El coach ayuda a las personas a convertirse en gestores de su propio desempeño. Quienes reciben coach aprenden a tomar decisiones, se vuelven independientes, definen por sí mismos las acciones que van a realizar para alcanzar sus metas y descubren la forma en que lo harán.
Para el liderazgo, el coaching es una herramienta a favor del rendimiento y la productividad. Es utilizada por los ejecutivos que ocupan cargos directivos, de mayor responsabilidad y jerarquía, y consiste en una metodología que aumenta los niveles de motivación y autoestima de los trabajadores.
El coach acompaña los procesos de formación y aprendizaje, además profundiza en el análisis de los talentos, virtudes y destrezas. Pero, cabe aclarar, que son los trabajadores quienes buscan soluciones. De esta forma se favorece la adopción de posturas activas, porque obliga a las personas a pensar en su propio desarrollo, incluso los conduce a opciones que antes no habían descubierto.
Es así como las personas aprender a eliminar barreras mentales y se abren a ideas nuevas, con una visión más amplia, de mayor plazo y hacia una actitud transformadora. El coaching de liderazgo contribuye a que los trabajadores fijen tanto metas individuales como profesionales; asimismo, clarifica el enfoque de desarrollo, promueve el aprendizaje y la actualización constantes y descubre nuevas habilidades.
Por otro lado, el coaching femenino está dedicado a potenciar el talento de las mujeres. Para la empresa, los niveles de productividad y desempeño mejoran; pero, para las ejecutivas comienza un proceso transformacional que pule sus capacidades y habilidades. Esta metodología permite el desarrollo de la inteligencia emocional, abre puertas a la creatividad y facilita la comunicación.
Para las mujeres profesionales es importante acudir a mecanismos que les ayuden a romper barreras y limitantes, así como a restaurar la confianza, reforzar la autoestima, impulsar sus carreras, fortalecer las relaciones personales y obtener herramientas para sobrellevar las situaciones cotidianas que las rodean, y de todo ello se encarga el coaching. A las emprendedoras, les ayuda a gestionar el tiempo, potenciar sus negocios, generar más ingresos y les brinda seguridad para afrontar los cambios. Y a las mujeres que están estancadas, les permite clarificar sus ideas, abrirse a nuevas posibilidades, salir del estancamiento, replantear sus carreras o cambiarlas y prepararse para un mejor futuro.
El coach puede ser aplicado a los trabajadores, a los clientes y a las personas que necesitan estar facultadas o empoderadas para realizar determinadas acciones o alcanzar metas. Los cambios que provee el coaching de liderazgo se visualizan tanto en la rentabilidad de la empresa como en el ambiente laboral, puesto que de forma positiva influye en la vida de las personas y del entorno. ¡Atrévase a probarlo!
Redacción
Revista GERENCIA
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