Pymes generadoras de desarrollo horizontal

Las pymes aportan al crecimiento económico del país pero sus necesidades no siempre son reconocidas

La economía de Guatemala es empujada por la micro, pequeña y mediana empresa. Aunque es una realidad evidente, pareciera que este sector es invisible para una parte de la sociedad y para los gobiernos. Según el estudio “Diagnóstico de las Mipymes en Guatemala, publicado en el año 2010 por el Banco Mundial, se estima que estas ascienden a 1.2 millones de unidades productivas, lo que se complementa con los datos de la Encuesta Nacional del Empleo 2012 que señala que, 5 millones de la población económicamente activa están involucradas en ellas aportando un 40% del Producto Interno Bruto del país.

Manfredo Reyes,
presidente de la Fepyme.

Se calcula que en Guatemala las Pymes son responsables del 85% de los empleos formales lo que, según el Centro para la Promoción de la Pequeña y Mediana Empresa en Centroamericana, está por encima de lo que las Mipymes aportan al empleo en el resto de países centroamericanos en donde se alcanza un 72%. Este dato es importante si se toma en cuenta que la tasa de trabajo informal en el país asciende al 74.5% de la PEA.

No es difícil afirmar que al apoyar a las pymes automáticamente se está apoyando la creación de empleos y la generación de riqueza, dos problemas que requieren atención urgente. Según las “Perspectivas económicas de Guatemala 2013”, un estudio elaborado por Fundesa, de los 140 mil jóvenes que ingresan a la fuerza laboral cada año, solamente 25 mil consigue empleo formal. Además, se calcula que 145 mil guatemaltecos, mujeres y hombres, emigran cada año en busca de mejorar sus ingresos.

Manfredo Reyes, presidente de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa (Fepyme), señala que apoyar a las pymes redundaría directamente en la disminución de las tasas de migración y de desempleo. Esto porque la Fepyme está convencida de que son un eslabón importante en la reducción de la pobreza. Añade que una de las razones por las que Guatemala resintió poco la recesión económica mundial, fue porque este es un país formado por pequeñas y medianas empresas dedicadas a la producción de materias primas, de artículos de consumo diario y de alimentación.

La Fepyme aglutina a 1,200 empresas afiliadas, a diferentes grupos gremiales y a 15 mil mujeres afiliadas. Pero, las pymes no son solamente los pinchazos, las panaderías de barrio o los comedores, sino que hay también exportadoras. Las pymes de mayor crecimiento son las dedicadas a los servicios, al software y a las tecnologías de la información y de la comunicación. Una característica del comercio de las pymes es su dinamismo, debido a lo cambiante de la demanda y a que en casos como la producción de textiles, es más rentable solamente vender y no producir.

La Fepyme gestiona la visita de profesionales que asesoran a empresas y organizaciones de este segmento.

Diversidad de opciones

La principal dificultad que manifiestan quienes están en las mipymes, según Reyes, es la renuencia a cambiar de mentalidad y a considerar otras opciones. El presidente de la Fepyme comparte una experiencia exitosa de una empresa que hace tres años decidió cambiar y dejar de cultivar maíz y empezar a cultivar cinco manzanas de pachulí, un componente fundamental para la producción de perfumes.

Actualmente cultivan 200 manzanas y la producción se exporta a Francia. El abrirse a la posibilidad de cambiar de producto redunda en un beneficio evidente. Por cada manzana de pachulí cultivada se obtiene un beneficio hasta del 400%. “Ahora que la gente ha visto que esta experiencia ha resultado, otros empresarios se están animando a cultivar pachulí”, señala Reyes.

El cambio implica también compartir las propias experiencias y los procesos y dejar de percibirse como competidores sino más bien verse como complementarios. El compartir las experiencias y las dificultades y encadenarse tiene como efecto, por ejemplo, disminuir los costos de producción. “No hay que verlo por el lado de qué va a averiguar de mí sino en qué se va a benefi ciar mi negocio de su experiencia”.

