Los países como marca en el mapa mundial
Valores intangibles que los distinguen de otros
Los países cuentan con una imagen de marca. Esta refiere su valor tangible e intangible mediante diversos aspectos; entre ellos, sus productos, la actitud de su gente, los lugares turísticos, la cultura, las empresas, los deportes y los organismos públicos, por mencionar algunos.
Carolina Donis, directora ejecutiva de Guatemala Próspera.
Esta marca, según García & Bodán, “se refiere al signo distintivo que identifica a un país, el que es creado para atraer turismo; pero también, para potenciar las oportunidades comerciales, mejorar la imagen y reputación, hacerlo más competitivo y generar el interés en actividades que coadyuven al desarrollo sostenible”.
Los expertos concuerdan en que la marca país sirve de anzuelo para atraer capitales extranjeros, turistas y hasta mano de obra. Debido a la importancia para el mercadeo de un país o de una región, hay lugares que cuentan con instituciones dedicadas a mejorar su imagen de marca y a destacar las cualidades que los hacen diferentes.
En Guatemala se han hecho varios intentos por manejar la marca país. De esa cuenta, la historia registra eslóganes como Espíritu Maya, Corazón del Mundo Maya y Alma de la Tierra. Sin embargo, muchos de los esfuerzos se han enfocado solo en el turismo.
Por ejemplo, “Corazón del Mundo Maya” fue una marca creada para resaltar el legado que nos caracteriza, el que se refleja en el logotipo compuesto por mar, pirámides y montaña, todos valores nacionales que muestran nuestra riqueza natural en combinación con nuestro antiguo patrimonio.
Quizás en la actualidad exista un ideal de marca país más amplio, que ha trascendido y contagiado a varias instituciones, como la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) y Guatemala Próspera, que se han involucrado para apoyar los esfuerzos de construcción de imagen no solo en turismo, sino en tejido social y valores económicos.
Las actividades religiosas de Guatemala contribuyen a la construcción de marca país en el segmento turístico cultural.
La Agexport ha apostado por el monitoreo del comercio, la promoción comercial y la innovación; y ha invitado a las diferentes cámaras empresariales, el Inguat y los ministerios de Economía y Relaciones Exteriores, todas entidades comprometidas con la competitividad, a participar en mesas de diálogo y discusión de estas temáticas.
Por su parte, Carolina Donis, directora ejecutiva de Guatemala Próspera, manifiesta su convencimiento de que la construcción de marca país comienza en cada uno de los guatemaltecos. Razón por la que, trabajan en la promoción de un programa que promueve valores y que fue creado por el escritor, coach y conferencista especialista en liderazgo, John C. Maxwell.
Este consiste en 30 sesiones, una al mes, en la que sin costo imparten a instituciones públicas y privadas una hora de reflexión sobre determinado valor. Hoy en día, el curso se ha impartido a más de 150 mil personas, y los resultados hablan por sí solos, ya que proveen cambios inmediatos en la actitud de los participantes.
Donis dice que, “parte de la marca país es proteger nuestras tradiciones, modos de pensar, etnias e idiomas. Pero que el cambio se origina en la mentalidad individual para que después replique al colectivo social”. Por otro lado, comenta que no solo el gobierno o los empresarios son los responsables de sacar al país adelante. “Si cada persona bajo cualquier circunstancia hace su mejor esfuerzo y pone el corazón en todo lo que hace, los resultados serán distintos”.
Guatemala es un conjunto de fortalezas: clima, ubicación, riquezas naturales, volcanes, cultivos, lugares paradisiacos y, lo más importante, su gente.
La también integrante de la Junta Directiva de Guatemala Próspera agrega que, tenemos que ser la luz de nosotros mismos y no podemos esperar a que alguien venga a resolver nuestros problemas. El gobierno debe cambiar leyes, mejorar la infraestructura y el tejido social en general; los empresarios deben ser más conscientes con sus colaboradores y así como se les dan responsabilidad proveerles dignidad y respetar sus derechos; pero, si yo espero a que el cambio venga de afuera, puede tardar demasiado. Por eso, con lo que tengo, debo hacer lo más que puedo”, insiste Donis y ello pone en práctica el eslogan de Guatemala Próspera: “la transformación está en mí”.
