Primera carrera gerencial

De contribuidor individual a gerente 

Para un trabajador, recibir su primer ascenso como gerente es un momento inolvidable.  

Significa crecimiento y alegría, al mismo tiempo que compromiso y responsabilidad. Implica desempeñar un rol nuevo que demanda habilidades, destrezas y herramientas para liderar los equipos. La meta es lograrlo de una forma eficaz, y que con ello se encamine a desarrollar una carrera gerencial. 

Un gerente se encarga organizar y ejecutar tareas específicas dentro de las áreas funcionales de una empresa, lo que requiere de un importante nivel de conocimiento y experiencia orientados a la productividad de la empresa. Sin embargo, su responsabilidad no es precisamente ejecutar cada tarea, sino comprender qué se requiere para cumplirlas en el tiempo en que son requeridas. 

Su tarea es proveer resultados, para ello debe gestionar a los equipos de trabajo de forma estratégica. Por ello, debe ser capaz de lidiar con el entorno y las distintas reacciones derivadas de su nombramiento. 

La primera recomendación para un buen comienzo como gerente es dirigirse con humildad y no como una persona que lo sabe todo o que muestra una actitud desafiante. La arrogancia podría jugar en su contra, y esta puede derivarse de algo tan simple como hacer interpretaciones apresuradas o tratar de imponer sus ideas porque cree que cuenta con el dominio total sobre determinada situación, incluso ante colegas más antiguos. Actuar de esa forma podría desencadenar una situación de apatía que perdure por años. 

De allí que, es importante que el nuevo gerente aprenda a escuchar. Las opiniones, los consejos, los comentarios y hasta las críticas le ayudan a mejor su desempeño. Asimismo, si el nuevo gerente no cuenta con el cien por ciento de las destrezas, es válido buscar asesoría. Seguramente, encontrará a personas con experiencia que lo apoyen a ordenar sus conocimientos, a meditar sobre las mejoras y a mantenerse actualizado para pulirse y tomar mejores decisiones.  

Por otro lado, es importante aprender a delegar. Está bien confiar en las capacidades propias, pero recuerde que no son suficientes para hacer todo el trabajo. Aprenda a valorar las capacidades de cada miembro de su equipo y motívelos para que se comprometan con usted a alcanzar las metas. Y procure que la supervisión no sea excesiva, este fenómeno, conocido como micromanagement, es sumamente incómodo para los trabajadores. Muchos gerentes retrasan los resultados porque se inmiscuyen en las tareas propias de cada colaborador, y les indican hasta qué y cómo hacerlo. 

Es importante confiar en los equipos, permitirles libertad hasta el grado que sean responsables y, sobre todo, favorecer un ambiente en donde la creatividad y la innovación sean aceptadas. De esta forma, todos pueden enfocarse en lo que les corresponda y dar resultados como equipo, bajo la dirección del nuevo gerente. 

Ser un buen gerente no es tarea fácil. Y se logra no solamente cuando se entregan resultados, sino cuando los trabajadores se sienten a gusto de trabajar con usted y se sienten orgullosos de formar parte de la empresa, porque la consideran el mejor lugar para trabajar. AGG ha incluido en el portafolio de capacitación el curso “Primer puesto gerencial”, que provee herramientas para manejar el proceso de transición de forma exitosa. 

Ileana López Ávila 
Directora 
Revista GERENCIA 
gileana@agg.org.gt 

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