El cambio en la mentalidad está relacionado directamente con la forma como se concibe la persona. El Banco Interamericano de Desarrollo está impulsando diversos proyectos que buscan fortalecer la innovación y la creatividad para que las personas refuercen su capacidad de hacer cambios en sus productos o en la forma como los presentan y los comercializan.

La capacitación es otro de los elementos catalizadores para las pymes. En una alianza con la organización no gubernamental Swiss Contact, la Fepyme gestiona la visita de profesionales que asesoran a empresas y organizaciones de cualquier actividad. De esa cuenta han traído expertos en metalmecánica, embutidos, zapatería o panadería. Lo más provechoso es cómo los benefi ciarios caen en cuenta de lo mucho que se puede hacer con recursos limitados.

Otra de las dificultades es el acceso al crédito. “Todos el mundo dice, venga al banco que aquí le damos, y eso no es cierto”, afirma Reyes. La dificultad es que los bancos solicitan requisitos que las mipymes no pueden cumplir porque no cuentan con una garantía real. Esto a pesar de que son “una cartera muy creíble que paga, pero no tienen con qué respaldarse, más que con su palabra”, por lo tanto no pueden garantizar una operación.

Para contrarrestar este problema considerando que la inversión local es la que puede generar desarrollo de forma más horizontal, la Fepyme ha solicitado Q5 millones del fondo comercio y desarrollo para la micro y pequeña empresa, del Ministerio de Economía, para los próximos cinco años.

El objetivo es detectar focos de empresarios que necesiten apoyo fi nanciero y organizaciones a quienes se les otorgarán los fondos “a una tasa adecuada entre el empresario y la fuente de dinero”. La Fepyme no se convertirá en una intermediadora financiera ni será quien analice la capacidad de pago ni los riesgos sino que esto estará a cargo de las organizaciones.

La ventaja de esta estructura es que, es un compromiso mancomunado y en las comunidades las personas “saben a quién se le puede dar el dinero”. A este fondo, que cuenta con 25 años de existencia, es la primera vez que tiene acceso para la Fepyme, por lo que esperan obtener en los próximos años hasta Q500 millones. Anteriormente, la colocación de estos fondos “era muy reducida y no dejaba oportunidad a nuevas organizaciones”, señala Reyes.

Probablemente el mayor problema que enfrentan las pymes es la violencia y el cobro de extorsiones, el que ha aumentado en el último año y que incrementa los costos. Según datos de la Unidad contra las extorsiones de la Fiscalía contra el Crimen Organizado del Ministerio Público, durante 2012 se capturaron 23 estructuras de extorsionistas conformadas por entre 10 y 40 personas. Además, señala que se ha apoyado la desarticulación de estos grupos principalmente en los departamentos de Guatemala, Quetzaltenango, Totonicapán, Baja Verapaz, Escuintla y Mazatenango. A junio de 2013 se registran 310 personas detenidas por este delito y 18 estructuras desarticuladas. Los datos evidencian el por qué en muchos casos los pequeños y medianos empresarios prefieren cerrar los negocios ante la imposibilidad de seguir pagando la extorsión.

A futuro, lo que se espera para el fortalecimiento de las pymes es poseer y brindar una oportunidad, dice Reyes, la que puede ser traducida en inversión local de acuerdo a análisis y estudios de las fortalezas de cada lugar, u oportunidad de ampliar el mercado o de orientar la producción o de fortalecer el encadenamiento.

Por ejemplo, en el caso de la galleta escolar o de la impresión de textos del Ministerio de Educación, el gobierno podría hacerlo no solo a través de una empresa sino exitosamente a través de pequeñas y medianas empresas en todo el país y solamente habría que supervisar la calidad del producto.

Acciones como estas generarían desarrollo local, aumentarían la inversión y distribuirían mejor la riqueza. También será necesario avanzar con temas que por antiguos parecen olvidados: la unión aduanera y la integración centroamericana. Completar este proceso permitiría a las pymes acceder a un mercado cautivo cercano a los 35 millones de personas. Solventar estos pendientes permitiría que las pymes crecieran. “Es como cuando sube la marea, señala Reyes, el beneficio llega a todos”.

Roberto M. Samayoa O.
Periodista
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.org.gt

También podría gustarte