Sin billetes se erosiona la confianza Febrero de 2007 Revista GERENCIA, edición 433 n el mundo empresarial cada día se observa menos el uso de efectivo en las transacciones. Ya sea en la compra de productos o en el pago de algún servicio se utilizan medios alternos como las tarjetas de débito o crédito… incluso instituciones bancarias fomentan la utilización de cheques por temas de seguridad.
Hoy se ve con normalidad esta situación, pero en diciembre de 2006 se presentó la crisis de falta de dinero que afectó las fiestas de ese fin de año. Dos meses después GERENCIA explicó el impacto de la economía gracias a una investigación con expertos y ejecutivos empresariales.
La escasez del papel moneda se debió a que las autoridades del Banco de Guatemala no abastecieron de billetes de manera oportuna y suficiente al sistema privado bancario. Medidas como facilitar retiros de hasta Q500 o Q4 mil en el mejor de los casos no lograron que las agencias bancarias cerraran antes del mediodía en el fin de semana previo a la Navidad.
Esta falta de dinero afectó al sector turístico, ya que los turistas dependían del efectivo y, en la mayoría de casos, de los cajeros que abastecían este efectivo para sus compras. Estas compras se resentían por la escasez al tener en cuenta que la mayor parte de comerciantes y tenderos no contaba con dispositivos POS para leer tarjetas de débito.
Una de las razones esgrimidas por las autoridades de ese entonces fue que los billetes de Q100 ya estaban deteriorados y necesitaban reemplazarse… pero el reemplazo llegaba un mes después.
¿Eran necesarios billetes de mayor denominación? En agosto de 2010 – cuatro años y cuatro meses después de la escasez de efectivo- comenzó la circulación del billete de Q200. Otro fenómeno que marcó la economía nacional al encontrarse con un billete que no era del todo aceptado en el sector comercial, por su falta de confianza en un billete de reciente circulación y presunta facilidad de falsificación.
Billetes de Q500 y Q1,000 también están pendientes de ser producidos y puestos en circulación. Si bien en el año 2002 se decretó su creación, hasta el momento el Banco de Guatemala indica que no es necesaria su circulación ya que no existe todavía la demanda para estos billetes.
En algunas instituciones bancarias y gremios relacionados con el transporte de efectivo, como la Gremial de Empresas de Seguridad Privada, todavía recuerdan el incidente. La pregunta que ronda es: ¿sucederá otra crisis similar a la de hace una década?