Urge promover la inversión
La inversión es importante para crecer, pero para promoverla hay que terminar con sus enemigos
Hay una palabra mágica para alcanzar un mejor desarrollo y crecimiento. Se trata de: inversión. Todos coinciden en ello, incluso los que divergen en ideología y sistema político para dirigir a un país. y es que, de cualquier forma, aquellas naciones que quieran tener mejores niveles de crecimiento y desarrollo no tienen más que invertir, ya sea a través del Estado o del sector privado.
Al programa Business Future of the Americas, organizado por la AmCham, asistieron más de 100 empresarios de varios países américanos.
El principio de todo es la inversión. Guatemala necesita mejorar los niveles educativos y eso requiere dinero. También urge mejorar el sistema de salud, pero también requiere dinero. Es apremiante combatir la delincuencia y el narcotráfico para disminuir los niveles de violencia, y eso también requiere dinero.
Al final, todo ese dinero no es más que inversión. El resto de los cambios no necesitan de dinero, solo dependen de la voluntad de quienes tienen en sus manos hacerlo. Por ejemplo, la reforma judicial, más que dinero requiere de voluntad de los tres poderes del Estado.
Entonces, queda claro que a Guatemala le urge promover la inversión, pues los recursos del Estado son demasiado reducidos como para enfrentar este reto. Sin embargo, qué hacer cuando estamos enredados en un círculo vicioso que nos mantiene como un pantano de mediana profundidad, paralizados pero sin ahogarnos.
Carolina Castellanos, directora
ejecutiva de la AmCham Guatemala.
Los expertos poseen sus propias ideas y creen que si algo hay que hacer, debe hacerse lo antes posible.
Motivación para inversores
De momento, ya se han hecho algunos esfuerzos para atraer inversión. En menos de treinta días Guatemala contó con la oportunidad de albergar en sus tierras a decenas de empresarios y funcionarios públicos de otros países. Algunos con la idea concreta de buscar nichos de mercado para sus inversiones, y otros, para discutir temas regionales, pero también aprovecharon para observar, analizar y quizá pensar en la posibilidad de que sus coterráneos posean oportunidades de traer sus capitales a este país.
Primero fue el Investment Summit 2013, que hospedó en Guatemala a más de 200 inversionistas del mundo con la idea de conocer las oportunidades que para sus capitales existen en esta parte del centro de América.
A los posibles inversores se les intentó motivar con ideas como, que Guatemala es la economía más grande de Centroamérica (37.5 por ciento del Producto Interno Bruto –PIB- regional), ofrece acceso a 67.5 millones de personas del mercado mesoamericano, tiene un mercado local de 15 millones de habitantes, de los cuales el 70 por ciento es menor de 30 años, y está catalogada como la 5ª economía latinoamericana más abierta a la Inversión Extranjera Directa (IED).
Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de Fundesa.
También se vendió la idea de realizar alianzas estratégicas, conocer proyectos de inversión y realizar contactos con las altas autoridades de gobierno. Por otro lado, se presentaron exposiciones sobre el marco legal para las inversiones en Guatemala y los proyectos de inversión en el sector público.
Asimismo, otro de los eventos importantes fue el Business Future of the Americas, organizado por la Cámara de Comercio Americana en Guatemala (AmCham), al que y al asistieron más de 100 empresarios pertenecientes a las AmCham de varios países americanos.
En el cónclave pudo escucharse conferencias sobre el Comercio e integración: Oportunidades de crecimiento y desarrollo, lavado de dinero en los negocios, sostenibilidad social e impacto global. En La base de los negocios, se habló sobre tecnología e innovación: Haciendo posible el desarrollo sostenible en América Latina. En Seguridad y Estado de Derecho: Una necesidad para la inversión y el desarrollo, entre otros temas.
y a estos eventos debe agregarse la realización de la 43 Asamblea de la Organización de Estados Americanos, desarrollada en Antigua Guatemala, en donde representantes de gobiernos de toda la región se hicieron presentes para discutir diversos temas, pero un encuentro que también se aprovechó para acercar más a los países en temas comerciales a través de reuniones bilaterales.
Para atraer inversión, el país necesita de un sistema de justicia eficiente.
