Mujeres en la gerencia

La incursión de la mujer en el ámbito gerencial contribuye positivamente a la innovación de las empresas y a elevar la rentabilidad de estas

Ocupar puestos gerenciales y de toma de decisiones ha sido un rol tradicionalmente masculino, tanto en Guatemala como a nivel mundial. Sin embargo, poco a poco, se han ido sumando algunas mujeres a esta tarea, lo que contribuye positivamente al fortalecimiento empresarial.

El informe “Las mujeres en la gestión empresarial: Argumentos para un cambio”, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), publicado en mayo de este año, devela que la presencia de las mujeres en las altas esferas directivas mejora el desempeño de las empresas, aumentando entre el 5 y el 20 por ciento la rentabilidad. También asegura que cuando las mujeres ocupan puestos de alto nivel aportan sustancialmente a la innovación, la creatividad y la reputación de las instituciones donde laboran.

En ese sentido, Lorena Calvo, miembro de la AGG y quien ha tenido una amplia participación en instituciones tradicionalmente masculinas, comenta que cuando la mujer participa en las juntas directivas desempeña un rol mediador, lo que favorece la toma de decisiones. Y es que, las mujeres como líderes tienden a actuar de manera más democrática, prestan un mejor servicio y generan un ambiente laboral agradable. “Tienen una gran capacidad para mostrar interés genuino en sus subordinados, compañeros o superiores y esa actitud empática se ve reflejada en su elevada colaboratividad y flexibilidad”, indica un estudio realizado por el Peterson Institute for International Economics.

Las mujeres como líderes
tienden 
a actuar de manera
más democrática,
prestan un mejor servicio
y generan un ambiente
laboral agradable

Retos y desafíos
Según la OIT, a nivel mundial cerca de un tercio de las juntas directivas cuentan con el 30% de participación femenina; en América Latina y el Caribe hasta el 30 por ciento de los puestos de gerencia son ocupados por mujeres y en los países con mayor desarrollo, la proporción sube al 40 por ciento. En la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG), el 24.48 por ciento de sus miembros son mujeres.

Las cifras registran un avance positivo, aunque aún se requiere seguir fortaleciendo su participación. Por eso, es importante que las empresas desarrollen políticas inclusivas que promuevan oportunidades de desarrollo profesional para las mujeres. Culturalmente, también es necesario que las mismas mujeres se proyecten profesionalmente, asuman responsabilidades laborales a corto, mediano y largo plazo, fortalezcan su autoestima y pierdan el miedo a participar e incidir.

Al respecto, Calvo comenta que en el país aún se observa que muchas mujeres se retiran del ámbito laboral cuando se casan y conforman una familia. Tras 10 o 12 años de crianza de los hijos, les resulta difícil incorporarse nuevamente al mundo laboral-empresarial, comenta. No obstante, también reconoce que otras están abriendo brecha, al asumir la responsabilidad de sacar adelante los negocios que heredan de sus familias. “Cuando las mujeres se motivan y comprueban que están impactando la economía, se sienten satisfechas y se comprometen a aportar más desde la empresa”, dice.

Calvo también comenta que, en su experiencia de trabajo con hombres -profesionales, empresarios y campesinos-, ha encontrado que existe una mayor apertura por parte de los varones, quienes son más tolerantes que antes frente al liderazgo de una mujer. Influye mucho, dice, “la actitud con la que nos presentamos, sabiéndonos iguales, que estamos asumiendo un rol importante y que todos sumamos, seamos hombres o mujeres”.

 

 

Nancy Avendaño
Periodista y profesora universitaria
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.com.gt

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