La piratería es una situación preocupante en Guatemala

Entrevista con Javier Figueras, de HBO Latinoamérica Group

Javier Figueras, VP Corporativo de Relaciones con afiliados de HBO Latinoamérica
Group.

HBO fue la productora de televisión internacional pionera en instalar su oficina en Guatemala. Luego de 5 años de operación, decidió retirarse físicamente del país, pues la falta de controles y la inacción gubernamental echaron por la borda esa visión que tuvieron de que este país podía ser una mina de oro.

¿Cuál diría que es el estado de la piratería de canales de televisión en Guatemala?

Diría que el problema es a nivel latinoamericano. Pero si se trata de hablar de Guatemala, puedo decir, sin temor a equivocarme, que es una situación preocupante.

¿Qué es lo que les preocupa de fondo?

La falta de controles.

¿Tan fuerte es el problema?

Veámoslo más o menos así. Si en todo el territorio nacional existen 1,000 operadores de sistemas de cable, de las cuales solo 400 están formalizados con licencias del gobierno, eso significa que existen 600 que operan de manera fantasma. Y de esas 600, 400 están transmitiendo sin ningún tipo de contrato con los dueños de los derechos. Entonces, eso es preocupante.

Y, ¿qué es lo que ha pasado?, según ustedes.

Pues que ha reinado la inacción. Los gobiernos han pasado y la inacción sigue. Nos hemos quejado, pero nada.

Se refiere a que han presentado denuncias formales.

Exacto. Pero hemos llegado a la conclusión de que las denuncias administrativas no funcionan.

¿Piensan cambiar de estrategia? Es decir, ¿pasar a la acción penal?

Lo hemos pensado, pero si los trámites administrativos son engorrosos y tardados, una denuncia penal lleva aún más tiempo en procesarse.

¿Es tan fácil robar una señal?

Aunque pocos lo crean, era más difícil en los 80 y 90. Quienes querían hacerlo, debían viajar a Estados Unidos y comprar una caja industrial, instalar su propia antena para bajar la señal y luego decodificarla. Pero cuando llega la era de los operadores DTH (Direct To Home), la situación cambia. En La Latinoamérica funcionan cuatro grandes DTH: Sky, Direct TV, Claro y Tigo.

¿Qué es lo que pasa, exactamente?

Pues que surgen quienes compran el servicio de estas compañías como que fuera para su casa, pero luego la señal es conectada a una cabecera de cable, sintonizan canales como HBO, por decir un ejemplo, y entonces esa señal la transmiten por redes que han instalado en todo un vecindario o poblado y cobran por eso.

Como sus costos son bajos, resultan que venden 80 canales por 5 dólares y entonces, hasta se convierten en competencia desleal del propio operador DTH que le vende el servicio. Digamos que es muy fácil pagar 20 dólares por un servicio DTH, para luego cablear todo un vecindario, si no un pueblo completo, y cobrar entre 5 y 10 dólares por casa. Así siempre hay quien se llena las bolsas de dinero y quien está perdiendo porque venden su producto sin pagar lo que se debe por ello. Eso es piratería, sin ninguna consideración.

Entonces las pérdidas no son exclusivas de empresas como la de ustedes.

Por supuesto. Aquí perdemos todos. Perdemos nosotros, pero también los operadores DTH porque los van dejando sin clientela y les impiden crecer. También pierden los gobiernos porque dejan de percibir impuestos como el IVA en una serie de transacciones que dejan de practicarse. Y pierde la población en general, porque dejan de tener beneficios ante la falta de recursos de sus gobiernos.

Por lo que me cuenta, el desarrollo tecnológico se ha convertido en un doble agente dentro de esta guerra.

Así es. Nos ha permitido a todos mayores facilidades para transmitir señales y luego distribuirlas a millones de personas. Sin embargo, también le ha dado armas a estas personas que se apropian de señales que no les pertenecen y las comercializan solo para su beneficio. Ha llevado la señal de la televisión a lugares inesperados, pero también ha facilitado la piratería.

¿Y es posible hacer algo?

Lo que nosotros proponemos es seguir los esquemas que se han probado en otros países de Latinoamérica y que han funcionado. Estamos proponiendo la instalación de mesas de trabajo en las que se discuta el problema y se encuentren soluciones beneficiosas para todos.

¿En qué países ha logrado avances ejemplares?

En República Dominicana y Perú hemos trabajado y recibido muy positivos resultados. Por años, nadie asumía la responsabilidad. No existían controles, igual que en Guatemala. Pero el año pasado logramos dar un giro a esa situación. Conseguimos sentar al gobierno y los operadores, y con la mediación de la embajada de los Estados Unidos, se le cedió el control a la oficina de Derechos de Autor. Entonces se comenzó a fiscalizar, a efectuar allanamientos y a negociar directamente con los piratas.

¿Y creen que eso va a funcionar en Guatemala?

Tenemos la esperanza de que eso suceda. Aun cuando han detectado una total inacción. Esperamos cambiar esa tendencia.

Entendiendo que la inacción y la falta de controles los llevó a retirarse del país.

Es correcto. Hubo varios factores, pero el principal fue el descontrol que reina en la televisión de paga. Fuimos los pioneros en instalarnos en este país, pero luego de 5 años no pudimos seguir más.

Con esa mala experiencia, ¿aún tiene esperanzas de que la situación cambie?

Estoy frustrado, no lo voy a negar ni a esconder. Pero también estamos dispuestos a luchar y dar la batalla. Pero necesitamos de aliados fuertes, y los operadores locales, esos que sí están legalizados, son quienes deben hacer la mayor bulla. Deben poner el grito en el cielo y exigir acciones concretas.

Este país debe accionar. Debe poner a funcionar sus oficinas de fiscalización. Solo así se va a salir adelante en este y otros temas. De nada sirve tener oficinas de todo tipo, si no funcionan ni vigilan que las cosas funcionen. Mientras todo esto no suceda, nosotros seguimos preocupados.

Carlos Morales Monzón Periodista y Profesor Universitario cmoralesmonzon@yahoo.com

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