Una visión guatemalteco-americana
Carolina Castellanos, directora ejecutiva de la AmCham Guatemala, cree que estamos en aprietos, pero solucionables. Dentro de su visión empresarial, considera que más eventos como los que se han mencionado pueden facilitar la traída de capitales a Guatemala. Sin embargo, cree que se debe trabajar más en temas locales como la consolidación del Estado de Derecho, el clima de inseguridad y la conflictividad social.
Castellanos pone énfasis en la necesidad de una reforma profunda al sistema de justicia, ya que considera que en la actualidad es ineficaz, ineficiente y corrupto, por lo que si no se hace algo inmediato para cambiar esas características, será difícil que exista certeza jurídica para quienes quieran venir a invertir en el país.
Menciona dentro de su análisis la pérdida de la institucionalidad, principalmente ahora que se conocen concretamente tantos casos de alcaldes corruptos. ¿Cómo creer en la autoridad local si los alcaldes son corruptos?, se pregunta.
Otro tema en el que no duda en que debe trabajarse es en el de la seguridad. Lejos de mejorar empeoramos, sostiene, y eso ahuyenta el capital. Los empresarios estadounidenses, por ejemplo, tienen temor de invertir en Guatemala, por eso es que en los últimos años ya no se ha conocido de más empresas de ese país colocando su dinero acá.
Castellanos menciona como ejemplo el crecimiento de la inversión colombiana en Guatemala, y la analiza como lógica pues son empresarios acostumbrados a lidiar con este tipo de problemas. “Saben manejarse dentro de climas inseguros. Tienen experiencia en ello y eso les da ventajas sobre otros empresarios. Por eso los colombianos están insertándose muy bien en este país”, apunta.
Pero dentro de todo menciona cifras y dice que muy pocos empresarios en el mundo están dispuestos a incluir dentro de su presupuesto anual un 10 por ciento para seguridad. “Esa es una cifra fuerte y sobre todo sin retorno”, afirma.
y concluye diciendo que otro tema importante es la facilitación aduanera. No se trata de eliminar los controles, dice, sino de anular los criterios de discrecionalidad que asumen los vistas y lograr mayores índices de agilidad en la movilización de las mercancías, tanto en las que entran como en las que salen.
Urge una nueva legislación Juan Carlos zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), no tiene el menor empacho en afirmar que si Guatemala quiere mejorar sus niveles de inversión, debe empezar por aprobar una serie de leyes que faciliten el ingreso de capitales.
David Casasola, analista
e investigador asociado del CIEN.
Como ejemplo central menciona una iniciativa de ley que se encuentra en el Congreso y que, en sus palabras, crearía la institucionalidad de lo que hoy se conoce como Invest Guatemala, para que con autonomía pueda trabajar en la mejora de la atracción de capitales.
Por supuesto que esto debiera acompañarse de otras acciones como la de mejorar la imagen del país ante el mundo. En el Doing Business, por ejemplo, de entre 144 países analizados, y en donde el 144 es el peor, Guatemala ocupa precisamente ese sitio si de costos asociados al crimen y la violencia se trata.
y si hablamos de educación y calidad, la cosa no varía más que siete puestos hacia arriba. Algo similar ocurre en los temas de desnutrición crónica y en el de corrupción. “Aunque se ha tratado de mejorar en todos ellos, aún no salimos de los puestos en los que se encuentran países a donde un inversionista no está dispuesto a asistir fácilmente con su dinero”, apunta zapata.
Este año, zapata menciona que el Programa Nacional de Competitividad (Pronacom) ha desarrollado 43 acciones encaminadas a mejorar la visión del país de cara al exterior. Sin embargo, estos aún no son suficientes para despejar el clima de incertidumbre existente.
Los cuatro temas inmediatos para garantizar inversión sostenible son:
seguridad, inversiones estratégicas, empleo e incentivos fiscales.
Se debe trabajar también en promover al país, en una agenda conjunta entre el sector privado y el gobierno, y en reducir la conflictividad, así como en fortalecer la institucionalidad y reformar la Ley de Partidos Políticos, todo ello con el propósito de generar un marco legal y social que nos permita convivir localmente y anular esas malas imágenes que tenemos en el exterior.
Falta definición concreta
Para David Casasola, analista e investigador asociado del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), hablar de inversión es hablar del elemento más importante para el crecimiento económico.
