¿La planeación financiera se ve afectada por el bono 14?
Las empresas que cuentan con estados previsionales –que prevén los ingresos y los gastos en el corto y largo plazo-, como parte de una buena planeación financiera, son las menos afectadas por pagos extraordinarios, como son el bono 14 y el aguinaldo. Ambas prestaciones otorgadas en Guatemala y que corresponden al valor de un salario mensual, la primera pagada en julio y la segunda en diciembre.
Para las empresas es de gran importancia la planeación financiera. Por medio de ella, se analizan las alternativas de inversión y financiamiento disponibles en un panorama general, se proyectan las consecuencias futuras de toda decisión que se tome y se mide el rendimiento posterior a partir de los objetivos del plan financiero, por mencionar solo algunos beneficios.
Gracias a la planeación financiera las empresas saben qué riesgos afrontar y cuáles no aceptar porque no prometen resultados. Este es un ejercicio que se debe hacer a partir de las ventas (ingresos y cobros), y los pagos (salidas y gastos), lo que incluye impuestos y pagos extraordinarios, como el bono 14 y el aguinaldo.
Los expertos financieros recomiendan que, para que los pagos extraordinarios no afecten la planeación financiera, el gasto se debe ir reflejando mes a mes (por sextas partes) en la cuenta de pérdidas y ganancias, que es cuando se devengan. Se liquidan prorrateados en pagos ordinarios mensuales en el balance provisional, bajo la clasificación “remuneraciones pendientes de pago, según la parte mensual que corresponda”, pero se registran como pago hasta el momento en que se otorga la prestación, que normalmente es en julio y diciembre.
En la medida de lo posible, para que la planeación financiera sea exitosa debe considerar factores externos que pudieran afectar a la empresa, como los índices de inflación o las recesiones. Las empresas deben planificar en el corto plazo, generalmente para los próximos 12 meses; y en el largo plazo, según el tipo de negocio, para los próximos 5 o 10 años.
La planeación a corto plazo mantiene la liquidez para pagar cuentas, endeudamiento y préstamos. En el largo plazo los planes tienden a concentrarse en la implementación de gastos propuestos de capital, actividades de desarrollo e investigación, acciones de desarrollo de mercados y productos, así como fuentes de financiamiento. Incluye también, consecución de proyectos, líneas de productos o negocios, devolución o pago de deudas pendientes y todo tipo de adquisiciones planeadas, que se apoyan en una serie de presupuestos y planes de utilidad anuales.
Ileana López
Periodista
Revista Gerencia
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