Metodología SMART para el desarrollo de los negocios
Las metas son el faro que guía nuestras acciones personales y laborales. Por ello, debemos aprender a plantearlas de forma tal que se cumplan o se vayan ajustando sobre la marcha para su cumplimiento. Una metodología útil para el establecimiento de metas es conocida como SMART, por sus siglas en inglés: Specific, Measurable, Achievable, Realistic y Timely.
La metodología explica que las metas deben ser específicas. Basta con escribirlas de forma sencilla, simple y clara, y responder qué queremos hacer, junto con el qué, el por qué y el cómo.
Deben ser medibles. Si no se pueden medir los avances es como caminar en círculos. Debemos contar con la certeza de cuánto hemos avanzado y para ello necesitamos crear indicadores, bitácoras o registros de los logros, para revisarlos con cierta periodicidad.
Aunque las metas deben ser aspiracionales, también deben ser alcanzables. Es importante asegurarse de poseer los conocimientos, la experiencia, las habilidades y las competencias para cumplirlas, porque alcanzarlas conllevará al planteamiento de nuevos objetivos, cada vez más retadores.
Asimismo, deben ser relevantes, realistas y orientadas a resultados. La persona que establece una meta debe tener claro el beneficio que obtendrá cuando la alcance. Finalmente, se debe especificar el tiempo en que van a cumplirse. Si no hay límites, no se pone empeño y tampoco se obtienen resultados.
La meta es la visión futurista de algo que se desea. Y para cumplirlas, se deben establecer los plazos, así como los pasos u objetivos, los que también pueden trabajarse bajo la misma metodología SMART. Estos establecen la forma en que van a alcanzarse cada una de las metas, por área, proyecto o colaborador, y definen a quién se dirige el objetivo. Es un ejercicio que debe hacerse constantemente y que, sin duda, está relacionado con las estrategias del negocio.
Por ejemplo, mejorar la cuota de mercado, solo es un pensamiento. Pero ser específico y decir, en qué porcentaje, de qué forma, quiénes serán los responsables, los beneficios que aportará y el tiempo, promete un nivel de cumplimiento más avanzado.
Asimismo, hay que poner atención a los factores externos que podrían influir al cumplimiento de las metas y objetivos. Por ejemplo, las tendencias macroeconómicas, la competencia y el comportamiento del mercado. Por ello, es importante la revisión constante, la información, la flexibilidad y la adaptabilidad, una de las grandes lecciones que nos deja la pandemia, que obligó a todos a ceñirse en una nueva realidad, y que sacó del mercado a los que no pudieron adaptarse.
Redacción
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