El internet de las cosas, un cambio de vida
Mientras los costos disminuyen, la cantidad de aparatos conectados aumentan
No es un tema nuevo, pero sí uno que cada vez cobra mayor relevancia. Sin duda, el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) aumenta su popularidad a medida que los grandes fabricantes de tecnología logran conexiones masivas entre dispositivos.
Por doquier se habla de la automatización del hogar, la industria, el transporte, y de un sinfín de actividades que les permiten autonomía a los seres humanos. Pues, con este tipo de tecnologías se reduce la intervención humana que da paso a la comunicación máquina a máquina (en inglés M2M, machine to machine).
Godofredo Méndez, gerente de Operaciones Técnicas de Tigo Business.
En palabras del gerente de Operaciones Técnicas de Tigo Business, Godofredo Méndez, el IoT es la plataforma tecnológica que nos permite la comunicación M2M. “Es el genérico de las ciudades inteligentes, la domótica y todo aquello que permite la comunicación entre dispositivos, lo que ha venido a mejorar la calidad de vida de las personas a través de la industria y del comercio. Porque el usuario debe hacer menos esfuerzos para obtener las cosas”, cuenta a GERENCIA.
Tanto se ha avanzado, que no sorprende que en las grandes ciudades del mundo ya sea posible reservar y pagar un parqueo desde el móvil o que las gasolineras verifiquen los niveles de combustible desde las oficinas, o el efectivo de un cajero automático o los productos de una máquina expendedora. Y esto, en palabras de Méndez, es un recurso en el que hasta ahora se había invertido, pues los ejecutivos ruteros debían chequear constantemente los puntos de venta para verificar los disponibles. Mientras que hoy son las máquinas las que se comunican a los computadores para que los vendedores hagan visitas solo cuando son justificadas.
En la nube, las «cosas» intercambian comunicación entre sí, para informar a los seres humanos.
Según el Reporte de Movilidad de Ericsson, “se prevé que 16 mil millones, de los 28 mil millones conectados se unan al internet de las cosas para finales de 2021”. De esta forma, será natural recibir información de refrigeradores, televisores, sistemas de alarma, monitores, cámaras, sensores y todo aquello que antes ni siquiera proveía información o si lo hacía formaba parte de circuitos cerrados.
Es así como en la nube las “cosas” intercambian comunicación entre sí, para informar a los seres humanos. Con ello, la intervención del hombre se vuelve más precisa y confiable, lo que repercute en un ahorro considerable para la empresa y en un robustecimiento de la seguridad del hogar.
El gerente de Desarrollo de Nuevos Productos, de Tigo Business, Elvin Reyes, cuenta sobre el protocolo seeway, el que por medio de una guía encriptada, bus ca el teléfono inteligente, identifica quién llega a la casa, le abre la puerta y automáticamente registra la llegada en los los demás teléfonos conectados. “De esta forma, puedo saber si mi hija regresó del colegio porque además, sube un vídeo para que corrobore si fue ella la que entró”, tecnología que maravilla a todos.
Los ejemplos muestran que la tendencia está en auge y a juzgar por las invenciones de IoT, seguirá en aumento, a razón del 23% anual hasta 2021, según los analistas del informe Ericsson. Reyes dice que los dispositivos son cada vez más curiosos, “desde uno que se entierra en las macetas y puede medir la humedad de la tierra, cuánta agua necesita y qué tipos de cuidados precisa, hasta situaciones más complejas, como el carro Tesla, uno de los más innovadores en su rama, que ya está conectado”.
Y es que IoT son todos los dispositivos con capacidad para conectarse a internet o a una red para proveer información. Sin embargo, dice Reyes, “para que el dispositivo transmita esa información necesita la conectividad del M2M (machine to machine), y esa es la verdadera revolución”. De esta forma, se completa el círculo que dispara una gran cantidad de información.
Elvin Reyes, gerente de Desarrollo de Nuevos Productos, Tigo Business.
En los vehículos conectados, Reyes explica cuál podría ser la utilidad de que envíen información vía M2M. “En una agencia de seguros es útil para ofrecer primas diferenciadas según cómo maneja el conductor, sus costumbres, si es temerario, si usa el freno intempestivamente, las rutas que frecuenta, etc. Esa información es capturada por el sistema y establece si una persona necesita una prima más alta o una más baja porque maneja bajo el límite de velocidad, respeta los semáforos, posee costumbres más sanas en el tema de conducción y corre menos riesgos”.
Reyes agrega que, la data que proveen las máquinas es analizada por el sistema, al punto que pueden programar la solicitud de una ambulancia si llega a estallar una bolsa de aire, pues un vehículo conectado genera la ubicación en que se encuentra y el estado.
De allí que, la comunicación entre máquinas es útil para las empresas, les ayuda a generar modelos de negocios distintos, innovadores y retadores, como el caso de Netflix. “Películas rentadas ya existían”, dice Reyes, “pero en otro formato. Y este evolucionó gracias a la conectividad. Antes había información, pero había una interacción de las personas. Ahora las máquinas interactúan, los dispositivos se conectan y de esta forma automatizan los procesos”.
Méndez comenta sobre un cambio que también será fundamental en el corto plazo, y es que, la base actual para el internet de las cosas es el internet en la versión IPV4, pero que esta ya evolucionó a la IPV6. Explica que el mundo posee 4 mil millones de direcciones públicas, pero que en 2020 habrán alrededor de 50 mil millones de dispositivos conectados, y no alcanzarán las direcciones. A esto responde la versión 6, aún desconocida en Guatemala.
Netflix es una empresa innovadora que ha sabido aprovechar la tecnología y mantenerse a flote.
“El concepto no se ha masificado porque la gente desconoce la diferencia. En Tigo ya se encuentra disponible IPV6, se ofrece por el mismo precio, en un paquete llamado Dual Stack, que permite ambas versiones para que las personas migren conforme lo hagan los contenidos”, indica el ejecutivo.
Para comprender la diferencia entre IPV4 e IPV6, explica que, las 4 mil millones de direcciones existentes se comparan con una pelota de golf, y las que proveerá IPV6 con el tamaño del Sol. “Está pensado para que dure mucho tiempo”, advierte y cuenta que Windows está listo para IPV6 desde el año 2000, Apple desde 2005, también lo están los dispositivos móviles y las computadoras, de esta forma los programadores de contenidos se encargarán de ir migrando sus productos y servicios.
Lo cierto es que el internet de las cosas es un cambio del que todo mundo habla, incluso las cosas, que ya ofrecen soportes de gran valía para que las empresas mejoren su productividad, reduzcan los consumos innecesarios, mejoren sus procesos y se adelanten a tomar decisiones antes que los alcancen los problemas.
Ileana López
Directora Revista GERENCIA
gileana@agg.com.gt