El patio como ambiente social y familiar
Los patios de las casas del siglo pasado evolucionaron su ornamentación y utilidad
Antes existía un patio central y uno trasero que se usaba para las tareas del hogar. Hoy, ha evolucionado y ofrece opciones innovadoras.
Las arquitectas españolas Reina Loredo y Elizabeth Cárdenas, en su tesis doctoral decían que “el patio no mira más al cielo sino al horizonte”, y a partir de esa idea plantearon este espacio como un “híbrido mutante”. Esto porque los patios han evolucionado, y la arquitectura moderna explota cada vez más su topografía, iluminación, vegetación y clima para crear escenarios acogedores que favorezcan la convivencia social y familiar en un ambiente al aire libre.
Del siglo pasado, muchos recordarán la existencia de casas en donde la atracción central era el patio rodeado de habitaciones y espacios de convivencia como la sala, la cocina y el comedor. Las casas se construían en grandes porciones de terreno, proveídas con elementos pintorescos, como los poyos, de adobe o yeso en donde sobre una plancha de hierro se cocinaban a fuego lento los alimentos y se ennegrecían las ollas por el uso de la leña, o las enormes pilas, que se hacían de tal tamaño para poder almacenar el agua. Con el tiempo, estos lavaderos fueron sustituidos por depósitos y cisternas.
La lógica de estas construcciones era el aprovechamiento del aire, la luz y el sonido, con lo que se lograba que la sensación del exterior viajara hacia adentro. Había casas de un patio o de dos, aunque la función del patio se cundario era hospedar el lavadero o el cuarto de cachivaches.
Con el correr de los años y la elevación del costo de la vivienda, se precisó de casas más pequeñas con espacios mejor aprovechados, así desapareció el patio central y quedó el segundo que ha sido objeto de innovación y que hoy en día se vale de materiales diversos e ideas ornamentales de mucha originalidad a base de muros, suelos para exteriores, cubiertas, pilares de ladrillo y piedra, escaleras, agua y mobiliario, como parte de una gran variedad.
En el afán de crear diversión en el espacio exterior, aparecieron desde los juegos infantiles hechos con llantas hasta las casas de árbol y las pérgolas con plantas trepadoras, que protegen las zonas de paso jardinizadas y en donde a cualquiera le apetece promover un domingo de parrilla. Y aunque las pérgolas son tan antiguas como los túneles verdes de los jardines de la Edad Media, en el país todavía no gozan de tantas décadas de popularidad.
Lo actual
La evolución de los patios ha sido acompañada por la evolución de empresas como La Jungla, representada por Eliane de Minondo, quien se aventuró a la recreación exterior en los hogares, al comienzo, en compañía de su hermana, y hoy, junto a un equipo de trabajo que se ha especializado en cuatro líneas de negocio.
Las pérgolas protegen los espacios abiertos en los hogares, además crean ambientes muy acogedores.
Elaine de Minondo, gerente general de La Jungla.
Una casa de árbol se cotiza a partir de Q15 mil.
Es así como en el segmento recreación ofrecen desde columpios hasta canopy y casas de árbol; en el de decoración surten los hogares del interior y de la capital con mobiliario, principalmente de madera y telas de gran resistencia para la intemperie, de la marca americana Umbrella. Por otro lado, son grandes fabricantes de pérgolas, decks y proyectos especiales, en donde sobresalen por sus diseños originales en la línea de construcción. En cocina exterior son distribuidores de las churrasqueras a carbón y a gas de la marca Weber.
Minondo comenta que los clientes de los juegos son de todas las edades. “Desde el niño de dos años que se mece en el columpio, hasta los adultos que disfrutan junto a sus hijos de las casas de árbol que se pueden instalar en los espacios abiertos”. Agrega que este tipo de diversión se cotiza desde Q600, si se trata de un columpio de madera para la intemperie, o de Q15 mil, si es una pequeña casa de árbol. “El límite es el cielo, los materiales son garantizados y los diseños adaptados a las necesidades de cada cliente en particular”, explica.
De la línea de construcción, advierte que las pérgolas y los decks son complejos en su elaboración, y que muchas veces las personas tratan de fabricarlos con carpinteros, pero en la marcha comprenden que es un trabajo especializado que requiere, además de buen gusto, experiencia. El desarrollo de un patio elaborado podría tomarle a La Jungla hasta unos 8 meses desde la fase de planificación.
Un segmento muy apetecido para los hogares es la cocina exterior. Es decir, la parrilla y el comedor de jardín para satisfacer las necesidades del exquisito acto social de comer carne roja o blanca. Minondo cuenta que esta es una de las actividades preferidas por los adultos, y que mejor si para ello invitan a los vecinos, amigos o familiares quienes disfrutan de una bebida bajo la pérgola, mientras transcurre el ritual de la preparación de la carne y los vegetales que se asarán sobre las brasas. Mientras, los niños se divierten en la casa del árbol y en los juegos que, de forma sana, los alejan por un buen rato de la computadora, la tableta o el teléfono celular.
Otros clientes apasionados con la vida exterior son los abuelos que gozan de estos espacios para consentir a sus nietos, así como los colegios, centros comerciales y restaurantes. De esta forma se delimita la privacidad del interior, de la zona de ocio, que por pequeña que sea, sirve para que la familia pase agradables jornadas al aire libre.
Ileana López
Directora
Revista GERENCIA
gileana@agg.org.gt