Coaching para potenciar el liderazgo

Y para acortar la distancia hacia los resultados de la organización

Exitosas mujeres líderes han comentado que, “contar con el apoyo de un coach les ha servido no solo para desarrollar sus habilidades sino para generar más confianza y acortar la distancia hacia los resultados de la organización”.

Hoy en día, muchos puestos de liderazgo son ocupados por mujeres. Ello se debe a su capacidad de cooperación, a su facilidad innata de pensar y actuar en muchas direcciones, a que muestran gran predisposición al cambio y a otras habilidades, como ser sociables, expresivas y con tendencia a trabajar armónicamente en equipo.

Como líderes empresariales, su principal compromiso es dar resultados y cumplir con las metas de la organización. Y para ello, deben recurrir tanto a sus habilidades técnicas e inteligencia emocional, como a sus equipos de trabajo, los que deben mantener motivados y compuestos por personas con talentos específicos.

Entre la larga lista de elementos a reunir para tener éxito, cabe resaltar el papel de un coach. Muchas las veces, la gestión gerencial queda inmersa en el día a día, con asuntos de toda índole que les restan energías para lo realmente importante y que les acaparan gran parte del tiempo, que podrían dedicar a aquello que sí influye en la consecución de los objetivos. Es allí en donde la figura de un coach se vuelve indispensable.

Exitosas mujeres líderes han comentado que, “contar con el apoyo de un coach les ha servido no solo para desarrollar sus habilidades sino para generar más confianza y acortar la distancia hacia los resultados de la organización”.

El apoyo del coach se refleja tanto en los líderes como en la empresa. Por ello, recibir este entrenamiento les provee la confianza para asumir roles más complejos, las convierte en ejecutivas capaces de adaptarse con mayor facilidad a las distintas circunstancias y las conduce a desempeñarse a un alto nivel.

Las ejecutivas que reciben coaching se sentirán más a gusto en sus puestos de trabajo y esto afianzará su lealtad con la empresa. Asimismo, cuando se potencian las habilidades de liderazgo, se disminuyen los puntos débiles. Es así como el tiempo de las ejecutivas se optimiza y su vida personal se vuelve más controlada, algo muy a su favor, si se toma en cuenta que la mujer desempeña varios roles a la vez, entre ellos, ya sea de forma individual o en conjunto con su pareja, la formación de liderazgo en su hogar.

¿Cómo elegir al coach?
La recomendación puntual, es que el coach comparta los mismos o similares intereses y objetivos que las mujeres líderes, pero que, al mismo tiempo, sea un gran conocedor del mercado y de la industria en el que estas ejecutivas se desenvuelven. Asimismo, que se comprometa con su éxito.

Algunos expertos sugieren contactar al menos a tres coach para la primera consulta, la que pueden conseguir a un precio razonable. En ese primer acercamiento se puede comprobar qué tan fluida llega a ser la sesión y si hay empatía entre el coach, el líder y el equipo de trabajo. En cada sesión se puede evaluar la productividad, que tan relevante o útil resultó ser para la empresa y los objetivos. Cabe resaltar que, los coach deben ofrecer confidencialidad desde la primera cita, lo que permitirá que la comunicación fluya.

Algo importante para tener en cuenta es que, aunque el coach sea de gran utilidad, no se debe crear dependencia. El proceso de coaching es una guía, pero el trabajo, el análisis, la reflexión y los cambios debe hacerlo cada persona, porque es la única forma de garantizar un progreso significativo.

Ileana López
Periodista
Revista Gerencia
editorialgerencia@agg.com.gt

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