Solo sumergidos en competencias, vamos a llegar al mundial

Entrevista con Adela Camacho de Torrebiarte, dirigente futbolística.

Guatemala no ha ido a ningún mundial de fútbol de la liga mayor. Entre la mala planificación, la histórica falta de preparación, la misma personalidad de los jugadores y la corrupción, se han encargado de que eso no suceda.

Revista GERENCIA conversó sobre estos temas con Adela Camacho de Torrebiarte, una experimentada dirigente del fútbol guatemalteco, quien nos abrió las puertas de su casa en la capital y les presenta esta amena e interesante charla.

¿Por qué Guatemala no ha logrado ir a un mundial? Al menos al de las ligas mayores
Nos falta un poco de todo. Y nos afecta todo. Estuvimos a solo un gol del mundial de Alemania. Y aquí contaré una intimidad en la que creo que Carlos “El Pescadito” Ruiz no va a estar en desacuerdo ni incómodo conmigo.

Cuando se jugó en Trinidad y Tobago, yo fui a recibir al aeropuerto al primer grupo que regresó a Guatemala, porque no vinieron todos juntos sino en diferentes vuelos. En ese grupo venía El Pescado, él era el capitán de esa selección. Venía muy molesto y me dijo: “no entiendo por qué los muchachos no se la creen cuando vamos ganando. Porque íbamos ganando ese partido 0-2 y terminamos perdiendo 3-2. Aunque yo les gritaba que había que poner toda la fuerza para mantener el marcador, ellos estaban como congelados”

Así narraba El Pescado su desconsuelo y molestia.

«Una selección organizada debe contar con un equipo técnico bien armado.  Poseer fisioterapista, psicólogo, preparador físico y hasta un motivador»

Pero ¿qué les pasa a los jugadores?

Nos ha faltado la planificación constante, que los muchachos tengan ese verdadero proceso de formación futbolística. Que tengan respaldo económico, respaldo de la acción. Que nos aguantemos un poquito y apoyemos las ligas menores. En realidad, toda la atención está puesta en la selección mayor, pero hay que ir evolucionando para que al llegar a la mayor la formación del jugador ya haya sido completa, y los equipos de la liga nacional juegan un papel importantísimo para lograr este fin.

A partir del FIFA Gate, Guatemala resultó involucrada y varios de sus dirigentes procesados judicialmente.

¿Qué rol ha jugado la corrupción en esta historia de fracasos en el camino a los mundiales?
La corrupción ha influído negativamente en el fútbol guatemalteco, porque se han preocupado de sus negocios y no del desarrollo del deporte.

El desarrollo del fútbol es importantísimo.  Los equipos tienen que estar en competencias todo el tiempo. Tienen que haber partidos de fogueo de calidad y eso es caro, pero hay que hacerlo porque si no se foguea un equipo, tampoco está preparado para ir a jugar.

¿Será solo cuestión de fogueos?

Por supuesto que no. Una selección bien organizada debe contar con un equipo técnico bien armado. Poseer fisioterapista, psicólogo, preparador físico y hasta un motivador. En el tiempo del Primi (Ramón “El Primitivo” Maradiaga) tuvimos de motivador a un costarricense muy bueno y todos vimos los resultados.

Pero los jugadores también tienen que poner de su parte. Tienen que hacer gimnasia y se tienen que cuidar.  Se debe tener médico y nutricionista, porque hay que darle seguimiento a la condición física de los muchachos, hay que revisar constantemente cómo está su ingesta. En Guatemala los jugadores tienen muy mala alimentación. Por un lado, por la pobreza que afecta a la mayor parte de la población; pero, por otro, porque ellos mismos no se cuidan.

En una oportunidad, para una Copa de Oro, los resultados de la evaluación médica advertían que la mayoría de los seleccionados guatemaltecos padecían de desnutrición.  Al menos así se dijo en Guatemala.

Eso es cierto. Hay muchos casos de desnutrición y hasta de parásitos. Pero hay algo muy común, que, aunque pocos lo crean, afecta el rendimiento de un jugador.  Muchos padecen de caries y no se las tratan.

¿Cómo atacar esos problemas?

Precisamente eso es lo que está pasando en la actualidad.  La FIFA está intentando que la reorganización del fútbol guatemalteco sea tal que pueda comenzar a eliminar esas falencias. Es fundamental que dentro de las juntas directivas de la federación haya representantes de equipos de la mayor.

¿Eso dice la experiencia?

Por supuesto. México, Panamá, Costa Rica y Honduras, para hablar de selecciones cercanas geográficamente, cuentan en sus federaciones con representantes de los equipos de la liga mayor y veamos los resultados. Todos han clasificado a mundiales.

Hoy la FIFA quiere que sean 7 ó 9 los miembros del Comité Ejecutivo de la Fedefut y entre ellos debiera haber al menos 3 representantes de equipos de la mayor.

¿Qué garantías nos daría esa integración?

Lo que nos daría es la tranquilidad de que habría mayor coordinación entre la federación y los equipos, algo que aquí no hemos logrado a cabalidad.  Yo he sido parte de comisiones y también he estado en la liga y puedo asegurar, sin ningún temor a equivocarme, que había una ruptura de comunicación entre ambas instancias. Por eso insisto tanto en que deben mezclarse las autoridades del Comité Ejecutivo con los equipos de la Liga Nacional. La exitosa experiencia de otros países así lo demuestra.

Según su experiencia, ¿qué pasos debemos dar para ver a Guatemala en un mundial?
Primero, lograr una buena integración del nuevo Comité Ejecutivo.  FIFA está exigiendo ahora, incluso, que haya una mujer en este tipo de instancias. Luego que haya una buena ejecución de fondos, con gente transparente e interesada en el fútbol y en Guatemala. Se debe reglamentar de tal forma que los directivos no se eternicen en los puestos.  Debe promoverse la formación integral del jugador y los técnicos.

¿Qué ha significado la suspensión de competencias internacionales dictada por la FIFA?
Yo diría que nos ha hecho perder, fácilmente, unos 5 ó 10 años de procesos.  Porque todo es un proceso. En Europa, los jugadores se dedican a eso, a jugar. Aquí costó hasta que quisieran jugar dos veces por semana.

Y cuando han participado en competencias internacionales como la Concachampions, ya no quieren o no pueden jugar en la liga local, porque se cansan. Los equipos no tienen la capacidad de contar con planteles suficientes para enfrentar varios compromisos simultáneos.  Solo sumergidos en competencias, vamos a ganar experiencia y vamos a llegar a un mundial.

Carlos Morales Monzón
Periodista y consultor
cmoralesmonzon@yahoo.com

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