Centros de datos buscan enfoque más “verde”

Que vaya más allá de la eficiencia energética

Un centro de datos consiste en una instalación física o de redes virtuales que proporciona acceso a aplicaciones y datos compartidos mediante una infraestructura compleja de red, computación y almacenamiento. Entre sus principales características destaca ser lo suficientemente seguros y que se encuentren altamente disponibles.

Los centros de datos permiten alojar, recopilar, almacenar, procesar y distribuir la vasta información que se genera en las empresas en el día a día. Es por ello, por lo que se consideran una herramienta de procesamiento y de recursos muy potente para el cálculo y el almacenamiento.

Esto explica su gran utilidad en las empresas, las que con el paso del tiempo han pasado de contar con servidores físicos tradicionales a redes virtuales que admiten aplicaciones y cargas de trabajo en grupos de infraestructura física y dentro de un entorno multinube. Es decir, los datos se conectan a varios centros de datos, que pueden pertenecer a nubes tanto públicas como privadas.

El dilema energético
Un problema que han tratado de resolver los centros de datos es la reducción de su consumo energético. Así lo plantea la compañía Vertiv, que ofrece hardware, software, análisis y servicios continuos para garantizar que las aplicaciones de sus clientes posean un funcionamiento sin interrupciones, un rendimiento óptimo y un crecimiento conforme a las necesidades de su negocio. Pero que, al mismo tiempo, resuelve los desafíos más importantes a que se enfrentan los centros de datos actuales.

Con el emprendimiento de los programas de sostenibilidad por parte de clientes, incluidos proveedores de coubicaciones y la nube, los operadores de datos están mirando más allá de la eficiencia energética, para adoptar un enfoque más holístico y volverse más verdes, describe el informe de Vertiv sobre la importancia de la gestión energética en el éxito de la 5G.

En él afirman que, aunque las redes 5G son hasta 90% más eficientes que su predecesor 4G, aún requieren más energía de forma sustancial. Factores como el aumento en la densidad de la red, la dependencia en sistemas de TI, mayor uso de la red y el crecimiento acelerado del tráfico, provocan la demanda energética.

De allí la importancia para las compañías de telecomunicaciones, de adoptar buenas prácticas de eficiencia energética en sus redes y la capacidad de animar a sus clientes a usar servicios que reduzcan las emisiones y el consumo en todos los ámbitos de la vida. La firma internacional de abogados Norton Rose Fulbright, ha trabajado en ello y en otro informe da a conocer que, “los clientes están empujando a los centros de datos a reducir la huella de carbono, el consumo de energía, agua, materias primas y la cantidad de residuos que producen”.

McKinsey concuerda con centrarse en la eficiencia energética y hace un llamado a los operadores de telecomunicaciones a alcanzar redes más verdes. Explica que, mientras el 15 % de su uso energético se consume durante la transferencia de datos, el 85 % restante se desperdicia a través de la pérdida de calor y otros factores. Según su informe, las telecomunicaciones representan aproximadamente el 3 % de la demanda energética global.

Para contrarrestar la situación, Mackinsey identificó cuatro formas de reducir el consumo y los costos de energía:

  1. Utilizar soluciones de apagado impulsadas por IA para detener los sistemas operativos que no estén en funcionamiento, mientras se calibran los ajustes óptimos del equipo para frenar los residuos.
  2. Emplear la optimización energética basada en el IoT para proporcionar lecturas de consumo exactas mediante sensores que midan la entrada y consumo energético de la red de forma precisa y ayuden a detectar problemas potenciales y emitir alertas en tiempo real.
  3. Realizar transformaciones estructurales y arquitectónicas para, entre otras medidas, migrar a los sistemas RAN en la nube y de “nube limpia”.
  4. Evaluar las fuentes de energía de forma estratégica.

Los directivos de la consultora estratégica global no ven razones para que todas las necesidades energéticas de la mayoría de los operadores de telecomunicaciones no se aborden con energía verde de cara al año 2030.

Compañías como Vertiv están tomando con seriedad el compromiso, al proveer soluciones que los acercan a esta meta. Por ejemplo, en octubre del año anterior, crearon una asociación con Honeywell para apoyar una mayor sostenibilidad del centro de datos.

Por su parte, las soluciones de Vertiv ofrecen resultados medibles. “Los clientes de los centros de datos buscan medidas de sostenibilidad transparentes y cuantificables”, advierte la publicación de de la firma internacional. Es así como las mediciones incluyen los criterios PUE (efectividad en el uso de la energía), EUA (eficiencia en el uso del agua) y CUE (efectividad en el uso de las emisiones de carbono). Otro consorcio industrial sin fines de lucro, The Green Grid, añade IUE (eficiencia en el uso de la infraestructura.

Otras medidas incluyen el uso de “arrendamientos verdes”, que permiten inversiones en el desempeño ambiental de un edificio y se alinean con los objetivos de sostenibilidad del arrendador-arrendatario. Así también, poco a poco, “los propietarios y los operadores de centros de datos están evaluando y seleccionando materiales de construcción e infraestructura interna con base en el desempeño y las repercusiones ambientales”, publica Norton Rose Fulbright.

La tecnología seguirá siendo un motor para la sostenibilidad. Por medio de ella, se puede monitorear el consumo de energía, agua, temperatura, humedad y ciclos de demanda máxima. El siguiente paso es el agua, empleada por los centros de datos para el enfriamiento, para acercarse a un enfoque más holístico. “Casi un 40 % de la energía consumida por un centro de datos puede destinarse al aire acondicionado. El uso de tecnologías de enfriamiento evaporativo basado en agua cuenta con una herramienta común para reducir el consumo energético”, apuntan los expertos en leyes.

Por ello, “los operadores de centros de datos están redoblando sus esfuerzos para reducir la dependencia en las reservas de agua, a medida que los movimientos de sostenibilidad a nivel mundial aumentan su foco en el agua como recurso agotable”, declara la publicación de Norton Rose Fulbright. Esto implica una serie de estrategias tales como el uso de sistemas de enfriamiento que requieran menos agua, la implementación de programas de recuperación de agua de lluvia y reciclaje del agua.

Agregan que, “el consumo de agua está próximo a convertirse en un factor de sostenibilidad tan evidente para los centros de datos como el consumo energético. Muchos participantes en esta industria están rastreando el uso del agua y presentándolo en sus métricas de rendimiento y sostenibilidad.

Norton Rose Fulbright advierte que la gestión de residuos es otro foco en aumento y concluye con el análisis de que, los propietarios, operadores y clientes de centros de datos también toman en cuenta los materiales y el calor residuales a la hora de evaluar la sostenibilidad y la eficiencia. La capacidad para registrar el impacto de una gestión “cero residuos” potencia el surgimiento de un criterio de medición significativo para proveedores de servicios de centros de datos, debido a que los clientes sopesan la integridad de los programas de sostenibilidad del centro de datos.

Redacción
Revista Gerencia
Con información
de Vertiv.com

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