Cada persona y cada objeto generan una energía particular en cualquier lugar. Desde hace miles de años, diversas culturas han observado lo que ocurre en el entorno inmediato, en la naturaleza y cómo los cambios climáticos, geológicos y astrológicos están relacionados.
Desde la cosmovisión maya se comprende que debe haber armonía entre los seres humanos y el entorno natural. Para los chinos, el feng shui (viento –agua) ha sido el arte de ocupar el espacio de forma consciente.
Para el Feng Shui existe una energía vital llamada Chi que viaja a través del viento, la cual es modificada por la forma y por la disposición del espacio, y que finaliza al encontrarse con el agua, que en primer término hace referencia al cuerpo físico humano conformado en un 65% por agua.
Si el flujo de la energía es adecuado y termina en el cuerpo, esta permanecerá ahí y aportará salud y bienestar. De aquí radica la importancia que tiene para el Feng shui armonizar montañas, ríos, viviendas, lugares de trabajo ya que al haber fluido energético se favorece el vínculo entre la persona y los ambientes.
Para practicar el Feng Shui es necesario hacer un análisis Ying/Yang a los ambientes, a las configuraciones del terreno, la humedad, la luz y la sombra.
La parte de color oscuro encarna cualidades Ying como suavidad, pasividad, crianza, oscuridad, fluido y el lado derecho del cuerpo. La parte Yang es la parte clara, encarna cualidades como brillo, dureza, actividad, agresividad y es el lado izquierdo del cuerpo.
Ambas partes constituyen un todo y cada uno contiene un elemento de la otra parte (un círculo del color contrario). Esto se aplica a los ambientes en el hogar y laboral, y sugiere que en cada ambiente haya materiales claros y oscuros, duros y blandos, brillo y opacidad, luz y oscuridad, ya que en el Feng Shui todo está relacionado.
Otra forma de mejorar la circulación de la energía es ordenar, depurar, ventilar y limpiar, lo que implica tirar objetos y dejar de acumular. Ya que según el Feng Shui, la acumulación de objetos indica confusión, bloqueo de ideas y de planes. Limpiar u ordenar, por ejemplo, el escritorio, una estantería, etc. provoca atraer oportunidades positivas, porque la energía se desbloquea.
Desde el Feng Shui se recomienda que, al ordenar, debe preguntarse sobre cada objeto: ¿Me gusta? ¿Lo necesito? ¿Refuerza mi forma de ser? ¿Cuáles pensamientos, recuerdos o sentimientos asocio a esto, son positivos o negativos? ¿Debo repararlo? ¿Voy a hacerlo ahora? Si ha llegado el momento de desprenderse del objeto. ¿Voy a venderlo, prestarlo o regalarlo? ¿Cuándo? Además, para alivianar la energía estancada se recomienda colocar flores, plantas y aromas.
Las plantas representan el elemento madera, que es provechoso para la zona de abundancia y prosperidad, y el color verde conecta directamente con la naturaleza. De igual manera para potenciar y armonizar ciertas zonas debe analizarse desde el mapa Pakua (ver ilustración) y trabajar desde la simbología del color. Por ejemplo, en el caso de la entrada, que es la “boca del Chi”, por donde ingresa la energía, se debe cuidar y dejar reluciente, porque es por donde se da la bienvenida a los afectos y a la prosperidad.
En la entrada puede haber macetas, colores vivos, lustrar las chapas o colocar una alfombra de bienvenida para que organice la energía y marque el límite entre el afuera y el adentro. Energéticamente, la alfombra en la entrada hace posible que la energía negativa se quede en la calle. Además, se recomienda aromatizar con eucalipto y cuidar las ventanas por donde el viento agita y atrae prosperidad. Se recomienda abrir las ventanas al menos 10 minutos diarios para oxigenar y respirar bienestar.
Marie Kondo, es considerada una gurú en temas organizacionales y de orden con su propio método “Konmari”, que parte de visualizar cómo se quiere tener el lugar, lo que sirve para darse cuenta de que sí valió la pena el esfuerzo.
Kondo ordena espacios a partir de la premisa de que solamente deben conservarse objetos que produzcan felicidad y que las cosas deben estar ordenadas, en los lugares adecuados y por categorías. La metodología de Kondo es considerada una terapia que busca llenar de paz e inspiración. El método incluye formas específicas de doblar la ropa, de envolver regalos e indica que no se pueden conservar más de 30 libros.
Lope de Toledo, arquitecto y youtuber recuerda que el método de Kondo está basado en elementos del Feng Shui y de la cultura japonesa como “el arte del osoyi” en la educación, que consiste en que los estudiantes limpian su propio espacio escolar, con ello aprenden a no ensuciar el entorno porque “si tú lo ensucias tú tienes que limpiarlo”. El segundo elemento, que indica el arquitecto es el de las costumbres y tradiciones, como la del “genkan”, que consiste en colocar un mueble en la entrada, en el que se dejan los zapatos al entrar de la calle, y con esto no entran las impurezas, ni las energías de la calle.
En el orden en casa, recomienda comenza por la ropa, lo más fácil de desechar. Luego seguir por los libros que, para la cultura japonesa son solo un vehículo de información y, una vez leídos, deben pasar a otra persona que no posee esa información.
Kondo añade que, todo debe estar sencillamente expuesto a la vista, de tal forma que de una sola ojeada se vea lo que hay y además recomienda utilizar cajas de zapatos para ordenar ya que son útiles, considera que tienen un tamaño adecuado, están hechas de material resistente y también recomienda utilizar rollos de papel higiénico para guardar cables, por ejemplo. Luego recomienda seguir por el “komono”, concepto que en japonés engloba cocina, garaje, baño y miscelánea. Y, por último, recomienda ordenar, vaciar y limpiar las fotos, recuerdos y lo que esté relacionado con los sentimientos.
Los expertos en Feng Shui sugieren empezar por el lugar que peor esté, sacando lo roto o lo que hace tiempo no se usa ni se consulta. Ordene, reordene y tire, pero escoja una sola gaveta o mueble a la vez. Un buen inicio puede ser la papelera de la computadora o limpiar la carpeta de descargas en donde seguramente se almacenan copias o documentos que nunca más serán consultados. El siguiente paso es limpiar la bandeja de correo eliminando, leyendo lo pendiente, contestando lo importante y eliminando lo que solo ocupa espacio.
En la zona de trabajo es recomendable utilizar el color azul profundo o el negro para activar y potenciar el chi del lugar. En este sector hay preferencia por las formas blandas, onduladas y redondas, y está regido por el elemento agua. Cualquier signo que lo represente, siempre será buen Feng Shui.
Para elevar la energía cuando esta esté muy baja se recomienda colocar un pequeño cuenco de sal gruesa (energía yang) fuera de la vista y tirarlo a siguiente día.
Roberto M. Samayoa O.
Colaborador
Revista GERENCIA
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