Indicadores de gestión para el mejoramiento continuo

Los KPIs apoyan la planificación y proporcionan información esencial para la toma de decisiones

Establecer metas y objetivos es una actividad común en el quehacer empresarial. Sin embargo, para saber si cada departamento, unidad, proyecto o trabajador está cumpliendo con lo establecido estratégicamente, se debe contar con indicadores de gestión (KPI). Es una forma de evaluar el éxito o de recibir una advertencia si los resultados se están desfasando de lo proyectado.

Los indicadores de gestión acompañan el desarrollo de la planeación estratégica. Miden el desempeño en general y a detalle, en cada departamento. Incluirlos es de gran beneficio para la organización, ya que motivan al equipo, lo advierten sobre qué esperar al final de un período o un proyecto, y ello influye en el desarrollo tanto a nivel personal como organizacional.

La información es vital para la toma de decisiones. Pero, por sí sola no aportaría valor, necesita de una buena planeación, con objetivos claros y estratégicos que definan una ruta exitosa y competitiva.

Los indicadores de gestión pueden medir a lo interno, dentro de la empresa, y a lo externo con audiencias fuera del negocio, como las campañas de mercadeo. Así también, pueden medir opiniones y percepciones, y con ello brindar información cualitativa, y cuando se trata de números ofrecen información cuantitativa. De esta forma, se logra conocer tanto la calidad del servicio, la satisfacción de los clientes como los ingresos por ventas.

Los KPI pueden ser determinados para un período corto de tiempo o para metas a muy largo plazo, que se deben evaluar de forma constante para no perder los objetivos. Existen indicadores de efectividad, eficiencia, calidad, productividad, apalancamiento, riesgo, liquidez, rentabilidad y competitividad, entre otros específicos para cada empresa.

Independientemente de qué se quiere medir, los expertos aconsejan que los indicadores de gestión se estructuren de forma simple. Por otro lado, que puedan ser evaluados en períodos de tiempo prudentes y que permitan la realización de ajustes para ceñirse a los objetivos.

La información de los KPI debe ser útil. Cada indicador debe responder a un por qué vital para la operación y centrarse en aquello que es óptimo para alcanzar los resultados. Así también, deben considerar la opinión de los clientes, que son la vida de cualquier organización.

Los indicadores de gestión deben ser vistos como aliados del trabajo de cualquier persona que aporte a la organización. Pues, de los resultados depende la continuidad de los negocios, el fortalecimiento de la marca, la mejora de los productos y servicios y, como consecuencia, el crecimiento del negocio, un éxito que permea hacia todos los involucrados en la empresa.

Redacción
Revista Gerencia
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