Un ciclismo que necesita más que luces
Los llamados Colectivos de Ciclistas cada vez se expanden más en la ciudad de Guatemala y en otras ciudades del país con sus respectivas limitantes
Al final de la jornada, se prepara para abordar su vehículo con deseos de encaminarse a su residencia. Camino a su casa se encuentra con una panel o un pick-up con luces intermitentes que circula a poco más de diez kilómetros por hora. Al acercarse puede observar que, delante del vehículo, cinco o más ciclistas circulan por la calle principal, con rumbo hacia algún punto en especial.
Esto ya no solo sucede cada cierto tiempo o en temporadas específicas, sino casi a diario. Los famosos Colectivos Nocturnos o Colectivos de Ciclistas han comenzado a proliferarse desde hace más o menos cinco años.
Estilo alterno
La práctica del ciclismo urbano comenzó en la ciudad de San Francisco y Nueva York, en Estados Unidos, como una alternativa a los congestionamientos de automóviles en estas grandes metrópolis.
En España se formó el movimiento Masa Crítica, que basa su nombre en el efecto consistente en la confluencia de vehículos livianos o peatones para formar una masa más fuerte que un vehículo de mayor tracción. El movimiento proponía utilizar la bicicleta como vehículo cotidiano dentro de las ciudades de España y establecer vías exclusivas para ciclistas.
Karina Arroyave, organizadora del colectivo Piratas del Ciclismo.
En Guatemala el movimiento comenzó de manera independiente por el Club del Abuelo desde la década de los noventa, y a principios de la década de 2010 se unió a este interés Masa Crítica Guatemala, Biketun, Club de Mujeres Ciclistas de Guatemala y Piratas del Ciclismo, entre otros.
Karina Arroyave, organizadora del colectivo Piratas del Ciclismo, indica que todo colectivo tiene ciertos atributos mínimos: un punto de reunión, una hora de salida –normalmente de noche- y un líder u organizador.
“Piratas del Ciclismo, sale del Parque Morazán los días miércoles a las siete de la noche y lidero otro que sale de una tienda llamada Top Bikes, en la zona 15. Es importante diferenciar los colectivos propios o de amigos a los de las tiendas”, explica Arroyave.
Los colectivos de tienda son patrocinados por alguna empresa que comercialice bicicletas, repuestos o accesorios para bicicletas. Estos cuentan con apoyo de vehículos que acompañan a los ciclistas y poseen una ruta en específico.
Cultura vial
Si bien, este tipo de movimientos han tomado fuerza en los últimos años, también han generado opiniones divididas. Conductores que por una u otra razón deben recorrer las calles de la ciudad en la noche ven que algunos colectivos toman un carril sin la debida seguridad o a una velocidad excesivamente baja en vías de alta velocidad, lo que puede provocar accidentes a los mismos ciclistas.
Rolando Alfaro, fotógrafo y ciclista urbano.
“En la actualidad hay mucho más respeto al ciclista porque hay más gente involucrada en estos colectivos, ya sea por ejercicio o por amistad. Como hay más gente que se entera los conductores piensan: ‘este ciclista puede ser alguien que conozco’. Pero, todavía existe gente que va con la premura de ir a su casa por la noche”, expresa Arroyave.
Aún con eso, hay cierta aversión hacia los colectivos nocturnos. “Nos pasan diciendo huevones, vayan a trabajar o estorbos del tráfico. Pero, nosotros no hacemos tráfico sino ejercicio, tenemos un vehículo de dos ruedas sin mayor peso, pero al final es un vehículo y merecemos el mismo respeto que todos los demás, con el mismo derecho de locomoción”, agrega Arroyave.
La organizadora indica que la Cultura Vial y el Respeto deben de ser en ambos lados. “No utilizamos las aceras ya que son peatonales, únicamente las calles. En los colectivos tampoco es permitido meterse dentro de los carriles o entre carros. En el caso de que algún integrante trate de sobrepasar las normas se le llama la atención. Normalmente ellos mismos se van y no regresan”, expresa Arroyave.
Implicaciones
Como en toda agrupación o reunión de personas siempre existirán aspectos negativos. Uno de ellos es la problemática de la señalización y la seguridad.
“Hemos tenido problema en la Avenida Reforma, ya que la Ciclo Vía de esta avenida es utilizada por peatones cuando no se pensó que debía ser así. Muchos corredores se molestan cuando nosotros pedimos que se hagan a un lado o pedimos permiso, cuando en realidad ellos son los que están dentro de una vía que no les corresponde”, expresa Arroyave.
La organizadora también indica que, la Sexta Avenida de la zona 1 no se sabe si es totalmente peatonal o para ciclistas, con el agravante que si fuera para ciclistas no especifica hacia dónde va la vía.
La práctica de esta modalidad también necesita ser debidamente organizada. Rolando Alfaro, fotógrafo y ciclista urbano, expresa que en colectivos organizados por la Municipalidad de Guatemala o por empresas de bicicletas llega mucha gente que no está preparada o no está consciente de cómo funciona.
“Los colectivos de la Muni son bien organizados, lamentablemente los desorganizados son las personas que no tienen experiencia, preparación mínima o educación. Hay personas que corren con bicicletas sin luces, no prevén un posible pinchazo de sus llantas o no las mantienen en buen estado. Incluso llegan personas que creen que es una carrera y no un recorrido normal”, expresa Alfaro.
Alfaro recomienda que, para integrarse a un grupo por primera vez, ya sea un colectivo de amigos organizado por una tienda o por la Municipalidad, se debe conocer qué tipo de dificultad tendrá, ya que no es solo de utilizar una bicicleta y recorrer de noche la ciudad.
Ventaja comercial
Con el auge de los colectivos de ciclismo urbano o nocturno las tiendas que comercializan bicicletas o repuestos han encontrado un nicho de mercado interesante para sus ventas.
“De un año para atrás, cada tienda busca tener su propio colectivo. La razón principal es la pérdida de clientela: la tienda necesita estar abierta para atender a sus clientes. Aunque ese día se cierre más tarde, hay mayor probabilidad de vender luces, aros, llantas de repuestos, etc. Todas las tiendas buscan acaparar este mercado. El que no tiene un recorrido nocturno o no organiza una salida semanal se queda atrás y pierde”, expresa Arroyave.
Otro aporte a la economía es que existen guías expertos para liderar colectivos, quienes cobran por sus servicios.
Alejandro García
Colaborador
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.com.gt