Mercado automotriz grande, pero mayormente usado
Se calcula que el 83 por ciento de los vehículos que circula en el país son usados. Parece ser la tendencia entre los países pobres. Sin embargo, las facilidades de pago han hecho que la compra de nuevos vaya en aumento
Guatemala es el país centroamericano con la mayor cantidad de vehículos circulando en su territorio. Las cifras, que por cierto en esta región no son muy actualizadas, dicen que en Guatemala circula el 38 por ciento del total de vehículos de toda la región. Ello significa que, en el istmo hay alrededor de 10.4 millones de vehículos, pues las cifras oficiales del país aseguran que en nuestro territorio existen 3.65 millones de vehículos en circulación.
Las cifras hacen notar que, aunque seguimos teniendo una economía no muy fuerte, somos el motor del istmo, aun cuando solo logramos crecimientos anuales del 3 por ciento, mientras los expertos aseguran que debiéramos hacerlo al 6 por ciento.
En términos poblacionales, con un territorio mucho más pequeño, duplicamos la cantidad de habitantes de Honduras que cuenta con unos 9 millones de pobladores. Para el último censo, practicado en 2018 y que no se ha hecho público, los conocedores esperan que superemos levemente los 18 millones.
Y si de vehículos se trata, lo más cercano a ese 38 por ciento del que hablamos al principio lo posee Costa Rica, que absorbe el 18 por ciento de los vehículos del área.
Dato importante para revelar es que, de esa cantidad de vehículos en circulación, la mayor cantidad está constituida por vehículos de modelos poco recientes. Las cifras de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), que tiene a su cargo el control del Impuesto Sobre Circulación de Vehículos, dice que el 7 por ciento del parque automotor del país es de modelos 1986 hacia atrás. Otro 1.73 millones corresponden a años que van de 1987 a 2009.
Los datos anteriores no hacen sino revelar que, el 54 por ciento de los vehículos que circulan en el país son de modelos anteriores a 2010. Y, aunque a estas alturas ya circulan autos del modelo 2020, la cifra apenas alcanza las 2,260 unidades. Por supuesto que es destacable que una cifra muy similar a la de los vehículos más antiguos, también circula con el modelo 2018, llegando a sumar 235 mil 894.
También resulta importante señalar que, entre los vehículos de carga liviana ha habido un aumento importante, pues de un 13 por ciento del total que circulaba en 2017, la cifra subió al 17 por ciento este año.
Pero esos números no son suficientes para reducir las preferencias de los guatemaltecos por los vehículos tipo camioneta, esos conocidos como SUV (Sport Utility Vehicle o Vehículo Utilitario Deportivo) y que son una combinación de los vehículos todo terreno con los tipo turístico. Así lo revela Jean Pierre Devaux, director ejecutivo de la Asociación de Importadores y Distribuidores de Vehículos Automotores (AIDVA).
Según este experto, las SUV ocupan el primer lugar de las preferencias entre los compradores del país, seguidos muy de cerca por los pick-up, en un tercer lugar los hatchbacks y en una cuarta posición los sedanes.
Las revelaciones de Devaux indican que, cada mes el parque vehicular guatemalteco se ve aumentado en 13 mil unidades, al menos en los últimos dos años. Con anterioridad, de acuerdo con las cifras de la SAT, esa cantidad venía siendo superior en unas 10 unidades mensuales.
Compramos autos usados
Es de hacer notar que las cifras facilitadas por la AIDVA también muestran como la mayor cantidad de vehículos que se importan son usados. El 83 por ciento de los autos que ingresan al país para circular corresponde a este grupo, asegura Devaux, quien acota que ese dato revela el alto nivel de peligrosidad que existe en el transitar pues, según él, la mayoría de estos son ingresados para reparaciones mayores que atentan contra la seguridad de sus ocupantes.
El representante de los importadores de autos nuevos hace hincapié en estos puntos, porque considera que son importantes para la seguridad vial. Pero también agrega que más allá de ellos, este tipo de automotores atenta contra el ambiente, ya que tras los accidentes que protagonizan, la mayoría en Estados Unidos, se dañan sus sistemas de control de emisiones y resultan siendo perjudiciales para el ecosistema.
En Guatemala el respeto a las leyes es muy ínfimo. Por ejemplo, está prohibido el ingreso de vehículos chocados, pero todo mundo los entra al territorio
Ello sin contar que, según agrega Devaux, en Guatemala suele retirársele los catalizadores a los vehículos rodados, que es un término equivalente a usado, con el argumento de que sin ellos se disminuirán los problemas mecánicos, pero en realidad lo que hacen es liberar la salida de gases perjudiciales que se producen con la combustión, así como partículas tóxicas que pueden salir por los escapes de los vehículos.
A este tipo de contaminación ambiental, de acuerdo con el director ejecutivo de la AIDVA, deben sumarse las partes cambiadas y llantas en mal estado, esas que se promocionan como casi nuevas, que entran a formar parte del tonelaje de basura que se acumula en el país. En su criterio, en muchos casos lo que se importa es basura de otros países y hasta acuña la frase de un refrán popular que reza “la basura de unos es el tesoro de otros”.
Uno de los grandes problemas que en este sentido observa Devaux, es que en Guatemala el respeto a las leyes es muy ínfimo. Para comenzar, advierte que en el país no existen controles fronterizos de ningún tipo. La ley prohíbe el ingreso de vehículos chocados, asegura, pero todo mundo los entra al territorio. Incluso está prohibido el uso y circulación de vehículos con el timón del lado derecho, pero este tipo de automotores se ven circulando con mucha frecuencia, principalmente en el tipo hatchback que resulta deportivo y atractivo para la juventud.
