Guatemala, eficacia energética

Los precios y la eficiencia de la electricidad son producto del libre mercado y el resultado de 20 años de inversión en nuevas tecnologías

Si un país posee potencial para la generación de energía renovable, ese es Guatemala. Cuenta con una posición estratégica proveída de recursos hídricos, geotérmicos, eólicos y solares, y algunos de ellos recién comienzan a aprovecharse como parte de la diversificación de la matriz energética. Por otro lado, hay incentivos para el desarrollo de proyectos de energía renovable y, mejor aún, hay mercado para la venta de energía.

A raíz de la multiplicidad en la generación eléctrica, Guatemala ha pasado a ser un importante distribuidor en la región, no solo porque produce más, sino porque otorga precios por debajo del mercado local. De allí que, la generación de divisas por energía se sitúa entre la quinta y la sexta posición.


Carlos  Esquivel, gerente de la división de energía del Grupo Onyx.

Carlos Esquivel, gerente de la división de energía del Grupo Onyx, advierte que “si algo puede garantizar el país, es que nunca habrá desabastecimiento, porque estamos sobreinstalados. Lejos de lo que sucedió en la década de los años 90”, cuando los apagones eran la constante ante la necesidad de racionar el servicio.

De allí que el directivo considera que dentro de poco “Guatemala se convertirá en el hub eléctrico de la república, con una posición tajante como exportador del servicio en Centroamérica”. Agrega que, los guatemaltecos deben apreciar el trabajo que se ha hecho desde 1996 para lograr una eficiente combinación de energías. “En la actualidad los beneficios son palpables”, desde rebajas en la factura hasta la oportunidad de cubrir las industrias que se instalen a futuro.


Horacio  Fernández, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Generadores (ANG).

 

 

Horacio Fernández, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Generadores (ANG), opina que Guatemala cuenta con dos fortalezas. “Una gran capacidad de plantas instaladas que pueden asegurar el suministro en cualquier época del año y la disponibilidad de proveer el servicio a industrias más pujantes, debido a la sólida capacidad de respuesta, producto de las múltiples tecnologías”. De hecho, Prensa Libre anunció en su portal que luego de la contratación de más de un mil 300MW, mediante cuatro licitaciones, la matriz de generación de energía crecerá 52.2% a 2017, con lo que la capacidad instalada de generación eléctrica pasará de dos mil 519MW, registrados a mayo de 2014, a tres mil 836MW.

Esa multiplicidad permite que manejemos excedentes, pero también facilita costos de generación más baratos. Fernández explica que como el sector eléctrico se opera en un mercado de commodities, “el proveedor más barato es el que va primero. Y como somos más baratos que todas las matrices energéticas de Centroamérica, toda la región nos compra”.

La planta generadora por carbón Jaguar Energy requirió de una inversión de 900 millones de dólares, y se inaugura en mayo próximo.

Según expone Fernández, “la generación privada representa cerca del 73% de la generación de energía que consume el país”, lo que significa que no dependemos de una sola central de generación. En 1991 el consumo máximo del país era de 450MW, y había racionamientos y, en la actualidad, es de 1,634MW, y lo que hay son excedentes.

Pros y contras de las tecnologías

Las tecnologías de generación eléctrica poseen ventajas y desventajas en términos económicos y ambientales. Aun así, el éxito del país radica en haber alcanzado un nivel importante de inversión privada y una combinación idónea que nació en el Ministerio de Energía y Minas (MEM), del gobierno del expresidente Óscar Berger, presidido entonces por Carmen Urízar, la ahora presidente de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica, encargada de regular todo lo relativo a la normativa y a las resoluciones emitidas.

La planta solar fotovoltaica Horus generará 50MW a partir de mayo, y en agosto 30MW más.

“Fue en esa fecha cuando se diseñó la nueva matriz”, declara José Antonio Montes, gerente de asuntos corporativos de Jaguar Energy, la planta generadora por carbón que operará a partir de mayo de 2015. El directivo reconoce la importancia de que los gobiernos han respetado el plan de Urízar, encaminado a depender menos del búnker.

Montes enfatiza en que no es rentable depender solo de una tecnología. “Por ejemplo, si contáramos solo con hidráulica, en un año en donde el régimen de lluvias es limitado, se tendría problemas de abastecimiento, que es lo que le sucede a Costa Rica”. De alguna forma, también fue lo que le sucedió a Guatemala en la época de los llamados “apagones”, que regularizaron el servicio que prestaba la hidráulica al entrar las plantas generadoras por búnker.

