El liderazgo femenino enriquece el ambiente laboral
Reunir diferentes perspectivas, cualidades y puntos de vista genera bienestar a la organización
La participación de la mujer en el mundo laboral ha significado cambios importantes para el liderazgo y la construcción de nuevas culturas corporativas. Según la Organización para la Naciones Unidas (ONU), la presencia de la mujer genera un efecto multiplicador y muy positivo en todos los ámbitos de la sociedad, lo que se resume como “el motor del desarrollo y crecimiento económico”.
Estudios revelan que, las mujeres son excepcionalmente exigentes y perseverantes en la consecución de metas, lo que de forma directa incide en la productividad. Por otro lado, afirman que su capacidad de atender las multitareas, con un enfoque y una atención completa a cada una, les permite generar altos niveles de eficiencia.
La capacidad de escucha es otra de sus habilidades, que en conjunto con la empatía y la facilidad para resolver conflictos se convierten en cualidades prioritarias para el trabajo en equipo y para comprender mejor las necesidades, inquietudes y deseos de los clientes y consumidores. Asimismo, desde la niñez han desarrollado habilidades para la comunicación interpersonal, lo que les ayuda a manejar de mejor manera la convivencia diaria entre personas.
El futuro sostenible también es parte de sus preocupaciones. En este sentido, han demostrado una sensibilidad innata que contribuye al progreso de la humanidad. Todo ello, justifica la importancia de crear espacios de trabajo en donde las mujeres se puedan desenvolver y aportar.
Las mujeres directivas, las mujeres profesionales, las mujeres emprendedoras y las mujeres ejecutivas… son necesarias para las empresas porque dan mucho valor, trabajan arduamente y son una parte integral y complementaria del buen trabajo en equipo.
Aunque en la actualidad siguen contando con muchos retos que sobrepasar, no cabe duda de que han hecho un gran papel en la sociedad y en el ámbito laboral. Han aprendido a gestionar el tiempo, a negociar y a alcanzar un equilibrio positivo, a pesar de las obligaciones derivadas de la familia. Sin duda, se han especializado en conciliar trabajo-familia, como la base de su éxito como mujeres.
Y es que, a todas luces han sido exitosas en los diferentes espacios laborales, los que ha impregnado con su empatía, cooperación, creatividad, compromiso, iniciativa, versatilidad y habilidades como la comunicación, la capacidad para resolver problemas, la predisposición al cambio y la orientación al cliente, entre otras, que han permitido que su presencia se sienta y se valore.
Ileana López
Periodista
Revista Gerencia
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