Del laboratorio al mundo de los negocios
Un sueño motivó el nacimiento de una empresa de textiles típicos
Cambiaron las fórmulas químicas y el laboratorio por aguja, hilos y una dosis de creatividad y emprendimiento. Paulina Maldonado Abascal es ingeniera química de profesión, y siempre tuvo la idea de establecer un negocio propio. Al principio parecía un sueño, pero con esfuerzo y trabajo se ha materializado.
La empresa “13 Baktún” produce ropa y accesorios elaborados con tejido típico. Fue fundada por Maldonado Abascal, en compañía de Dayrin Ortíz. “A mí siempre me gustó lo típico. Y fue en San Juan la Laguna en donde llegó la idea más concreta. Cuando realicé mi EPS aterricé en que me gustaría desarrollar un negocio de ropa típica. Entonces, me pregunté ¿y por qué no lo hago?”, comentó la ingeniera.
Sin embargo, para hacerse de este negocio no poseía la formación en el área de mercadeo, tampoco en emprendimiento. Así que, en 2012, se inscribió en el Centro de Promoción de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Centro AGG–Promipyme), apoyado por el Ministerio de Economía (Mineco) y la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG).
En ese momento, su sueño comenzó a materializarse. Y fue con el apoyo de Ortíz que la empresa de ropa y accesorios 13 Baktún cobró vida. Hoy por hoy, es una empresa, con presencia en 10 puntos de venta, que valora las culturas ancestrales con el fin de promoverlas por medio de la ropa y los accesorios.
Paulina Maldonado,
fundadora de 13 Baktún.
“Uno piensa que todo es un cuento de hadas, y sobre la marcha uno se percata de tantos detalles que hay que cubrir. Siempre comentamos con Dayrin que, si realmente hubiéramos sabido que era tan difícil, tal vez no lo hubiéramos hecho”, comentó entre risas la entrevistada.
La empresa se propone como meta duplicar las ventas del presente año. Para ello han elaborado una estrategia de diferenciación que contempla el posicionamiento de la calidad de sus productos y diversos canales de distribución y venta. Además, alianzas comerciales con boutiques establecidas, la aparición en ferias de productos en Estados Unidos, como la Feria del Migrante (desde 2012), así como la incursión en e-commerce.
“A los emprendedores puedo sugerirles que se armen de valor y confíen en sí mismos. Además que se apoyen en un proceso de formación”, dice Maldonado.
Agrega que, “hay cursos como los de la AGG y Mineco en donde sí hay apoyo. Durante estos procesos formativos uno aprende y también conoce personas, y así se agarran nuevas ideas y motivaciones”, comenta la entrevistada, quien finaliza con la frase “acuérdense de la constancia, que también es muy importante”.
Precisamente el no desistir de su sueño es lo que le ha proveído a esta emprendedora un negocio dinámico que goza de la aceptación de un púbico que valora la cultura de los laboriosos y coloridos tejidos típicos.
Rubí López
Periodista
Revista GERENCIA
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