Colapso de la infraestructura vial aleja a turistas

El colapso de las de carreteras y la lenta movilidad para llegar a destinos turísticos limitan la competitividad y el crecimiento del sector

Se estima que casi el 85%, unos seis mil kilómetros, de las carreteras asfaltadas o pavimentadas del país ya rebasó el tiempo de vida útil, y se necesitan Q7 mil millones para hacerlas funcionar.

Para los analistas, la red vial está abandonada, no solo por la mala gestión administrativa del Gobierno, sino también por la corrupción enraizada, que limita el desarrollo del país.

El mal estado de las carreteras obliga a los pilotos a reducir la velocidad, lo que afecta la movilidad y la competitividad, porque los tiempos estimados se hacen más largos y aumentan los costos de operación.

 Jaime Matus, presidente de la Cecoms

Las carreteras del país deben de mejorarse, pero lo que las autoridades están haciendo, solo es reparar el daño para que sean transitables, afirmó Jaime Matus, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios (Cecoms). “El impacto económico es fuerte, aumentan los costos logísticos, de seguridad, las reparaciones a los vehículos y los retrasos, esas son algunas de las consecuencias que trae una deteriorada infraestructura vial”.

Con la reparación de tramos carreteros se espera que más personas puedan trasladarse a los distintos destinos turísticos. La situación se ha vuelto grave porque las principales vías del país están colapsadas,

según Matus, por lo que los microempresarios, por ejemplo, se ven afectados porque deben cumplir con los tiempos de entrega, y si no lo hacen, pierden.

El turista que pasa por momentos incómodos y su viaje se vuelve tedioso, se va desmotivado, indicó Jary Chour, administrador de hoteles. “Los turistas extranjeros vienen con una programación, que la mayoría de veces no se cumple, pero los turistas locales ya no quieren viajar, porque es demasiado el tiempo invertido en el traslado hacia el destino”.

 Luis Rey, presidente de la Camtur

Medir el impacto negativo es difícil, porque no hay estadísticas concretas, pero el mal estado de las carreteras afecta los itinerarios de los turistas extranjeros que llegan al país, dijo Luis Rey, presidente de la Cámara de Turismo (Camtur), quien aseguró que, la deteriorada infraestructura vial desincentiva más al turista local.

Modelo español

Los libramientos son necesarios y urgentes, y son mejoras a la infraestructura, porque aún trabajamos con un modelo español, en donde la calle real pasaba frente al parque central. “Ese modelo es parte de lo que ha limitado la movilidad en la mayoría de departamentos. Pasaron 15 años para que se concluyera el libramiento del centro de Barberena, pero falta el de San Bernardino y Cuyotenango, entre otros”, indicó Matus.

Los guatemaltecos que quieren ir al occidente del país se tardan tres horas para pasar por Chimaltenango. Para ir a Retalhuleu, seis horas. Los comerciantes en Tecpán, Chimaltenango, afirman que los números no mejoran, debido a la falta de clientes, ya que muchos prefieren otros destinos más cercanos a la capital.

Gustavo Lembke, gerente general de San Ricardo, afirmó que las ventas crecían todos los años; sin embargo, ahora hay que hacer grandes esfuerzos para mantener los negocios. “Muchos de los clientes que logran llegar a Tecpán, van de mal humor, debido al largo tiempo en el tráfico. Asimismo, los negocios han tenido que invertir más en publicidad, en redes sociales y medios locales, pero se ha vuelto una batalla. Los empresarios del altiplano esperamos que se termine el libramiento de Chimaltenango”, aseguró Lembke.

“El desarrollo del turismo también está limitado por la percepción de inseguridad, corrupción en el Gobierno y por las advertencias que otros países hacen a sus ciudadanos, para que evalúen venir al país, entre otras cosas” afirmó Rey.

María René Cárcamo, presidenta de la Asociación de Pequeños Hoteles de Guatemala (Apehgua), expresó que otra de las situaciones que generan un impacto negativo son los bloqueos que paralizan la circulación por muchas horas, se dañan los vehículos, y por esos detalles los turistas cancelan las reservaciones.

Los hoteleros más afectados por los daños en las carreteras son los ubicados en Quetzaltenango, Huehuetenango y Retalhuleu, en menor medida, Alta y Baja Verapaz y Petén, según Apehgua. “Los turistas centroamericanos que entran por Honduras y El Salvador y otros que llegan por el sur de México viajan en bus, y la primera impresión que tienen del país, es que las carreteras están en pésimas condiciones”, dijo Cárcamo.

Expectativas del sector De acuerdo con datos del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), en 2017 visitaron el país 2.1 millones de personas, 11% más que en 2016, lo que dejó Q9.4 millones en divisas. Atracaron 122 cruceros, una cifra histórica, por lo que el Inguat mantiene expectativas de crecimiento y espera que más visitantes con fines turísticos vengan a Guatemala.

Para Rubén Morales, analista económico, y exministro de Economía, el país cuenta con condiciones para competir en el sector de turismo, y destaca que, aunque no todas las carreteras están en mal estado, las principales sí, por lo que se hace difícil ser competitivo. “Aunque los turistas vengan con tiempos programados, los lapsos largos de traslado y las eventualidades, como los bloqueos, no ofrecen una buena imagen del país y limitan el crecimiento”, expresó Morales.

Rey, considera que es necesario que se trasladen los asuetos a los días viernes o lunes, para reactivar el turismo local. Agregó que la perspectiva de la Camtur, para 2018, es que haya crecimiento en el sector, pero se necesitan acciones concretas.

“Aunque el país cuenta condiciones para que el crecimiento turístico sea sostenible, si no se mejoran las calles que están abandonadas, será difícil competir, y no puede ser que se tengan que privatizar las carreteras para que estén en buen estado y que la movilidad sea eficiente”, enfatizó Chour.

“Las acciones no pueden esperar, deben ser inmediatas, lastimosamente, no solo hay problemas de infraestructura en las carreteras, también en los puertos y aeropuertos. Eso es lo que no nos permite competir”, concluyó Matus.

Guillermo Ramírez Periodista Revista GERENCIA editorialgerencia@agg.com.gt

También podría gustarte