El teletrabajo modifica la demanda de espacio para oficinas

La coyuntura invita a repensar las prioridades en cuanto a áreas de trabajo y almacenamiento

La pandemia provocada por la enfermedad Covid-19 ha tenido muchas repercusiones en el mundo laboral y seguirá generando debate a futuro. Entre ellos, el replanteamiento del uso, tiempo y características del lugar de trabajo.

Respecto al trabajo en casa y a los beneficios tanto para las empresas como para los colaboradores, han surgido estudios que demuestran lo positivo de esta medida. Así lo cita el informe “Is It Time to Let Employees Work from Anywhere?”, en el que se observó un aumento en la productividad del 4,4% al 13,5% de los colaboradores que se quedaron en casa. A esto se suma el ahorro que implica para la compañía la disminución de costos operativos en rubros como alquiler de oficinas y servicios de energía eléctrica, agua e internet.

Por el lado de los colaboradores, significa menos tiempo y recursos para desplazarse, así como más equilibrio personal y emocional. Esto ha llevado a muchas empresas, a dar el paso de replantear nuevas modalidades de operación. Porque, si el teletrabajo funciona, aunque se haya adoptado como una medida de protección contra el brote de Covid, qué caso tiene mantener y pagar por amplios espacios de oficina.

Esto no quiere decir que el Coronavirus sepulte a la oficina tradicional tal como la conocemos, pero sí que obligó a muchos empleadores a adoptar de manera urgente este sistema de trabajo para seguir operando. Y es que, en países como Guatemala, antes de la pandemia, el teletrabajo apenas se dejaba entrever en el horizonte. Pero, en otros, como Estados Unidos, los empleados trabajaban a distancia desde el año 2005.

Este análisis ha llevado al planteamiento de que, si las empresas adoptan el teletrabajo como una medida formal, la demanda de espacio físico podría recaer en las bodegas, que siempre serán necesarias para el resguardo de los productos. Habrá que vigilar de cerca cuáles serán esas tendencias para cubrir esos espacios.

Demanda actual
Aunque las semanas de junio y julio serán todavía inciertas en cuanto al comportamiento de la curva de contagio de personas y en cuanto a la apertura de negocios, y mucha gente todavía se encuentra trabajando desde casa, ya se avizoran algunos cambios. Federico Rolz de Mr. Bodeguitas indica que, han tenido requerimientos de espacios para bodegas de empresas que las necesitarán porque sus empleados permanecerán realizando trabajo desde casa, aunque también hay personas autoempleadas y emprendimientos que necesitan hacer más espacio en sus casas para estar más cómodos y por eso buscan bodegas.

Valeska Posadas, quien se dedica a la venta y renta de bodegas tanto en el área metropolitana de Guatemala como en los puertos de San José y Barrios, advierte que en el mercado se está moviendo una mayor cantidad de clientes que buscan rentar bodegas más económicas, que les permitan mudarse desde otras en las que tienen tarifas más altas.

Hay casos en que los usuarios no han logrado negociar con los arrendadores pagos diferidos, descuentos u otras consideraciones. “El Covid-19 está haciendo que se esté buscando la misma cantidad de espacio, pero más barato”, indica Posadas. Pero esa no es la única razón, ya que también hay empresas que no han dejado de producir, tienen sobreproducción y han visto cortada la cadena de distribución.

Por otro lado, en cuanto a compra de bodegas, Posadas comenta que en relación con los meses de enero y febrero de este año y con los años anteriores, hay poco requerimiento, razón por la que los desarrolladores están ofreciendo descuentos si se compra antes que finalice 2020. El precio de venta de una bodega de 300 metros cuadrados con 60 metros cuadrados de oficina ronda los US$385 mil.

Walter Monzón, gerente industrial de Pramel Inmobiliaria, confirma que la demanda de bodegas industriales ha descendido en los últimos meses. Según dice, empresas que ya comercializaban en el país pero que querían implementar otro tipo de operaciones con distintos requerimientos en instalaciones, han detenido los procesos.

Al respecto de promociones, Rolz apunta que Mr. Bodeguitas ofrece flete gratuito a personas que necesiten hacer mudanzas desde su residencia hacia las bodegas, siempre que el contrato de bodega sea por un mínimo de tres meses. Esta promoción no la ofrecen para flete de oficina o empresa porque en esos casos hay maquinaria o mobiliario que requiere atención específica o son volúmenes mayores.

Otras empresas como Mi Bodega ofrecen en su sitio web la renta de bodega con un mínimo de un mes, sin necesidad de tener contratos a largo plazo y con la oportunidad de aumentar o disminuir el tamaño de la bodega. Frente a la emergencia ofrecen almacenamiento gratuito a quien trabaje con empresas de equipo médico o ayuda humanitaria.

Monzón comenta que, en su experiencia, la demanda se ha mantenido en cuanto a la renta de bodegas y ofiespacios que van entre los 150 a los 400 metros cuadrados, sobre todo con importadores de insumos vinculados con la prevención de Covid-19.

Sin embargo, para las empresas se está ofreciendo gratis el primer mes de renta “pensando solidariamente en que muchos negocios se están readecuando a nuevas condiciones y formas de trabajo”, indica Rolz, quien habla sobre la importancia de ser flexible con la clientela y tener la capacidad de ponerse en su lugar.

En este sentido indica que, se han hecho convenios de pago con clientes permanentes o se hacen contratos mensuales sin penalización. Lo importante es buscar soluciones para cada situación. Posadas agrega que, con un cliente establecido, que paga puntual es preferible hacer un convenio y garantizar que se va a tener un pago mensual y no perderlo y quedarse con la bodega vacía. Monzón cree que también se puede negociar el precio por metro cuadrado y el cobro o exoneración de los servicios de mantenimiento, además del ofrecimiento del primer mes gratis en contratos anuales, modalidad que ya se está haciendo.

Posadas agrega que, efectivamente ha subido la cantidad de bodegas rentadas entre marzo y mayo, pero solo con los arrendadores dispuestos a negociar precio y condiciones de pago. Asimismo, entre los ofrecimientos de los arrendadores hay descuentos escalonados en rentas que van entre del 10% al 30% durante los primeros tres primeros meses.

Sin embargo, no solo se buscan bodegas para guardar mobiliario o equipo sino también empresas que se están volcando a ventas en línea y necesitan espacios temporales para almacenaje combinados con espacio para reuniones y oficinas. En este sentido, Monzón afirma que la combinación de bodegas y oficinas en un solo lugar es una buena alternativa para la disminución de costos.

La alternativa a la bodega es almacenar en su casa o adecuar otra instalación, pero en este caso se deben considerar los costos por seguridad (alarmas, vigilancia, rondas de patrullas, monitoreo remoto) y limpieza, por ejemplo. Rolz aconseja poner en la balanza la seguridad y el riesgo en el que se pone el capital de trabajo.

Roberto M. Samayoa O.
Colaborador
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.com.gt

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