Bienestar organizacional 

Importancia de la gestión saludable del recurso humano

Todas las organizaciones están integradas por personas. Es decir, por equipos humanos que ponen su talento y conocimientos al servicio de la empresa para el logro de las metas comunes. De allí que, la infraestructura y los recursos técnicos son importantes, pero lo son tanto como contar con un activo organizacional intangible que contribuya al crecimiento. 

Desde hace muchas décadas se ha afirmado que el recurso más importante de la empresa son las personas. Y en nuestros días hay mucha mayor conciencia de ello, por tal razón, los expertos en recurso humano trabajan para reforzar el valor de los trabajadores. Pues, están conscientes de que, el nivel de motivación de estos es crucial para triunfar o fracasar en la consecución de metas. De hecho, afirman que es una influencia directa sobre el rendimiento de los colaboradores. 

Las empresas exitosas se han propuesto contar con espacios seguros, en donde el bienestar individual se traduzca en organizaciones saludables y altamente productivas. El curso de AGG, “Bienestar organizacional”, impartido en cursos abiertos o directamente en su empresa, invita a los profesionales a romper paradigmas y a trabajar por una gestión saludable del recurso humano, que redunde en la productividad e impacte positivamente en los resultados. 

Para ello, proponen el desarrollo de una cultura que privilegie la felicidad en el entorno laboral. Un estado de ánimo que todos los seres humanos quieren experimentar ya sea con su familia, en el trabajo, en su economía personal, con los amigos o en cualquier otro ambiente. 

La felicidad es diferente para cada trabajador. Algunos afirman que, en el lado laboral una forma de alcanzarla es a través de mejoras salariales o beneficios exclusivos. Sin embargo, hay personas que cuentan con excelentes salarios y prestaciones, que no son felices en su trabajo, y hay otros que no ganan tan bien y reciben beneficios limitados, que llegan felices todos los días a trabajar. 

Lo que indica que, la felicidad en el ambiente laboral va más allá de las prestaciones. Tiene que ver con un clima organizacional sano, con el salario emocional y con liderazgos verdaderos que apoyen, provean confianza y se preocupen por los trabajadores, pero no solo en temas laborales, sino que a nivel personal demuestren interés por lo que les pasa más allá de la empresa. Líderes que conozcan la situación de cada trabajador antes que dedicarse únicamente a exigir resultados. 

La jornada laboral es larga. Por lo mismo, la convivencia también lo es. Por ello, las relaciones interpersonales deben ser alegres, positivas, cordiales y amistosas. De allí que, los jefes debieran contribuir a fomentar hábitos saludables y positivos que aporten al desarrollo de la cultura de la felicidad organizacional, en donde existan condiciones que favorezcan el bienestar individual y colectivo, en donde se valore a las personas y en donde cada uno esté alineado a los objetivos grupales. 

La felicidad organizacional es una herramienta útil para la gestión estratégica de la empresa. Es una forma de sacar el máximo provecho del talento y las fortalezas individuales y de grupo. El resultado se traduce en rentabilidad, calidad de servicio y crecimiento constante.  

Redacción 
Revista GERENCIA 
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