Emprender ahora significa transformar

Más que una moda, emprender es apostar por la innovación constante

«¿Por qué la gente emprende negocios?” decía el titular de una Revista GERENCIA, de 1972. Han pasado 47 años, y algunas respuestas aún aplican, entre ellas, “tener capacidad para crear, perfeccionar o inventar”; porque “se les había ocurrido una idea que tenía un gran futuro”; porque cuentan con el adiestramiento técnico; porque se les presentó la oportunidad; por no saber hacer otra cosa o por querer ser el propio jefe. Llama la atención que, solo una de cada diez personas dijo hacerlo para ganar más dinero. Otros explicaron que habían heredado el negocio, que querían adquirir prestigio o que se habían visto “obligados para ganarse la vida”.

Entre los años 60 y 70 del siglo pasado, Refugio Lima fue una emprendedora con múltiples iniciativas. En una de sus actividades, organizaba excursiones a destinos dentro del país y a El Salvador. Los servicios incluían transporte, hospedaje y alimentación. En ese entonces, no tramitaba licencias ni permisos de transporte, no pagaba impuesto de turismo, ni seguro de viaje.

De la misma forma, montó un taller de costura para abastecer de blancos a una de las fábricas de hilados más importantes del país. Las máquinas de coser funcionaban en su casa, era un trabajo artesanal, no había contratos ni de la fábrica ni de los colaboradores, no había licencias de trabajo ni se reportaba al fisco, no había facturas, inventarios o procesos definidos. ¡Y todo era legal! Además, era fuente de ingreso para varias familias. Sin embargo, para que cualquiera de esas dos actividades funcionara en la actualidad, el emprendedor tendría que cumplir con múltiples licencias, contratos y permisos.

Antes, bastaba con poseer una dosis de buenas relaciones interpersonales, incluso hasta para conseguir financiamiento y así obtener el equipo o el lugar adecuado para la elaboración o la fabricación. Pero las cosas han cambiado, aunque los fundamentos del emprendimiento siguen siendo los mismos: habilidad empresarial, toma de riesgos y poseer iniciativa, así lo indica Saúl Morales Jáuregui, director del Centro de Desarrollo Empresarial de la AGG.

Mónica Río Nevado, directora de investigación del Monitor Global de Emprendimiento, coincide en que para emprender se necesita innovación, encontrar nuevas soluciones y convertirse en agentes de cambio. Por su parte, Genís Roca, socio fundador de Roca Salvatella, añade a estas características, la importancia de contar con la ilusión y la gestión de los recursos.

Y es que, emprender es una de las soluciones para el desempleo en Guatemala, ya que los jóvenes emprenden, aunque no posean las herramientas para hacerlo, indica Río Nevado. Roca es de quienes considera que, a diferencia de lo que ocurría hace unas décadas, en donde el concepto de emprendimiento estaba vinculado al ámbito industrial, actualmente también se relaciona con lo cultural y social. Para el experto, los modelos de negocio y los conceptos como propiedad, pertenencia, identidad y participación han cambiado en los últimos años.

Se ha dado una reconversión industrial de productos a servicios. Ahora, los emprendedores deben contar con la capacidad de reinventarse, de cambiar de sector, una verdad que hace unos años era impensable, porque el emprendedor comenzaba un negocio y lo mantenía hasta heredarlo. Por ello, ya no es importante solamente poseer el conocimiento técnico, antes una de las bases del emprendimiento, también debe contarse con la actitud de adaptarse al medio, saber que se está en continuo cambio y reinventarse.

Otro punto para destacar es que, en las décadas anteriores, los emprendimientos demandaban una dosis de conocimiento previo del producto o servicio. Pero también había poco acceso a formarse en la gestión del negocio. Además, se necesitaba acceso a capital, equipo, instalaciones y materia prima.

Esa situación ha cambiado, ahora los emprendedores pueden comenzar un negocio en una servilleta, en la sala de su casa o desde su cama, y con las facilidades de acceso al aprendizaje que existen por medio del internet, un emprendedor puede llegar a obtener millones en ganancias.

¿Qué deben considerar los emprendedores para ser exitosos?
Las personas que desean emprender pueden comenzar por reconocer los cambios, por ejemplo las posibilidades del internet o el poder de las conexiones interpersonales a través de las redes, advierte Diana Rivenburgh, en el libro The New Corporate Facts of Life, que además detalla elementos como estar constantemente en actitud de innovación y comprender la inestabilidad financiera, como una oportunidad para prosperar, pero a sabiendas que una manufactura o una aplicación pueden impactar en las empresas más innovadoras.

Luis Von Ahn es un ejemplo. Antes, los emprendedores buscaban cómo hacer crecer una idea, actualmente le dan más importancia al beneficio que el emprendimiento le dé a problemas sociales como la pobreza, la contaminación o la violencia. Greta Thunberg, la joven sueca que está denunciando la falta de acción por el cambio climático, ilustra este punto.

Una de las motivaciones para los emprendedores era “ser su propio jefe”, pero hasta la idea del ejercicio de poder en las organizaciones ha cambiado, y hoy son cada vez más los clientes y los colaboradores quienes obtienen más poder real de decisión, indica la autora. De igual manera, en una época pasada los emprendedores, sobre todo los relacionados con la industria, poseían poca o ninguna conciencia ambiental. Pero el mundo se ha visto forzado a cambiar, debido al deterioro del planeta. Por ello, ahora se espera que los emprendimientos sean sustentables, pero responsables ambientalmente.

Una ventaja que poseen los emprendedores actuales se refiere al concepto de “innovación de reversa”, en donde algunas personas de países empobrecidos tienen y adoptan tecnologías al mismo tiempo que otras de países del primer mundo. Otra de las ventajas que da la tecnología es que permite, a diferencia de antes, tener organizaciones más elásticas y con menos estructuras jerárquicas, son iniciativas con mayor movilidad y sentido de redes y que comparten información.

 

Roberto M. Samayoa O.
Colaborador
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.com.gt

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