Por otro lado, Montes explica el factor de despacho. “Jaguar posee un factor de planta del 90 por ciento. Eso quiere decir que, el 90 por ciento del tiempo, la planta de carbón está disponible. Sin embargo, el factor de despacho de una planta solar es de solo unas 6 horas al día. Si bien va, porque si el día estuvo nublado se reduce, y de noche no produce nada”.

Para una planta solar es imposible vender energía por la noche y almacenarla es excesivamente costoso. Eso evidencia una desventaja económica versus una  ventaja ecológica. Por lo que, recurrir únicamente a recursos renovables no soluciona del todo el problema, y no debe olvidarse que la energía eléctrica es básica para el crecimiento económico de los países.

En ese sopesar de las ventajas y desventajas, también cuenta que el carbón es más estable en precio que el petróleo, pero que una planta de carbón o de biomasa tarda en arrancar de entre 24 a 36 horas, mientras que una de búnker lo hace de inmediato. En cuanto a contaminación ambiental, existen sistemas de captación de cenizas, que puede ser chimeneas protegidas o filtros electroestáticos de retención, por mencionar algunos.

Los directivos de la ANG, comentan que “siempre va a haber una emisión de NOx (óxidos de nitrógeno y de CO2 (dióxido de carbono), pero en los valores permitidos”. Montes agrega que, el convenio marco del cambio climático de las Naciones Unidas dice que, los países en vías de desarrollo, especialmente las economías pequeñas, podrán incrementar sus emisiones de gas de efecto invernadero para alcanzar los niveles de desarrollo que ya alcanzaron aquellos países responsables del calentamiento global. “Son ellos los que tienen la obligación de disminuir sus emisiones de conformidad con el protocolo de Kioto”.

Así también, el directivo de Jaguar Energy dice que Guatemala representa el 0.04% del total mundial de lo que hace el efecto invernadero. Y que la mayoría proviene de la quema de leña, seguido por el transporte, después la industria y en cuarto lugar la generación eléctrica a base de combustibles fósiles. “Con lo que el impacto tiende a cero”.

De allí la importancia de combinar las tecnologías. Montes cita un ejemplo más, el factor de planta por agua es de entre el 50 y el 60 por ciento. “El agua se acumula en el embalse; pero, si no llueve lo suficiente la reserva se reduce y el factor de planta disminuye”. El directivo lo compara con el de la planta por carbón. “Nosotros con la capacidad instalada de Chixoy podríamos generar hasta un 50% más de energía eléctrica a lo largo del año”, subraya. Búnker también cuenta con un factor de planta del 90 por ciento y biomasa aproximadamente del 60%, por su combinación con búnker y carbón en la época lluviosa del año.

Por su parte, Fernández dice que la capacidad de las hidroeléctricas es de alrededor del 30% al año. Pero que, para cumplir con lo que el país requiere tendrían que tener 3 veces más la cantidad de hidroeléctricas, lo que sería totalmente ineficiente. “En invierno todas estarían botando agua y desperdiciando recursos. Y, por otro lado, habría una cantidad de inversión en infraestructura en una sola tecnología y no se podrían compensar las variabilidades de las épocas”.

“Nuestros países varían mucho entre época seca y lluviosa, y eso hace inviable y económicamente ineficiente invertir en una sola tecnología”, recalca el ejecutivo de la ANG, quien concuerda con otros expertos en que, “la eficiencia se alcanza cuando se logran sumar las virtudes y restar las debilidades de cada una”.

En energía renovable es contra cíclica la hidroeléctrica con la biomasa. Cuando está lloviendo genera más la hidroeléctrica, y en época seca, de zafra, más la biomasa, considerada renovable al ser un combustible que proviene del proceso de la generación de azúcar.

Los ingenios se han agrupado en una Asociación de Cogeneradores Independientes (ACI), dirigida por el gerente general, Rodolfo Mac Donald, quien explica que durante la zafra aportan el 30% de la energía que produce el país, y que los demás meses dependen del despacho económico.

De esta forma, manejan dos tipos de combustible en las calderas. De noviembre a mayo, biomasa, y de junio a octubre, carbón y búnker, en proceso de cambio en una relación del 70/30, respectivamente. Y de 85/15 para 2015 hasta alcanzar un cien por ciento de carbón en 2017. Las cogeneradoras comenzaron en 1991, y cinco años más tarde pudieron entregar al sistema. “De esta forma, aprovechamos el bagazo de la caña y el chip de madera que se produce en los bosques energéticos al finalizar la zafra, que se renuevan cada siete años”, cuenta el experto.

