El juguete de los apasionados por la velocidad
Elegancia, resistencia y dominio para vivir la adrenalina al máximo
El Ferrari California 458 es uno de los más solicitados por los usuarios
Andrés Morales, gerente general de Italia Motors.
Los automóviles súper deportivos cuentan con prestaciones superiores a las de cualquier carro, inclusive llegan a exceder los niveles de competición. El desplazarse a altas velocidades demanda el uso de materiales livianos, aunque poco convencionales, como la fi bra de carbono y aleaciones de aluminio, magnesio, molibdeno y titanio, para reducir el peso de la máquina y permitirle un mejor deslizamiento.
Los súper deportivos son más onerosos que los deportivos fabricados en masa. No solo porque se producen en series pequeñas sino porque muchas de sus piezas se fabrican de forma artesanal. Por esa razón, adquirir una joya de este calibre se convierte en el sueño o la aspiración de muchos, aunque en la realidad de muy pocos, que cuando lo logran quedan a la espera de una aprobación que podría tardar años, y un tiempo de producción que demora hasta seis meses.
La tecnología ha renovado estas potentes piezas de arte, diseñadas para circular a altas velocidades en autopista. Una de las principales características del motor es su peculiar sonido y la rapidez con que logran la aceleración máxima. Por ejemplo, el Bugatti Veyron Super Sport, de la casa francesa que lleva el mismo nombre, marcó un récord Guinness en 2010, por alcanzar la velocidad máxima en automóviles de producción, que fue de 415 km/h, en un tiempo de aceleración de 2,46 s., de 0 a 100 km/h.
La tracción en las cuatro ruedas y el motor central trasero le permiten estabilidad y una distribución equilibrada de la potencia. Cuando pasan los 250 km/h se despliega un alerón trasero para mantenerlo estable y pegado al suelo. Por lo regular, estos vehículos son de dos plazas y poseen un nivel de adherencia y frenada excepcionales.
Una decisión emocional
Italia Motors ha hecho posible el sueño de un súper deportivo para los guatemaltecos. Desde hace cuatro años se convirtieron en los representantes de Maserati y Ferrari de nuestro país y de El Salvador. Su gerente general, Andrés Morales, comenta que dentro de unos días abrirán una sala de exhibición en Muxbal, en donde expondrán carros de edición limitada y bandas exóticas, sobre todo de la marca italiana representada por el caballo encabritado o cavallino rampante.
Estos súper deportivos de venta en Guatemala son “cien por ciento deseables y peleables”, afi rma Morales, quien cuenta que para obtener un Ferrari Italia 458, uno de los más famosos, el tiempo de espera es de unos dos años y medio a partir del pedido, más cuatro meses de la producción.
El directivo de Italia Motors adquirió experiencia en estas máquinas durante su estadía en República Dominicana, allí conoció las marcas, como gerente de postventa, y descubrió sus pormenores. “Hace unos años no era bueno distribuir Ferrari y Maserati en Guatemala, por la calidad del combustible. Por eso mucha gente quedó decepcionada al com prar el carro de sus sueños, porque después necesariamente enfrentaron muchos problemas”, cuenta el ejecutivo. A la vez informa que los carros ya disponen de una tecnología que hace que se adapten al tipo de combustible disponible en el mercado, el que en algunas marcas ha mejorado en nuestro país.
Italia Motors surte los vehículos, pero además ofrece repuestos, servicio y el respaldo de las marcas europeas. El Ferrari más accesible es el California, un convertible de 490 caballos de fuerza y motor de 8 cilindros, que fue diseñado con la idea de ser un carro más para el día a día. Aunque, por su porte exótico, las personas lo prefieren para el fin de semana, para un viaje o para correrlo sólo en pista. En la cartera sigue el Italia 458 –el más deportivo de la línea-, de casi 4,3 s. de 0 a 100 km/h, con 575 caballos de fuerza; el 458 Spider, con frenos de discos cerámico carbono; el FF, un 4×4 cuando el carro lo necesita, y el F12, de 740 caballos de fuerza que alcanzan 340 km en tres segundos.
César Rollheiser, gerente de ventas, Porsche L.A.
918 Spyder es un Porsche cotizado en casi un millón de dólares.
Un Ferrari puesto en Guatemala ronda los US$300 mil. Las prestaciones que ofrece son variadas, por ejemplo: GPS integrado en la pantalla de los vidrios, aunque por el momento no se cuenta con los registros del mapa del país; sistema de navegación, bluetooth para el celular; cambio de pantallas; medición de llantas y de temperatura; cronómetro para medir el tiempo de vueltas en la pista, y suspensión neumática frontal, que levanta el vehículo para atravesar los túmulos y evitar que tope.
Los consumidores de Ferrari y Maserati son personas maduras apasionadas por las marcas, pero que ven en los súper deportivos al mejor de los juguetes, al que sacan de paseo cuando desean vivir la adrenalina al máximo. Morales dice que también hay personas que en su afán de conquistar este sueño de dos plazas y cuatro ruedas se deciden por un financiamiento, y lo compran seminuevo y de bajo kilometraje. También disponibles en Italia Motors.
Con los Maserati que se consiguen desde unos US$80,000, Morales dice contar con una meta de venta, que es de 100 unidades al año. Pero, con Ferrari, dependen del cupo del productor, que este año es de sólo cuatro unidades.
Otras opciones
Dentro de las posibilidades de súper deportivos para los guatemaltecos está la marca alemana Porsche, representada y distribuida por el grupo Los Tres, S.A., su gerente de ventas para Latinoamérica, César Rollheiser, comenta que en Guatemala se vendieron más de 100 unidades el año anterior, que incluyen varios de los modelos de su catálogo, aunque advierte que este año el mercado ha decrecido en un 20%.
Guatemala ocupa la casilla siete en venta de Porsche a nivel latinoamericano, la número uno es dominada por Brasil y la dos por México, ambas con un rango de venta que supera las 300 unidades al año. El costo de estos vehículos de lujo se estima desde US$70 mil. Un todo terreno de la serie Cayenne puede costar unos US$99,000, y un súper deportivo a partir de US$250 mil. Rollheiser menciona que el Turbo S pasa los quinientos mil dólares y el 918 Spyder se cotiza en casi un millón de dólares.
Los modelos Porsche, desde el Boxter, pasando por el Cayman o el 911 Turbo, son de alta gama. “Tienen el corazón y el perfil de un deportivo y crean emociones incomparables para el conductor”, dice el ejecutivo regional, quien apuesta a la confianza que provee la marca. “Manejar un Porsche es contar con el cien por ciento del control, significa poder y seguridad. Además, es muy práctico para llevarlo todos los días a la oficina”, agrega.
Hoy en día los súper deportivos ofrecen más y mejores sistemas de propulsión, seguridad y confort, son tan buenos como para retarnos a sentir los efectos de la velocidad, que desde el primer acelerón transforman el paseo en un inolvidable momento capaz de disipar la adrenalina con el sorprendente rugido del motor.
Con facilidad un súper deportivo se puede convertir en un gran amor, capaz de hacernos suspirar al nada más verlo pasar. Aunque después del destello de sonido y de color nos recuerde que quien pasó fue sólo un amor platónico.
Ileana López Ávila
Directora
Revista GERENCIA
gileana@agg.org.gt