Internet facilita la expatriación virtual

La pandemia abrió el paso a nuevas relaciones laborales

El teletrabajo surgió de forma temporal durante la pandemia y hoy es una realidad para muchas empresas que tuvieron que adaptarse a la nueva realidad. Fue así como surgieron otras modalidades de trabajo, como la de “expatriado virtual”, término que describe a la persona que, gracias a la tecnología, presta sus servicios desde su país de residencia a una empresa en el extranjero, ya sea de forma permanente o para un proyecto en particular.

Esta modalidad no solo es producto de la pandemia, sino de cuotas de inmigración restrictivas o de las propias ventajas de expatriar el talento a un costo moderado, si se hace de forma virtual.

Muchas veces, la expatriación ha sido vista como una necesidad. Por ejemplo, en casos en los que la empresa se expande, el talento que ya conoce el know how es indispensable para aportar a las nuevas sucursales y con ello garantizar la misma calidad de servicio. De ello dan cuenta compañías como Pollo Campero, que han llevado la cultura organizacional guatemalteca a otros continentes, como el asiático, y lo han hecho con tanta rapidez. En estos casos, la expatriación debe ser física, aunque no para todas las posiciones.

Por diversas razones, las empresas extranjeras han estado contratando talento en otros países, para que se desempeñen de forma virtual. Y esto es posible gracias a la tecnología de las telecomunicaciones, que les permite a los trabajadores extranjeros hacer su trabajo y mantener el contacto con sus equipos en otro país. Sin embargo, esta modalidad aún enfrenta desafíos legales y jurídicos para las empresas.

Uno de los grandes desafíos es lograr la conexión entre la persona que no está directamente en el país y sus obligaciones tributarias. Un tema que puede discutirse ampliamente, entre otros, como la compensación salarial y formas de pago, los días u horarios en los que debe permanecer accesible para que la empresa pueda localizarlo o la flexibilidad para que realice su trabajo a un ritmo que le permita cumplir sus responsabilidades. Temas que podrían estar vinculados a la legislación de los países o a las políticas de la empresa, pero que deben quedar plasmados dentro de los contratos de trabajo.

Lo que es un hecho, es que el cumplimiento de una asignación virtual implica la comunicación fluida con los equipos de trabajo. Por tal razón, las reuniones virtuales con los diferentes públicos deben poseer carácter obligatorio. Además, se deben crear mecanismos que permitan medir el rendimiento y la productividad de los expatriados virtuales. Por ello es sumamente importante contar con objetivos claros desde el momento de la contratación.

Es importante resaltar que, no todas las profesiones funcionan bajo esta modalidad de trabajo. Sin embargo, es útil para propósitos como, establecer una relación inicial de dos o seis meses en las que se pueda medir el rendimiento del trabajador, antes de expatriarlo de forma permanente.

De esta manera, el trabajador se expone a la nueva cultura y consigue una adaptación más rápida al nuevo ambiente de trabajo. Un período que debe aprovechar tanto la empresa como el empleado. La primera, para medir las ventajas de un expatriado versus un colaborador del país, y el segundo, para adentrarse en las formas de trabajo, los proyectos y en conocer a los equipos que lo acompañarán en el cumplimiento de las metas, lo que a futuro facilitará su incorporación física.

En el contexto de los recursos humanos, las empresas dispuestas a probar nuevas formas de trabajo podrán beneficiarse del talento internacional. Pero, siempre y cuando logren establecer procesos funcionales, con objetivos claros y medibles que garanticen el éxito de la intervención del colaborador en el nuevo país. Solo así, se estará hablando de inversión y no de gasto. Para ello, necesitarán nuevas políticas, modelos de compensación, procesos y mecanismos que apoyen a los trabajadores virtuales.

Exportar el talento forma parte de la dinámica empresarial de nuestros días. Es así como aparece una función más para los especialistas en recursos humanos: la gestión de los expatriados –ejecutivos que van de un país a otro dentro de una misma empresa, ya sea esta regional o multinacional- o que prestan sus servicios a otro país y lo hacen de forma virtual, lo que requiere de una muy acertada planificación.

Ileana López
Periodista
Revista Gerencia
gileana@agg.com.gt

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