Mac Donald concuerda con sus colegas en que, “el sistema necesita otras tecnologías para cubrir cualquier emergencia”. Al comienzo, la biomasa produjo unos 34KWh por tonelada de caña molida. Pero, en 2014 cerraron con cerca de 100. Y esto se debe a que en la marcha se han convertido en expertos en generación. “Sustituimos los motores a vapor del comienzo por motores eléctricos, y eso subió la presión de las calderas, además se asilaron las tuberías que llevan el vapor y hubo una inversión importante para llegar a esos valores”, cuenta a GERENCIA este representante del sector azucarero, quinto exportador mundial y segundo exportador latinoamericano.

La biomasa aún promete eficiencia. Las calderas del comienzo fueron de 600 libras de presión por pulgada cuadrada. Con el tiempo pasaron a 900 libras y en la actualidad se sitúan en 1,500 libras. A futuro, se contará con calderas de 2,500 libras de presión.

Un proyecto que ha sido premiado por su excelencia en ingeniería de gran magnitud es Chixoy, la planta hidroeléctrica ubicada en Baja Verapaz, Alta Verapaz y Quiché, cercana a la franja transversal del Norte en Guatemala. Es la planta de mayor capacidad de generación eléctrica en el país. Fue construida durante el gobierno del general Kjell Eugenio Laugerud García, en 1975, a solicitud del Instituto Nacional de Electrificación (Inde), con el financiamiento del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo. Se in auguró oficialmente en junio de 1983, tiempo desde el que ha producido 43 millones 298 mil 772 MWH.

Su capacidad de generación es de 275MW, que sumados a lo que producen 8 hidroeléctricas más en el país proveen, del total, entre el 28% y el 30% al sistema. La hidroeléctrica cuenta con la ventaja de generar energía eléctrica de bajo costo, con lo que cubren la tarifa social de los guatemaltecos.

Según la gerencia de Comunicación Corporativa, el Inde ha beneficiado a 13 millones de guatemaltecos (aproximadamente 84.4% de la población) a través del aporte social, que en 2014 alcanzó Q1,323.33 millones. Para 2015 esperan bajas en los precios por kilovatio hora para el consumidor final, con base en las licitaciones efectuadas por el sector y por la diversificación de la matriz energética. Ese ahorro permitirá incorporar a más usuarios en la tarifa social de acuerdo a la electrificación rural. La proyección de 2015 se estima en Q1,105.57 millones.

Como parte del mantenimiento de las cuencas, el Inde lidera planes de reforestación que han favorecido la siembra de 14 millones de árboles en más de 12 mil hectáreas. De 2012 a la fecha se producirán más de 6 millones de árboles. La energía hidráulica evita la emisión de millones de toneladas de CO2, entre otros contaminantes del ambiente, el 95% es generación limpia.

Esquivel dice que el guatemalteco debe “ver las energías renovables como un gran aliado ambiental y como un gran aliado económico en el largo plazo”. El proyecto solar fotovoltaico Horus se prepara para contribuir con la matriz energética con 50MW y 30MW más a partir de agosto, que se suman a los 5MW que aporta el recién inaugurado parque solar en Zacapa.

Horus emplea paneles de silicio que capturan la energía del sol y la transforman en electrones. Trabajan con radiación directa o con la luz per se. Esquivel insiste en que una de las características de esta tecnología es que genera electricidad a partir de un recurso existente, pero que no hay forma de almacenarla.

Por lo tanto, la contaminación ambiental de esta tecnología es de cero, pero a diferencia de otros recursos que diversifican la matriz energética, no se puede garantizar el suministro por la noche, por lo que se le considera “un excelente complemento de otras tecnologías”.

De cualquier forma, el experto concuerda en que no existe una tecnología cien por ciento completa. Y que “a mayor diversidad, más seguro el suministro y más segura la volatilidad de los precios”. Horus trabaja en una planta de 175 hectáreas, ubicada en Chiquimulilla Santa Rosa.

Sin duda, el sector eléctrico del país encontró una respuesta acertada en la diversificación de la matriz. Para 2026, dentro de poco más de una década, el MEM espera que el 78 por ciento de la generación del país sea cubierto con fuentes renovables, en función de una demanda proyectada de 15 mil GWh de energía y dos mil 785 MW de potencia. Enhorabuena para Guatemala.

Ileana López
Directora
Revista GERENCIA
gileana@agg.org.gt

También podría gustarte