Acondicione el ambiente para las teleconferencias
Según los motivos que posea para establecer contacto
Hoy en día, las teleconferencias son comunes. Ya sea por estudios o trabajo, todos nos hemos conectado en algún momento, porque es la única forma de mantener el roce social. Para ello, nos hemos vuelto más tolerantes con la vestimenta o el lugar desde donde establecemos contacto; sin embargo, hay que tomar en cuenta que es diferente atender a los compañeros que a un cliente para cerrar un negocio. Por ello, debemos cuidar nuestra imagen.
Adicional al espacio de trabajo remoto, se podría colocar un sofá individual en alguna esquina de la casa para atender las teleconferencias, el que también es útil para leer o para tomar unos minutos de relajamiento. Si así lo hace, nunca se recueste en el sillón durante la videoconferencia, mantenga la misma postura que tendría si estuviera en una sala de reuniones.
Si no cuenta con una esquina para recrear este ambiente, no se preocupe. Seguramente cuenta podrá disponer de un espacio en el sofá de la sala, la mesa de la cocina o el comedor, y con ello y sus habilidades de comunicación será suficiente.
El fondo debe ser una pared neutra y no de espaldas a una ventana, para evitar el contraluz que oscurece el rostro de la persona y la hace lucir como una silueta negra en la pantalla. Si deja libre el espacio de atrás, sobre todo si vive con más personas, corre el riesgo de que alguien aparezca al fondo de su conversación. En esos casos puede recurrir a las mantas vinílicas que se adaptan a una amplia variedad de fondos, las que puede colgar con una cuerda desde dos puntos, o con un sistema portafondos ajustable.
La luz siempre será su gran aliada para lucir bien. Por ello, aproveche la luz de frente a una ventana o utilice dos lámparas LED, una para de frente y otra de lado.
La vestimenta también debe ser neutra, de colores lisos. Los estampados pequeños o rayas crean el efecto moiré, y las camisas blancas sobre pared blanca hacen que su cabeza se perciba como si estuviera flotando. Vístase casual, pero completo, por si debe levantarse durante la charla, por ejemplo, si no tuvo el cuidado de cargar los dispositivos y se alargó la llamada.
La imagen central de una videoconferencia es su persona, pero eso no impide que no se vean los objetos que están detrás, cuide el encuadre y lo que abarque, procure un espacio limpio y ordenado, no necesariamente debe esconder los recuerdos deportivos, las fotos, los adornos o los cuadros, porque son amigables para establecer conexiones humanas.
Sin embargo, para una comunicación profesional será mejor un espacio neutro, ordenado y limpio. Es idóneo contar con un trípode, que ahora son económicos y los venden en cualquier tienda de accesorios en línea. Cuide que la pantalla esté a la altura de su rostro, a una distancia en la que para conectar el micrófono solo tenga que alargar el brazo y asegúrese de silenciar el micrófono cuando no esté hablando, los demás no tienen por qué escuchar cuando refacciona, ladra su perro o su gato se pasea por la habitación.
Tenga a mano una libreta y lapicero para que no esté moviendo constantemente la pantalla. Y, por favor, no vaya a estar viendo su celular o escribiendo en la computadora, esto es sumamente molesto para los demás participantes. Lo mejor será desactivar las notificaciones para que no sean una tentación.
Por último, conéctese con tiempo. Baje las aplicaciones un día antes, revise que funcione todo: los audífonos, las baterías de los dispositivos, la velocidad del internet -que no haya un familiar descargando videojuegos mientras hace una llamada de trabajo-, porque solo de esa forma podrá hacerle frente a cualquier inconveniente.
Ileana López
Directora
Revista GERENCIA
gileana@agg.com.gt