La tecnología es el centro de la nueva normalidad

Han pasado alrededor de 8 meses desde que la pandemia hizo su aparición en nuestro país. Desde entonces, muchos se han refugiado para trabajar o estudiar en el hogar, pero también han buscado momentos de distracción que los ayuden a pasar el confinamiento.

En lo que respecta al entretenimiento, entre las actividades más apetecidas se encuentra la suscripción streaming a películas, series y juegos en línea (con membresía), quizá las más populares son Netflix, Prime Video, YouTube Premium, Play Station Plus, Nintendo eShop y Apple Arcade. Para la reproducción de música destacan YouTube Music, Spotify, Deezer o Apple Music.

Y no es que hasta ahora se hayan utilizado estas plataformas; pero, el fenómeno del encierro, la facilidad para la adquisición de estos servicios, el aumento de velocidad en los planes de internet y los diferentes dispositivos para ver las plataformas, han hecho que acreciente su utilización y adaptación en los hogares.

Algo positivo para el aumento de los suscriptores a estos medios ha sido la facilidad de pago y las tarifas accesibles, que van entre 50 y 80 quetzales por suscrición, con la posibilidad de compartir la cuenta en familia para que salga más económico, (aunque las plataformas advierten que no es permitido). Y es tanta la demanda en Latinoamérica, que Disney Plus también se ha unido a la oferta streaming, dándole la bienvenida a Guatemala entre los países que cuentan con el servicio.

Así como a nivel empresarial y escolar cambiaron muchos hábitos gracias a la fluidez de la tecnología, también sucedió en la industria del entretenimiento. Por ello, a las plataformas que ofrecen estos servicios la pandemia les cayó como agua de lluvia, porque se encontraban en el lugar preciso cuando llegó la crisis.

Herramientas como Zoom, que ya eran utilizadas por universidades como la Galileo, sacaron a relucir todas sus bondades, entre ellas, la facilidad de crear salas pequeñas para que la gente pueda trabajar en grupos. Otras instituciones, como el Intecap, sacaron provecho de Microsoft Teams, una plataforma que cuenta con herramientas de ofimática, como es Office 365, un paquete completo de aplicaciones útiles para oficina y clases en línea.

Universidades como la Mesoamericana elevaron su apuesta por aplicaciones como Google Meet, para apoyar la variedad de opciones educativas con que cuentan en enseñanza virtual. Meet, al igual que Zoom -en su versión gratuita-, permite que muchas instituciones públicas y privadas la puedan utilizar, aunque con límite de tiempo. Meet, por ejemplo, admite hasta 60 minutos, y Zoom, 40. Ambas con un límite de hasta cien personas. Tanto alumnos como profesores han sabido afrontar estos retos y seguir adelante gracias a la tecnología.

De la misma manera Whatsapp y Messenger se adaptaron a la ola de cambio para permitir la creación de grupos que puedan realizar video conferencias. De lo contario, se hubieran quedado sin esa cuota de clientes dispuestos a reunirse con la excusa social, por un cumpleaños, el simple saludo a la familia o con fines labores y educativos.

Por aparte, las adaptaciones modificaron la forma de comprar productos. Los ganadores de esto fueron las empresas de envíos o reparto a domicilio, que han facilitado el acceso de casi todo hasta la puerta de las casas. Habida cuenta, las personas han podido contar con variedad sin gastar ni tiempo, ni combustible.

Los precios del servicio a domicilio oscilan entre 20 y 35 quetzales, una tarifa accesible en comparación al costo de que una persona se movilice en su vehículo, lo que además evita el riesgo de contagio por exponerse a la calle, sobre todo cuando se es de la tercera edad.

Los precios del servicio a domicilio oscilan entre Q20 y Q35, una tarifa accesible en comparación al costo de que una persona se movilice en su vehículo

Plataformas como Hugo o Uber Eats se vieron beneficiadas al poder hacer entrega de productos alimenticios que normalmente no ofrecían este servicio, y que les facilitaron la vida a las personas con un portal en donde se pueden adquirir los productos. Esto no solo ha aumentado las opciones de comida rápida sino también la demanda.

Muchos restaurantes se han visto favorecidos por esas empresas y esto les ha ayudado a sobrevivir a la crisis. Los restaurantes que ya tenían el servicio de delivery, también mejoraron sus tiempos y formas de entrega. Ahora, se han enfocado en demostrar que sus productos son manipulados de forma higiénicamente responsable. Entre ellos, Pollo Campero, McDonalds y Domino’s Pizza, quienes en sus cajas colocan stickers con las recomendaciones y medidas de seguridad empleadas.

Muchas empresas han comenzado a llamar a sus colaboradores para que se presenten de forma presencial a las instalaciones, mientras que el gobierno habla de regresar el próximo año con las precauciones y el distanciamiento que exige la nueva normalidad en las aulas. Mientras esto ocurre, los cambios a una vida más virtual se han ido consolidando para quedarse como parte de la nueva normalidad y forma de convivencia.

José Manuel Monroy
Colaborador
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.com.gt

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