Construcciones sostenibles como aporte al desarrollo

La responsabilidad ambiental de una empresa va más allá de reciclar el papel

Desde finales de julio, según datos del científico Josef Aschbacher, 4.3 millones de hectáreas se queman en Siberia y, desde mediados de agosto, 500 mil hectáreas y miles de especies arden en el Amazonas. Además de indignarse,
protestar en redes virtuales y exigir a los gobiernos locales una condena por los ecocidios, poco se puede hacer para
combatir efectivamente esos incendios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sin embargo, en el entorno inmediato pueden cambiarse los patrones de comportamiento y con esto contribuir a mejorar el ambiente. Es importante retomar el concepto de desarrollo sostenible que es uno de los elementos generadores de una conciencia ambiental responsable. Para América Alonso, investigadora del Instituto de Investigación y Estudios Superiores en Arquitectura y Diseño, de la universidad Rafael Landívar, desarrollo sostenible es “aquel que permite satisfacer nuestras necesidades humanas en el presente, sin comprometer los recursos del futuro”. Pamela Castellan del Guatemala Green Building Council (GGBC), enfatiza que, desde 2015 y los Acuerdos de París se han unificado metas “concretas, claras e incluyentes” que invitan a todos los sectores a construir agendas
comunes teniendo como base los objetivos de desarrollo sostenible dentro de los cuales, con estrategias de sostenibilidad se puede impactar en nueve de ellos

¿Cómo se puede saber si una persona, una familia, un colectivo o una empresa son ambientalmente responsables? Alonso indica cuatro pasos importantes: consumir solo los recursos y cantidades necesarias, reutilizar, reciclar en la medida que sea posible y hacer eficientes los procesos diarios.

Parecieran pasos fáciles, pero requiere de la “toma de decisiones gerenciales para modificar procesos que siempre se han realizado de la misma manera”, y esta acción es quizá la más difícil porque es la que genera más negatividad porque implica cambio. Sin embargo, hay experiencias de edificaciones que son ambientalmente responsables, como es el caso Centra Norte, el edificio TerraEsperanza, y el Kawilal Spa en Amatitlán, comenta la académica

Algunos de los edificios certificados por Leadership in Energy and Environmental Design (LEED), mantienen una placa en algún lugar visible del edificio, este es el caso de la terraza de Oakland Mall, indica Alonso. Para verificar la validez de los proyectos certificados, el nivel alcanzado y los proyectos en proceso, se puede visitar el sitio: https://www.usgbc.org/ projects?keys=guatemala.

Por su parte, Castellan enfatiza que hay distintas estrategias que pueden implementarse considerando que, para llamarse sostenible, la decisión debe responder de igual manera a “una empatía con el medio ambiente, con la economía, con la sociedad y el bienestar de la persona”. Ambas expertas coinciden en la necesidad de ver la
sostenibilidad como un eje transversal.

Castellan opina que las empresas poseen un potencial enorme para unirse a la lucha contra el cambio climático, lo cual deben “medir, para definir su situación actual, y conocer el impacto actual para detectar rutas de mejora”, ya que en este ejercicio es donde se genera la conciencia y se detectan oportunidades.

                     

 

Roberto M. Samayoa O.
Colaborador
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.com.gt

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