Las cifras sobre circulación vehicular del área centroamericana son muy similares en cada país. Publicaciones del sitio digital Central America Data calculan que, el 43 por ciento de los automotores que circula en la región son automóviles, mientras que el 29 por ciento corresponde a motocicletas. Un 17 por ciento es de unidades de carga liviana, un 7 por ciento de carga pesada y un 3 por ciento del parque es integrado por autobuses.
Esta publicación también asegura que, en sus reportes de inteligencia dan cuenta de que en Guatemala las marcas Mazda, Honda, Mitsubishi, Nissan, Hyundai y Kia, acaparan el 48 por ciento del total de unidades de vehículos tipo automóvil en circulación. Y aunque en la publicación no se mencionan razones, algunos expertos consideran que se trata de marcas que ofrecen modelos de diseños muy atractivos y aerodinámicos a precios muy accesibles para el mercado guatemalteco.
Muchos seguramente se preguntarán qué pasa con Toyota. Y la respuesta es sencilla. En este país continúa siendo una de las marcas más cotizadas. Es la marca más adquirida entre los vehículos nuevos, mientras que las otras mencionadas son las más adquiridas entre los vehículos usados que se importan desde Estados Unidos.
Y muy recientemente se ha incrementado, aunque levemente, la importación directa, vía online, desde Korea, pues los sistemas de compra en línea les han facilitado a los compradores el acceso a compañías que en ese país venden sus marcas en condiciones de vehículos muy bien cuidados, la mayoría tipo SUV, aunque también los hay tipo sedán.
Se calcula que, el 43 % de los automotores que circula en la región son automóviles, y el 29% corresponde a motocicletas
A estas compañías se suman otras posibilidades en línea como el sistema OLX que ofrece la posibilidad de comprar y vender vehículos a través de su página en internet y que para los buscadores de autos usados se ha convertido en un aliado. Pero también hay otro espacio como el Marketplace de Facebook, a través del cual también pueden negociarse vehículos.
Tanto en OLX como en Marketplace pueden encontrarse vehículos de todo tipo, estilo y modelo. Tanto para uso personal como para carga liviana y carga pesada. Las ofertas abundan y solo se trata de que cada quien establezca sus contactos, se acuerde el momento de la presentación física del automotor, se pruebe y se llegue al punto de la venta. Ambos espacios son hoy día sitios comunes para la búsqueda de aquellos que quieren hacerse de un vehículo y no cuentan con la posibilidad de comprar uno nuevo, pero también para aquellos que quieren vender el suyo y no tienen recursos para anunciarse en espacios pagados.
Los autos eléctricos
La última sensación en Guatemala, si quiere verse así, son los automóviles eléctricos. Por supuesto que aún se ven como un tipo experimental, pero hay quienes ya los utilizan. Hasta ahora, con un poco de desconfianza, el mercado venía aceptando autos tipo híbrido; es decir que, funcionan con combustible, pero también con un sistema de energía eléctrica. Sin embargo, su aceptación no ha sido la mejor.
No obstante, los elevados precios de los combustibles, que en los últimos días han sido mucho más notorios, parecen hacer puntos a favor de este tipo de tecnología.
Una venta de electrodomésticos ha traído al país una marca de vehículo eléctrico que intenta incursionar con la idea de ser la alternativa a los altos precios de los combustibles.
Algunas unidades ya circulan en el país. Un par son vistos con mucha frecuencia por el centro comercial Montúfar, sobre la 12 calle y segunda avenida de la zona 9. Algún otro es visto circular como un taxi en la ciudad, y otro en Antigua Guatemala, también como taxi.
Jean Pierre Devaux cuenta que, de momento, las grandes compañías no cuentan con estudios proyectados en cuanto al cambio de un sistema de combustión a uno totalmente eléctrico. “No existe siquiera un plan de incentivos fiscales que pueda favorecer esa tecnología”, dice.
Según él, esta tecnología no requiere únicamente del cambio de sistema en los vehículos, sino también de la instalación de infraestructura que facilite su uso, como la instalación de centros de recarga en el camino. Eso sin contar que deben hacerse estudios de impacto ambiental que eviten niveles altos de contaminación por el desecho de baterías y otros componentes que deben tener manejos especiales para los que aún no estamos preparados.
“En nuestro país no hay siquiera un estudio específico actual de la contaminación por vehículos. Ni siquiera contamos con una ley que regule el control de emisiones de los vehículos”, asegura Devaux y agrega que, el último intento de legislar en ese sentido fue en el año 1999.
De acuerdo con Central America Data, un estudio hecho por su rama de inteligencia de mercados reveló que la población con los ingresos promedio más altos del país, es la que muestra mayor interés por los vehículos eléctricos, híbridos y SUV. Se trata de un mercado joven, de entre los 21 y 30 años, que se siente atraído por estos modelos de automotor. El mismo estudio, por ejemplo, explica que la población con menor capacidad de consumo manifiesta interés pero en las motocicletas, las minivan y los vehículos tipo sedán. Ello explica que, en un país pobre como Guatemala, alrededor del 30 por ciento del parque vehicular esté integrado por motocicletas.
Carlos Morales Monzón
Periodista y Profesor Universitario
Revista GERENCIA
cmoralesmonzon@yahoo.com