El emprendimiento de Guatemala en cifras

La tasa de emprendimiento temprano en el país, es de las más altas

Desde 2009, el Centro de Emprendimiento Kirzner de la Universidad Francisco Marroquín mide anualmente la actividad emprendedora en Guatemala a través del Monitor Global de Emprendimiento —GEM, por sus siglas en inglés—.

El GEM es el esfuerzo de investigación sobre emprendimiento más grande a nivel mundial, que identifica los principales factores que motivan a la actividad emprendedora, que la caracteriza, el contexto institucional y cultural dentro del cual ocurre y compara los resultados en el tiempo y entre los países participantes.

Esto se logra a través de la comparación de indicadores que se construyen a partir de la realización de encuestas aleatorias con representatividad a nivel nacional a personas entre 18 y 64 años en todos los departamentos del país. Entre 2009 y 2022, el proyecto en Guatemala ha realizado más de 33 mil encuestas.

El proceso emprendedor
La metodología del GEM considera el emprendimiento como un proceso que inicia desde que una persona tiene la idea de poner un negocio hasta que este cierra. Durante el proceso se transita por diversas etapas, la primera cuando las personas tienen el deseo de emprender, pero todavía no han realizado acciones concretas para iniciarlo, a este tipo de personas se les llama emprendedores potenciales.

Desde 2010 la tasa de emprendimiento potencial ha sido el indicador más elevado de todos los del proceso emprendedor y, en 2022, se ubicó en 47.3%. De los 49 países que participaron en el estudio en 2022, Guatemala ocupó la octava posición. En cantidad de personas muestra que en el país alrededor de 4.6 millones tenían el deseo de poner en marcha un negocio.

La siguiente etapa recibe el nombre de emprendimiento temprano (TEA, por sus siglas en inglés, Total early-stage Entrepreneurial Activity), que comprende negocios que todavía no les han generado ingresos a sus propietarios y aquellos que lo han hecho por un período inferior a 3.5 años. Es decir, emprendimientos en proceso de formación y de reciente creación.

Esta es una etapa importante ya que se considera que es cuando el emprendedor y su negocio se encuentran más sensibles a las condiciones del entorno en donde operan. Desde 2019 la TEA ha experimentado una tendencia hacia el alza, pasando de 25.1% a 29.4% en 2022, ocupando el país la tasa más elevada de los 49 participantes. En cantidad de personas, este indicador muestra que alrededor de 2.9 millones poseían un negocio de reciente creación.

Cuando un negocio ha generado ingresos por más de tres años y medio se considera que es un emprendimiento establecido. En 2022 esta tasa de emprendimiento en Guatemala se ubicó en 11.6%, dándole al país la posición 5, de 49 analizados.

Este indicador muestra que, en cantidad de personas, existen alrededor de 1.1 millones con un negocio que ha estado generando ingresos por más de tres años y medio. Se hace una distinción entre los negocios que llevan varios años de funcionar, ya que se consideran como actividades económicas que han logrado adaptarse para superar los desafíos existentes en el entorno en el que operan.

Por último, la tasa de emprendimiento descontinuado identifica el porcentaje de personas que al momento de ser entrevistadas habían cerrado su negocio en un período de hasta un año. En 2022, el 5.3% de la población adulta había cerrado un negocio, ubicando al país en la posición 17 de 49. Ese año en Guatemala alrededor de 517 mil personas descontinuaron su negocio.

Como se pudo apreciar, a medida que las ideas de negocio de los emprendedores potenciales pasan a ponerse en marcha como emprendimientos tempranos y luego se mantienen en funcionamiento por más de tres años y medio como negocios establecidos, la porción de personas que va participando en cada etapa se reduce.

Posteriormente, la porción de personas que reporta haber cerrado un negocio es todavía más baja en comparación a las tasas previas. Este no es un comportamiento exclusivo de Guatemala, es posible observar un patrón similar en el resto de los países que participaron en el estudio en 2022, cuando se les agrupa según su nivel de ingresos, como países de ingresos altos, medios y bajos (se considera un país de ingresos altos si su ingreso per cápita es superior a $13,846, medios se encuentra entre $4,466 y $13,846 y bajos si es inferior a $4,466), Guatemala se cataloga como un país de ingresos medios. Asimismo, es un patrón que se puede observar en los indicadores de emprendimiento de los países latinoamericanos.

Características de los emprendedores
Al caracterizar al emprendedor, surge el interés de comprender la responsabilidad que tienen dentro de su hogar, para dimensionar la importancia de su negocio para la economía familiar se analiza el porcentaje de emprendedores y no emprendedores que aportan la mayoría de los ingresos a su hogar.

En 2022, se encontró que del total de emprendedores (personas con emprendimientos tempranos y establecidos) el 44.5% aportaba la mayor cantidad de ingresos a sus hogares, mientras que entre el total de personas no emprendedoras entrevistadas el 38.2% aportaban la mayoría de los ingresos.

En el caso del sexo, se encuentra una mayor participación en actividades de emprendimiento para los hombres. Del total de personas entrevistadas que fueron caracterizadas como emprendedores, 52% son hombres y 48% mujeres, mientras que los no emprendedores 46.6% son hombres y 53.4% mujeres. Al volver el 100% la categoría del sexo, el dato es más revelador. Del total de hombres entrevistados, el 42.1% eran emprendedores, mientras que del 100% de mujeres entrevistadas el 37% eran emprendedoras.

