El Covid 19 destapa la calamidad sanitaria

El pasado 4 de febrero, los guatemaltecos de más de 45 años recordaban una de las jornadas más terroríficas de sus vidas. Poco después de las 3 de la mañana de ese día de 1976, un sismo de unos 7 grados Richter causó la muerte de más de 25 mil personas y destruyó numerosos caseríos, aldeas y pueblos de una amplia franja del centro del país. 

En 2021, casi medio siglo después de aquellos sucesos, una nueva crisis se cierne sobre el país. El 4 de febrero pasado, el Ministerio de Salud informaba que, a esa fecha, 161 mil 655 habitantes se habían contagiado de Covid 19, un virus de origen aún no plenamente establecido y que ha afectado a todo el planeta.  

A la misma fecha y desde el 13 de marzo de 2020, cuando se detectó el primer caso en Guatemala, han fallecido 5 mil 785 personas por ese mal en el país, de acuerdo con cifras oficiales. 

El dato positivo era que en las últimas 24 horas no se había producido ninguna muerte a causa del virus. 

Crisis del sector
Si bien las cifras distan mucho de las producidas por el terremoto de 1976, que las generó de un solo golpe, los efectos que deja una pandemia de esta naturaleza tienen consecuencias muy graves sobre numerosas actividades cotidianas de las personas, pues se muestran en el largo plazo y no se vislumbra una forma de ponerle fin a los contagios. 

El sector de la salud personal y de la salud pública es aquel que más de cerca ha debido lidiar con el virus, por una parte, y la incapacidad y corrupción de las autoridades, por la otra, tan grave la primera como la segunda, porque si bien a la enfermedad se la puede enfrentar con cuidados y vacunas, para el otro problema no se observa una solución de corto plazo ni voluntad alguna de parte de las autoridades. 

Las cifras del sistema de salud en Guatemala revelan una situación de gran atraso. A 2009, último año con cifras confiables, había menos de un médico por cada mil habitantes, estadística encabezada por Cuba y Argentina, con 7 y 4, respectivamente, de acuerdo con un informe del portal informativo Plaza Pública de abril de 2020.  

El departamento de Guatemala concentra al 73% de todos los médicos del país, 1 por cada 348 habitantes, mientras que en el extremo opuesto está el departamento del Quiché, con un médico por cada 11 mil 489 habitantes, revela un análisis de abril de 2020 de la Fundación Libertad y Desarrollo.  

Para 2014, agrega el reportaje de Plaza Pública, Guatemala encabezaba otra estadística tenebrosa, con apenas 0.6 camas de hospital por cada mil habitantes, o una cama por cada 200 mil. Nuevamente Cuba y Argentina encabezan la lista, con 6 y 5 cada uno. 

Guatemala es el país con el menor gasto público en salud como porcentaje del PIB de Centroamérica, con 37.21%, según la citada Fundación, para la cual los principales problemas del sector son la falta de recursos, el saqueo permanente del presupuesto del Estado y la falta de capacidades para diseñar e implementar políticas públicas. 

Inequitativo 
“Históricamente, la salud pública en Guatemala no ha sido una prioridad, pues el país cuenta con un sistema de salud de los más inequitativos en el mundo, con muchas injusticias e inaccesible a un 40 por ciento de la población”, afirmó en una entrevista a la agencia española EFE, citada por Forbes, la defensora de la Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), Zulma Calderón. 

Ella recordó que, para superar la crisis de la pandemia, el gobierno de Alejandro Giammattei suscribió préstamos y recibió fondos del presupuesto estatal por más de US$208 millones, de los que a fines del año pasado solo se había ejecutado alrededor del 15%. 

En ese contexto, denunció Calderón, todos los hospitales padecen de escasez de medicamentos, de protección para el personal de salud, de falta de pagos para médicos y enfermeros, de sobrepoblación y falta de personal especializado. 

“Lejos de fortalecerse, a los sistemas de salud (de Guatemala) se les ha debilitado más”, concluyó Calderón.