Design Thinking, en 5 pasos

Las empresas se interesan cada vez en la metodología que emplea el conocimiento sobre los usuarios y consumidores para crear productos y servicios que tiendan a satisfacer de mejor forma las demandas, así también ha sido utilizada para la formación de equipos multidisciplinares. Se trata del Design Thinking, una herramienta que se emplea para fomentar la innovación y la creatividad en las organizaciones orientada a la generación de soluciones. 

El “pensamiento de diseño” no es nuevo. Desde hace muchos años ha sido utilizado especialmente por diseñadores como una forma para solucionar problemas. Sin embargo, se ha popularizado porque se ha comprobado su efectividad el ambiente de los negocios, y se aplica no solo a la creación de productos sino de servicios y procesos, puesto que la necesidad de diferenciarse no es exclusiva de ciertas empresas. 

Es así como han surgido productos capaces de romper con lo tradicional, productos que logran diferenciarse y destacar en los competidos mercados. Un ejemplo es la compañía estadounidense Apple, que diseña equipos electrónicos, software y servicios en línea, comercializados bajo el eslogan “Think different”. 

Otra marca que ha sido innovadora es Zara, la compañía que logró desarrollar una cadena de distribución que permitía crear una prenda vista en las calles de Tokio y ponerla en cualquier tienda del mundo en tan solo 15 días a un precio accesible. Con ello se demuestra que la creatividad es fundamental para cualquier empresa y debe formar parte de su ADN, fomentarla y socializarla entre los colaboradores.  

El “pensamiento de diseño” es un proceso interactivo y no lineal, que se debe revisar constantemente desde su implementación y que debe seguir las siguientes fases: 

Empatizar
Es la base del proceso en la que se define el prototipo de usuario al que va a dirigirse. En esa fase se establecen los objetivos de la investigación o del proyecto y se decide qué técnicas emplear para la recopilación de la información: entrevistas profundas, observaciones y focus group, entre otras que ayudan a identificar los deseos y necesidades del usuario. 

Definir
Posteriormente, se organiza el acopio de información para identificar las áreas de oportunidad, con el objetivo de ofrecer soluciones apropiadas para nuestro consumidor. Esto puede hacerse bajo el proceso de clusterizado, que consiste en organizar por grupos la información en post it, según su contenido. Se recomienda hacerse la pregunta ¿cómo podríamos hacer para + aquello que deseamos resolver. 

Idear
Si ya contamos con una situación por resolver, lo que sigue es diseñar la solución. Que puede partir de una tormenta de ideas grupal, que facilita el surgimiento de nuevas ideas. Es importante conseguir el mayor número de ideas posible. 

Generar prototipos
Posteriormente, sigue la fase de selección. Es aquí en donde les damos forma a las ideas y las volvemos tangibles, es decir las bajamos a un formato o aplicación concreta. Las respuestas se deben someter al escrutinio del usuario, quien nos dará el feedback para saber en qué medida lo estamos apoyando y si la propuesta se ajusta o no a sus necesidades y deseos. 

Testear
En esta fase se debe presentar el prototipo al usuario. Para ello se necesita preparación, establecer los objetivos y construir una guía. Es muy importante escuchar al consumidor, no se trata de venderle sino de validar la solución, mejorarla y llegar al mejor escenario. 

Las gerencias muchas veces basan su gestión en alcanzar objetivos basados en métricas, pero dejan de lado lo que el usuario realmente necesita. De allí la importancia de colocar al consumidor en el centro de la escena, para humanizar las soluciones. La metodología, también conocida como de innovación centrada en las personas, puede ser utilizada en cualquier profesión y en cualquier empresa.