El investigador asegura que en los últimos 20 años más de la mitad del crecimiento del país ha dependido de la inversión.
y al aportar datos de cómo estamos en la actualidad, comparado con nuestros más cercanos vecinos, Casasola dice que la inversión en Guatemala representa más o menos el 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Esa cifra quizá no sería mala si en otros países no estuviesen mejor. Por ejemplo en El Salvador representa el 17 por ciento, en Honduras el 23 por ciento y en Nicaragua el 22 por ciento. Aún así, no hemos sido tan malos imanes para la Inversión Extranjera Directa.
Casasola considera que son cuatro los temas inmediatos a resolver si queremos garantizarnos más inversión sostenible, pues durante muchos años lo que hemos hecho es atraer capitales golondrina, aquellos que sólo vienen temporalmente para aprovechar ventajas coyunturales, pero luego se alejan y dejan vacíos difíciles de llenar.
El primero de los temas a resolver es el de la seguridad, que se ha convertido en el cuco de los gobiernos de turno y que, en el actual, aunque fue su caballo de batalla electoral y que al final de cuentas le dio el triunfo en las urnas, ha sido un tópico que no han podido solventar y más bien se ha ido empeorando.
El otro tema importante es el de definir las inversiones estratégicas.
Es decir a qué campos de inversión queremos apostarle. y es que si finalmente nos decidimos por el desarrollo minero y las hidroeléctricas, debemos buscar los mecanismos inmediatos y efectivos para evitar la conflictividad que estos han venido demostrando en los últimos años.
Un tema no menos importante es el del empleo. Para que un inversionista esté dispuesto a llegar a un país con sus capitales es importante darle certeza jurídica en el tema salarial, por ejemplo. Nadie quiere llegar a una tierra donde cada año cambian las políticas y el mecanismo para determinar un tema vital.
Por último, Casasola menciona los incentivos fiscales. A su criterio es trascendental y más cuando el próximo año, según la Organización Mundial del Comercio (OMC), deben quedar anuladas ventajas como el decreto 29-89 (Ley de Promoción de las Exportaciones) y la Ley de zonas Francas.
La nueva tendencia mundial será la de promover las subvenciones horizontales; es decir, que existan ventajas similares en todos los países, para que nadie tenga ventajas sobre los demás y pueden tener acceso a otros países sin complicaciones.
La certeza jurídica en el tema salarial es vital para todo inversionista.
De números y reflexiones
Durante el Business Future of the America 2013, Sergio Daga, Analista Visitante Senior de The Heritage Foundation para América Latina, dejó varias reflexiones durante su exposición.
Por ejemplo, dijo que “los países más abiertos al comercio son los menos pobres y menos desiguales en relación a los ingresos y la redistribución de la riqueza”. Lo anterior no hace sino ratificar la necesidad de generar mecanismos de apertura y anulación de las medidas proteccionistas, pues concluyó diciendo que “las regulaciones proteccionistas son barreras”.
Actualmente Guatemala no está entre los menos competitivos del mundo, pero según las cifras de la fundación que se encarga de analizar todos los mercados con base en entrevistas de percepción, estamos a sólo un paso de llegar.
y entre sus conclusiones, Daga, entre líneas expuso que los gobiernos deben dejar en manos del sector privado lo relativo a la inversión, aunque siempre manteniendo controles adecuados, si en realidad quieren ser competitivos.
Los países no son los que compiten, son las empresas, porque los paises solo se benefician de lo que estas
logren.
“Los países no son los que compiten, son las empresas, porque los países solo se benefician de lo que estas logren”, advirtió.
Si se le pone atención a estas máximas, sin que el Estado pierda su estatus de controlador y supervisor de las acciones, quizá lleguemos a un buen puerto. En Estados Unidos, según Daga, cada dólar importado genera dos plazas de empleo.
Así las cosas, todo parece estar más claro que el agua. Si el país, no trabaja por mejorar la seguridad, crear legislaciones adecuadas para atraer inversión, generar agendas de ruedas de negocios para motivar a los inversores, cambiar el sistema de justicia y reducir la conflictividad social, hablar de una inversión adecuada para el desarrollo y el crecimiento está aún muy lejos de nuestra realidad.
Guatemala necesita cambios, pero cambios de verdad y no sólo de palabras dentro de propaganda.
Carlos Morales Monzón
Periodista y Consultor
cmoralesmonzon@yahoo.com