Perspectivas 2023 ¿Crisis o “aterrizaje suave”?

Se prevé que la desaceleración continúe, sin llegar a una recesión

Hace un año se vivía un optimismo desbordado por los excelentes resultados que habían obtenido la mayoría de las economías del mundo durante 2021. Sin embargo, durante el 2022 la economía mundial redujo considerablemente su ritmo de crecimiento en la medida que la inflación continuó aumentando y los Bancos Centrales tuvieron que incrementar sus tasas de interés. 2022 será recordado como el año en que se puso fin a más de una década de crédito barato en todo el mundo y se inició con una política monetaria más restrictiva.  

La interrogante ahora es ¿La economía mundial entrará en recesión o se lograrán “desactivar” las políticas monetarias expansivas, sin provocar una crisis económica? Comencemos por examinar la economía de Estados Unidos, la más grande del planeta y con quién tenemos mayores vínculos, por el comercio y por las remesas.  

En el tercer y cuarto trimestre del año pasado, la economía de Estados Unidos registró un crecimiento promedio de 3%, luego de haber caído levemente en los dos primeros trimestres del año, lo cual había encendido las alarmas de una recesión. El crecimiento en el segundo semestre de 2022 provocó cierto optimismo en las perspectivas que se tienen sobre esta economía. Desafortunadamente, hay datos que siguen preocupando. El mercado inmobiliario continúa “corrigiéndose” a la baja, luego del boom que registró durante la pandemia; las ventas minoristas registraron una caída en los meses de noviembre y diciembre, evidenciando un consumidor más cauto con sus gastos y, por último, el Índice de Producción Industrial se redujo en el cuarto trimestre de 2022. 

A esto se le debe agregar la anomalía en la curva de rendimientos de ese país. Normalmente las tasas de interés de más largo plazo están por arriba de las de más corto plazo. Sin embargo, desde hace algunos meses, el rendimiento de los bonos del tesoro a diez años plazo se encuentra por debajo del rendimiento de los bonos del tesoro a dos años y a tres meses plazo. Cuando ocurre esta situación usualmente se tiene una recesión en los siguiente 18 a 24 meses.  ¿Se cumplirá en esta ocasión? 

La buena noticia para la economía estadounidense es que la inflación continúa cediendo y la Reserva Federal anunció que los incrementos de la tasa líder están por finalizar, con lo cual las tasas de interés se estabilizarían. 

Lo interesante de notar es que, a pesar de los anuncios de despedidos en las empresas tecnológicas y en el sector financiero, el mercado laboral de Estados Unidos aún se encuentra bastante robusto. La tasa de desempleo se ubicó en 3.4% en el mes de enero, la más baja en más de 50 años.  

En un análisis global, las probabilidades de recesión en Estados Unidos han disminuido en los últimos meses; de igual forma, de darse una recesión en ese país, pareciera que no sería tan fuerte como originalmente se pensaba. Eso es lo que puede concluirse con los datos hasta el momento, pero con la alta volatilidad de las economías en los últimos tres años, estos escenarios podrían cambiar en los siguientes meses.  

Por otra parte, en el caso de la Eurozona, ha tenido una recuperación mucho más lenta que la de Estados Unidos, pero también ha sido mucho más estable. Hasta el momento esa economía no ha registrado ningún trimestre en rojo desde inicios de 2021, pese a que el conflicto en Ucrania provocó una severa crisis energética en varios países de la región. 

El mercado inmobiliario de este bloque económico se está desacelerando, aunque es muy probable que no llegue a los números rojos que se han registrado en la economía norteamericana. 

La inflación en la eurozona también está cediendo, a pesar de que el Banco Central Europeo no ha elevado tanto la tasa líder como lo ha hecho la Reserva Federal. Con una inflación a la baja, es muy probable que las tasas de interés se estabilicen y que ya no continúen al alza. 

A pesar del relativo “buen panorama” de la Eurozona, dos de las economías más grandes de la región, Alemania e Italia, se contrajeron en el cuarto trimestre de 2022. Esto pone una nota de preocupación sobre la región en su conjunto. Sin embargo, el escenario más probable para la Eurozona en 2023 es el de un crecimiento muy lento, menor al 1%; sin necesariamente caer en una recesión.  

La economía de China, por su parte esta enfrentando una fuerte desaceleración, ligado sobre todo a la política de cierres completos de ciudades para combatir el Covid, lo que finalmente terminó provocando una fuerte crisis política que les obligó a cambiar de estrategia. Ahora que ya abrieron su economía, como en su momento lo hicieron los países occidentales, les ha tocado enfrentar una fuerte ola de contagios; pero la información sobre el tema es bastante opaca. En todo caso, la expectativa es que la apertura de la economía ayude a recuperar cierto dinamismo, aunque estaría muy lejos de sus mejores años.  

Por último, ¿Cómo afectaría el contexto global a Guatemala? La economía guatemalteca cerró 2022 con un crecimiento cercano al 4%, una cifra bastante positiva. Sin embargo, experimentó una marcada desaceleración en el último semestre del año, lo que resulta normal en el actual contexto internacional.  

Los escenarios económicos para Guatemala en los próximos doce meses son relativamente positivos. Al igual que en otras partes del mundo, la inflación comienza a ceder, lo que supondrá menos presiones al bolsillo de los consumidores. La expectativa es que la inflación retorne a niveles normales para finales de 2023.  

Respecto a las tasas de interés, la expectativa es que el Banguat incremente levemente la tasa líder en el primer semestre del año, en línea con lo que esta haciendo la Reserva Federal. Pero se esperaría que las tasas se estabilicen a partir del segundo semestre, cuando la inflación se encuentre más cercana a las metas de inflación del Banco Central.  

Las remesas podrían desacelerase en el presente año en la medida que el mercado laboral de Estados Unidos pierda dinamismo y las exportaciones también disminuirían su ritmo de crecimiento, en línea con la desaceleración de la economía mundial. 

En conclusión, por el momento, el escenario más probable para la economía mundial y para la economía local, es que la desaceleración continúe, sin necesariamente llegar a una recesión. La buena noticia es que la inflación podría regresar a los niveles previos a la pandemia y las tasas de interés se estabilizarían a partir del segundo semestre del año o incluso, un poco antes.  

Paul Boteo 
Economista, catedrático 
y columnista. 
Colaborador 
Revista Gerencia 
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