El consultor y conferencista internacional J.M. Juran escribió para GERENCIA un artículo que versaba sobre el contraste en métodos y resultados en la producción, a nivel industrial, del entonces poco conocido Japón.
“En su afán por conquistar el liderazgo industrial, los japoneses han logrado obtener superioridad en la calidad de algunos tipos de productos y parecen estar a punto de aventajar al Oeste en otros. El televisor a color se cita como ejemplo. ¿Vendrán enseguida los automóviles?”, se preguntaba Juran al comienzo del artículo.
El televisor a color dio una comprensión del progreso relativo de la calidad japonesa y de la occidental. Según el autor, la industria de la televisión fue creada en occidente y aportó los conocimientos tecnológicos y gerenciales necesarios. A pesar de entrar tarde a la industria, los japoneses introdujeron todo el fervor de su revolución de la calidad de la postguerra.
Políticas que hoy son parte importante de toda una industria se descubrían como una base interesante para que los gerentes tomaran en cuenta en sus empresas. Ejemplo de ello es que, la política de eliminar los defectos de calidad antes de ir al mercado y ofrecer una garantía que anulara la visita del técnico para arreglar el televisor, se mostraba como algo revolucionario.
En 1980 las marcas estadounidenses de televisores compartían espacio a regañadientes en las tiendas de electrodomésticos con las marcas japonesas, que hoy parecen ser ya clásicas u omnipresentes en las casas guatemaltecas. En base a lo que el experto en Gestión de Calidad escribía, el televisor a color fue el primer paso y a este le seguirían muchos y más grandes.
El inicio de esa década comenzaba a marcarse también por el famoso picop Toyota y el modelo sedán de la línea Corolla. La agencia que distribuía estos autos es ahora uno de los más grandes consorcios de la región, que junto a otros visionarios de Centroamérica apostaron por la comercialización de autos japoneses.
El tiempo le dio la razón a Juran y conforme pasaron los años la producción automovilística japonesa invadió el resto del mundo. Sus países vecinos también extrajeron lo mejor de la mística industrial nipona y hoy, países como Corea del Sur, China e India marcan la tendencia en la fabricación de teléfonos inteligentes, electrodomésticos y autos.
Marcas que en los años ochenta ni siquiera se mencionaban en la parte occidental, son ahora las más cotizadas del planeta, muy por arriba de marcas americanas. Una vez más: la calidad asiática ha sobrepasado su producción… no solo con grandes televisores a color sino con delgadas pantallas con aplicaciones inteligentes.