COVID-19 amenaza a la economía local

Hasta las 14:00 horas del 17 de marzo, el coronavirus había cobrado 7 mil 868 víctimas mortales. Mientras que, en el mundo se habían confirmado 195 mil 957 casos de infección. En Latinoamérica, la cifra alcanzó 236 casos del 26 de febrero al 11 de marzo. De los que, al 17 de marzo, Brasil mantenía confirmados 321 casos (1 fallecido), Chile 201, Panamá 69 (1 fallecido), Costa Rica 41, Argentina 68 (2 fallecidos), México 82, Colombia 65, Honduras 8 y Guatemala 6 casos (1 fallecido), según datos de la Universidad de Johns Hopkins, de Baltimore Estados Unidos.

Las medidas de prevención se han ido extendiendo en todo el planeta y la Organización Mundial de la Salud hace todo lo necesario, según su director general, el médico Tedros Adhanom Ghebreyesus.

En el mundo las implicaciones económicas de esta infección, que parece una simple gripe, han sido notorias. En China se han cerrado por semanas los principales centros de producción. Muchos puertos continúan sin funcionar debido a las cuarentenas declaradas.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, ha advertido que a causa del coronavirus los pronósticos de crecimiento económico mundial, estimado inicialmente en 3.3 por ciento, deberán recortarse entre 0.1 y 0.2 por ciento.

El COVID19, como se le ha bautizado formalmente a la cepa, podría paralizar al mundo, pues a juicio de expertos europeos la economía mundial podría entrar en recesión si el virus llegara a propagarse por todo el planeta. En el mejor de los casos, dicen, la economía podría caer un -0.7 por ciento de sus niveles normales. Por ello, ya han sido puestas en marcha medidas preventivas. La Reserva Federal, por ejemplo, recortó las tasas de interés la tarde del 3 de marzo, tomando por sorpresa a los mercados. Mientras, otros países como Italia y Alemania toman medidas de tipo fiscal o al menos las analizan, pues saben que deben recuperar sus alicaídas economías.

En el territorio nacional
La infección ingresó el 13 de marzo al territorio guatemalteco. Pero, desde la tarde del jueves 5, en conferencia de prensa, el presidente Alejandro Giammattei declaró estado de Calamidad Pública, y desde entonces ha mantenido estrictos protocolos para evitar su propagación, incluso suspendió las actividades laborales, escolares, religiosas, deportivas y sociales, del 17 al 31 de marzo. Tampoco puede circular el transporte público urbano y extraurbano, entre otras medidas.

En el tema económico, se hicieron presentes las denuncias por el acaparamiento y aumento indebido en los precios de los productos alimenticios y de higiene personal, así como de mascarillas, entre otros. El presidente Gimmattei indicó que están trabajando para evitar los abusos. De hecho, la DIACO intervendrá para evitar la subida exhaustiva de precios.

Sergio Recinos, presidente del Banco de Guatemala (Banguat) ha hablado de dos posibles escenarios ante la propagación del COVID-19. Según él, existe un primer escenario en el que la propagación se contiene durante el primer trimestre de 2020, lo que haría que China tenga un crecimiento económico de solo el 5.2 por ciento. Este escenario se vería dominado por una reducción marcada en el consumo y la producción. El segundo escenario, el más pesimista según Recinos, contempla una contención del virus hasta el segundo trimestre del año, que significaría un fuerte retraso en China, que le representaría llegar a una tasa de crecimiento de solo el 4 por ciento.

Desabastecimiento
En Guatemala, la primera gran muestra de desabastecimiento fue la evidente falta de productos de procedencia china. Javier Zepeda, director de la Cámara de Industria, asegura que 3 de cada 10 de sus socios ya se quejan de desabastecimiento originado por la existencia de la epidemia.

Zepeda y Fanny de Estrada, del directorio de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), coinciden en señalar que los principales desabastecimientos están en las materias primas que proceden de China. Jorge Briz, presidente de la Cámara de Comercio de Guatemala, asegura que los datos con que cuentan es que la mayor parte de fábricas en China tienen más o menos mes y medio sin operar, lo que comenzará pronto a hacerse sentir en el desabastecimiento de productos.

En Guatemala, aunque no tenemos mucha relación directa con el transporte aéreo desde China, que se ha convertido en el principal mecanismo de transmisión del virus para el mundo, nuestro mercado si comercializa bastante producto fabricado en esa nación. Algunos podrían pensar que bastaría con buscar nuevos proveedores, pero según Zepeda, esa podría no ser la mejor medida eventual, ya que podría resultar más costoso que esperar la recuperación china.

El Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) se ha pronunciado respecto a las medidas gubernamentales, y comenta que apoyarán la decisión para proteger la salud de los guatemaltecos. A la vez, comentaron que plantearán al Ejecutivo una serie de medidas paliativas para preservas las condiciones económicas de los trabajadores y de las empresas.

Además, la organización efectuará un monitoreo para medir el impacto y las repercusiones para la economía nacional.

Ningún país estaba preparado para enfrentar los efectos que una pandemia de esta naturaleza podía provocar, y Guatemala no es la excepción. Pues, quienes saben lo engorroso que es movilizar recursos en el Estado si no se cuenta con los mecanismos legales necesarios como este tipo de declaraciones, enfrentar la pandemia podría tener consecuencias nefastas en la economía doméstica que, sumadas a las que ya genera el sector externo, nos podrían terminar de hacer la vida imposible.

GERENCIA está cerrando la edición el 17 de marzo, y los datos fueron actualizados a esa fecha. Sin embargo, debido a las restricciones seguramente circulará en una fecha posterior a la prevista.

Carlos Morales Monzón
Periodista y Profesor Universitario
Revista GERENCIA
cmoralesmonzon@yahoo.com