En cuanto a la edad, más de la mitad de los emprendedores tiene entre 18 y 34 años (57.9%); aunque de los no emprendedores, el 53.7% se encuentra en ese rango de edad. Es decir, los emprendedores son jóvenes porque la población lo es.

Ahora, si se analiza cada grupo de edad como el 100% de la categoría, se encuentra que, de todos los guatemaltecos con una edad comprendida entre los 18 y 24 años, el 36.1% es emprendedor, mientras que en el resto de las categorías de grupos de edad la proporción de emprendedores es superior a esta (con excepción del grupo de personas con una edad comprendida entre 55 y 64 años).

Existe una importante participación del emprendimiento para las personas con una edad comprendida entre 25 y 34 años, que se eleva al 45.6%. Esta información permitiría afirmar que la decisión de emprender como estrategia para generar ingresos es una alternativa que eligen tanto jóvenes como personas de avanzada edad.

Para analizar la relación entre emprendimiento y educación formal se convirtió cada uno de los niveles educativos en categorías que suman 100%, para identificar la porción de personas que emprenden según avanza el nivel.

En los resultados de 2022 se encuentra que, la participación de los emprendedores en cada nivel educativo oscila entre el 29.9% y 53.3%. Por lo menos, el 40% del total de personas que completaron el nivel de diversificado, iniciaron estudios universitarios y completaron la universidad, poseen un negocio.

Características de los negocios
A pesar de la fuerte presencia de emprendedores en fases tempranas (TEA), la mayoría de los negocios son de baja escala (41.1% arranca con una inversión inicial inferior a Q5,000), se ubican en actividades de bajo valor agregado (78% se dedica a actividades de consumo) y sirven mercados locales (el 73.3% atiende clientes que se ubican en la comunidad o municipio en donde vive el emprendedor).

Situación explicada, en parte, por un limitado entorno para facilitar la creación y el crecimiento de emprendimientos. Una de ellas es que, la mayoría de los emprendimientos opera de manera informal (70.7%). Situación que restringe el tipo de mercados al que pueden tener acceso y les imposibilita generar un historial crediticio para que el negocio encuentre fuentes formales de financiamiento.

La normativa laboral, tributaria y comercial del país sigue representando costos inmediatos para los negocios que se formalizan (debido a los recursos que demanda conocer la legislación y cumplirla) y no termina de ver los beneficios de haberse formalizado con la misma rapidez.

Al consultarle a los emprendedores la principal razón por la cual no registran su negocio, el 63.4% no ve beneficios en hacerlo, el 15.1% lo considera muy costoso y el 11.2% no sabe cómo empezar.

A medida que los negocios pasan de una etapa temprana a una establecida (logran operar por más de tres años y medio) tienden a involucrarse en actividades económicas que agregan más valor (el 27.5% se dedica a actividades de transformación), de mayor tamaño (38.1 % inició su negocio con una inversión superior a los Q10 mil) y una mayor proporción de formalización (50%). Por eso, es importante que en el país se generen condiciones para que el entorno sea propicio para que los negocios logren operar el tiempo suficiente hasta ganar escala y generar un mayor impacto económico.

Un entorno propicio para generar negocios de mayor impacto
No son desconocidos los desafíos que se enfrentan en el país para realizar negocios. Aunque existen matices a nivel territorial, proveer condiciones para combatir la inseguridad se ha convertido en un tema importante.

Para vender sus productos o servicios, los emprendedores necesitan darse a conocer, esa visibilidad los expone a ser víctimas de robo, extorsión, estafa u otro delito. Cuando se analiza la porción de emprendedores que ha sido víctima de algún delito, se observa una victimización del 21.6%, mientras que la tasa de victimización de los no emprendedores fue de 14.2%.

Por otro lado, facilitar la formalización de los negocios no es lo único que el país necesita para contar con un entorno para que, los emprendedores que se esfuercen por hacer que sus negocios crezcan y sean competitivos a nivel internacional lo alcancen con mayor facilidad, aunque sigue siendo un desafío pendiente, porque la mitad de los emprendedores establecidos todavía no se ha registrado.

Se necesitan acciones concretas y contundentes para lograr marcos regulatorios (salariales, tributarios, sanitarios, comerciales) estables y fáciles de cumplir. Existen otros aspectos de carácter transversal: acceso a infraestructura productiva, brindar certeza jurídica sobre las inversiones, lograr una mayor eficiencia en la operación de puertos y aduanas, elevar la calidad educativa, articular un entorno que promueva la innovación, contar con instrumentos robustos para atraer mayores niveles de inversión extranjera directa, entre otros temas, que se mencionan con recurrencia, pero siguen siendo asignaturas pendientes.

Para conocer más acerca del GEM puede acceder a otras presentaciones informes e investigaciones disponibles en la dirección: https://gem.ufm.edu/

Jershem David Casasola Lemus
Director de Investigación
del Proyecto GEM Guatemala
Universidad Francisco Marroquín
https://gem.ufm.edu/ 

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