“Guatemala es un conjunto de fortalezas. El clima es excelente; la ubicación, especial; las riquezas naturales, abundantes, y poseemos volcanes, cultivos y lugares paradisíacos; pero, lo más importante es la gente, que es trabajadora, amable, sonríe, dice buenos días, buenas tardes y que, en general, posee una educación tradicional y un sentido hospitalario y de servicio que no tienen otros países”, resumen Donis. Al respecto, la empresaria de McDonald’s, Yolanda de Cofiño, subraya que “ojalá todas las empresas tuvieran guatemaltecos para trabajar”, y “esto es se nota más cuando uno está fuera del país”, dice Donis.
Para la ejecutiva la frase “hecho en Guatemala” significa creatividad, color, artesanos, artistas, lugares turísticos, naturaleza y gente que hace cosas que a otros no se les ocurren. Para Carlos Castellanos, propietario de Plástica, S.A., la frase debe ser aún más fuerte y decir “bien hecho en Guatemala”. De hecho, él fue uno de los expositores de una actividad titulada con este nombre, que demostró que Guatemala sabe hacer las cosas extraordinarias.
Castellanos presentó como una de sus innovaciones un juego de 10 herramientas didácticas fabricadas en plástico, con el que enseñan a los niños el método Singapur, enseñanza con la que esta república logró mantenerse durante 4 años consecutivos en el primer lugar del ranquin mundial en educación. A la vez, invitó a los empresarios a que en lugar de imprimir folletería o regalar suvenires como lapiceros, obsequien este material didáctico con su logotipo, para contribuir con ello a mejorar los niveles de educación de los niños, ya que, en su opinión, todo lo que se imprime va a parar a la basura.
De esta forma, Castellanos ejemplifica el “bien hecho en Guatemala”. Comenta que ellos fabrican productos para otras empresas, y que los hacen tan bien hechos, que cuando los ven en el mercado, aunque no lleven su logotipo, sienten el orgullo de haberlos fabricado. Por ello, invita a los guatemaltecos a no cederles ese prestigio a otros. “¿Por qué tenemos que importar lo que nosotros podemos hacer aquí?”, dice el empresario y reflexiona en que, “tenemos el conocimiento, el mismo equipo y buenos trabajadores. No dejemos que nos gane la desidia y no nos conformemos con ser chapuceros.”, insiste.
Carlos Castellanos, propietario de Plástica, S.A.
Castellanos se interesó en patentar la frase “bien hecho en Guatemala” como una marca, pero no le fue permitido por integrar un adjetivo. Sin embargo, comenta que es un sello que debieran llevar todos nuestros productos que cumplan rigurosos requisitos, para no desprestigiarnos.
Carolina concluye en que el truco está en creérnosla primero nosotros. “Gente buena está sobresaliendo, entonces celebremos esas pequeñas victorias y comencemos a olvidarnos de las limitantes. Tenemos que ser mejores portavoces de lo nuestro. Yo, por ejemplo, solo uso bolsas típicas, y cuando me preguntan, explico cuánto tardan las tejedoras en hacer un textil y su historia. Y es que vale la pena asumir el coraje de trabajar por la marca país Guatemala, para ayudarnos a salir adelante”.
“Todo es cuestión de actitud y decisión” dice Donis. Por ello, hay que comenzar a cambiar la narrativa, construir la autoestima del guatemalteco y de Guatemala, consumir lo que nosotros producimos, conocer el país antes que cualquier otro y crear la consciencia del crecimiento personal. Porque este, sin duda, es un buen comienzo.
Ileana López
Directora
Revista GERENCIA
gileana@agg.com.gt