor aquella que le hable de su negocio, que le sirva para entender qué está sucediendo en la línea de fuego. “Es indispensable poseer indicadores acerca de los drivers del negocio, de aquellas actividades que hacen la diferencia a diario en cumplir o superar las expectativas del cliente de forma efectiva y eficiente. Solo así, dice, se puede medir la cadena de valor integral y su soporte, pues, aunque son importantes, muchas veces no son suficientes los comunes reportes de resultados de cada fin de mes.

De acuerdo con la experiencia de van Meurs, un gerente debe mantener siempre su atención en conocer el mercado en el que se desenvuelve, darle seguimiento y actualizar todo lo que deba actualizar, pues solo así podrá comenzar correctamente el camino al éxito. Pero también es importante el pasado, un buen análisis para la formalización de lo que le dejó de aprendizaje el año anterior, siempre será importante para alcanzar los propósitos.

Otra buena acción es escuchar a los clientes, así como definir las estrategias respectivas, para alinear la organización y los procesos acorde para cumplir las iniciativas establecidas.

El consultor dice que, el recurso humano es lo más importante siempre en una organización. Por eso es, por lo que el trabajo en equipo siempre se recomienda para alcanzar con mayor rapidez y eficiencia los objetivos planteados. Así pues, si se quiere mantener viva la satisfacción de los clientes, siempre será recomendable que cada persona en la organización conozca y esté consciente cómo su labor aporta a ese fin. Para ello hay que establecer indicadores específicos, pues solo así se asegurará la alineación, el control y la motivación del equipo de manera integral.

Si de arrancar bien el año se trata, un gerente debe estar dotado de la mayor energía posible. Esta debe estar acompañada de la actitud, la pasión y el empeño. Pero van Meurs advierte que, nada de eso bastará para ser exitoso, si el equipo que rodea a un gerente no cuenta con estos mismos ingredientes en su fórmula de acción particular y en la colectiva.

En criterio de este consultor, mantener viva la llama del éxito de una organización no es cuestión de calentar motores cada principio de año. Esos motores deben permanecer encendidos siempre y jamás enfriarse, dice. Lo que sí cree que debe hacerse cada año es lograr que toda la organización tenga claro qué se espera de ella, cuáles son las metas por cumplir y nunca dejar de darle seguimiento a las acciones, desde el día uno hasta el último de cada año.

De la habilidad de un gerente dependerá la calidad con la que se logre alinear la estructura empresarial, los procesos, las mediciones, la compensación y el talento humano. Ante ello, resulta innegable que la labor de un gerente sea saber qué ajustes hacer para incrementar la efectividad y productividad organizacional. Cualquier inversión que favorezca un impacto positivo en la estrategia, cualitativo o cuantitativo, debe ser objeto de evaluación y consideración. “El que siempre cosecha”, apunta el consultor.

Siempre será importante el apoyo de un especialista externo que aporte tiempo, metodología y objetividad sin sesgo a la actividad empresarial. Las innovaciones casi siempre son efectivas para mejorar la gestión e incrementar la rentabilidad.

Capacitación como guía

Carlos Antonio Córdova es otro consultor especializado en apoyo a la gestión empresarial. Sus criterios no se apartan significativamente de los planteados por van Meurs. Sin embargo, aporta un punto diferente e importante para alcanzar todos los propósitos de una organización: la capacitación.

Córdova no duda un segundo en decir que, la capacitación continua del talento humano de una organización será un bastión clave en la consecución de su éxito.  Pero advierte que lo básico es fijar un norte. Hoy día, cada vez se hace más común que las decisiones globales no sean tomadas exclusivamente por el gerente. Se está volviendo moda que los líderes consulten con los mandos medios cuáles serán las acciones para implementar. Esto plantea de mejor manera la posibilidad de garantizar el trabajo en equipo que, aunque siempre ha existido, no ha sido sino hasta en los últimos tiempos que se comenzó a identificar como tal.

Córdova dice que, no es lo mismo contar con un grupo de personas dentro de una organización, que con un equipo de personas. Los equipos se construyen y estos logran dimensionar de mejor manera lo que la institución quiere. Por eso es por lo que, es importante desarrollar una planeación estratégica, ya que a través de ella puede identificarse de manera más fácil y efectiva lo que cada uno piensa y las ideas que tienen para alcanzar las metas colectivas. Se debe lograr que los colaboradores se identifiquen con la empresa. Como se dice popularmente, hay que conseguir que suden la camisola. Un buen gerente debe conseguir que sus colaboradores no piensen que trabajan para la empresa sino trabajan para ellos mismos.

Córdova es de quienes piensan que la capacitación es un punto medular en el crecimiento de las empresas. Mantener un equipo humano sin actualización de sus conocimientos y habilidades para desarrollar su trabajo, es como tener capital de trabajo guardado, sin invertir, dice.

Las empresas transnacionales ya ven como algo común e importante el tema de la capacitación, pero actualmente ya hay empresas locales que comienzan a tomar conciencia de esta necesidad.

Otro punto importante que resalta el consultor es la creación de una cultura laboral. Es decir, generalizar el pensamiento de que debe cumplirse con procedimientos 

que garantizan la calidad que, al final, es lo que los clientes exigen. Porque la calidad no solo es en productos tangibles, también se exige en los servicios.

De acuerdo con Córdova, una herramienta efectiva que es recomendable aplicar en las empresas es la encuesta de clima laboral. Se trata de encuestas anónimas que permiten a los colaboradores manifestarse con tranquilidad, sinceridad y honestidad, libres de presiones. Entonces generan información importante que facilita la toma de decisiones para ir construyendo de mejor forma ese equipo de trabajo del que se ha platicado con anterioridad.

Estas encuestas de clima laboral son herramientas efectivas y baratas, pero no debe pensarse en este tipo de apoyos como un gasto sino como una inversión, porque ayudarán a la solución y mejora de situaciones.

Un gerente debe predicar con el ejemplo y esta es otra recomendación que puede hacerse para que un líder logre sus propósitos. Sin duda alguna, los mandos medios siempre actúan intentando imitar al gerente general. Entonces, donde el gerente general es un déspota, grita y puede insultar a quien sea, el mando medio hará exactamente lo mismo, porque si hay alguien que no haga lo mismo, ese estará fuera de contexto. Allí la importancia de predicar con el ejemplo.

El trabajo en equipo inculca hábitos y genera cultura. Es importante involucrar a los colaboradores y hacerlos sentir parte de la organización.

Así se comienza a construir el trabajo el equipo, inculcando los hábitos y generando cultura. Todas estas experiencias planteadas por nuestros entrevistados le dicen al gerente por donde puede arrancar de mejor manera el año. Cómo lograr plantearse mejores objetivos, involucrar a sus colaboradores y hacerlos sentirse parte de la organización. Pensar, reflexionar y planificar como plantea van Meurs son, sin duda, actividades clave que, junto a la capacitación para crear cultura laboral, como plantea Córdova, podrán hacer de una organización un grupo exitoso.

Pero todo ello solo lo puede lograr un líder que conduzca el barco y guíe a la tripulación de tal manera que, todos naveguen convencidos de que juntos hacen equipo, son mejores, producen calidad y logran hacer que la organización sea la mejor gracias al esfuerzo de la colectividad.

Carlos Morales Monzón
Periodista y Profesor Universitario
Revista GERENCIA
cmoralesmonzon@yahoo.com

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